Recordando mi pasado

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La relación con Peter fue una muy divertida y también muy romántica. Duramos 1 año y 2 meses y en todo ese tiempo comencé a ser conocida en el PC y eso me gustaba, cree nuevas amistades y ahí viene Laura y otros amigos que aun están conmigo. Pero cuando terminé con Peter todo el mundo que creé se derrumbó, la mayoría de mis "amigos" era gente a la cual no le importe nunca. Terminé con Peter porque descubrí que él y su familia eran narcotraficantes. Lo descubrí un día después de clases cuando Peter me invitó a su casa para conocer a sus padres, ese día me había puesto lo más guapa pero a la vez sencilla para no llamar tanto la atención. Había practicado lo que diría una y otra vez frente al espejo.
"-Mucho gusto señor y señora Lancaster- haría una leve reverencia".
Cuando volví a practicar, tocaron la puerta. Me miré por última vez en el espejo, bajé un poco mi vestido (maldito trasero, sube todo) tome aire y lo solté suavemente. Abrí la puerta y vi a Peter con su traje perfectamente planchado y su pelo desordenado como siempre.

-Te ves hermosa- Tomó mi mano y me tiró a él, me besó apasionadamente que admito, me calenté.

-¿Vamos?-dije nerviosamente, ese beso me despertó las ganas de empujar a peter a mi cama y el resto ya lo saben.

Caminamos al aparcamiento y noté que una van negra nos esperaba con dos enormes hombres vestidos de negro en ambas puertas.

-Peter-apreté su brazo.

-¿Si?

-¿Quienes son esos hombres?

-Son mis guardaespaldas.

-¿Para que quieres unos?

-Mi padre cree que debo estar protegido, aun cree que soy un niño-Se río pero su sonrisa fue fría.

-Buenas tardes señor Lancaster- dijo uno de los guardaespaldas. El otro abrió la puerta de atrás y esperó hasta que yo subiera al auto. Peter se subió a mi lado y los dos hombres subieron adelante. Me sentí incómoda en ese auto, sentía que yo sobraba ahí y algo me decía que el cuentito de los guardaespaldas no era cierto. Al llegar una gran reja nos esperaba, precisamente detallada, era impresionante. Estas se abrieron a penas nos vieron y entramos en una especie de jardín del Edén, habían dos piletas con Ángeles en distintas posiciones. Habían árboles de todas las especies, manzanos, limoneros, pinos, palmeras, etc. Flores exóticas, hasta había una pareja de plantas carnívoras. Raro.

-Bienvenida a la mansión lancaster- dijo un mayordomo en la gigantesca puerta de entrada.

Al entrar una amable ama de llaves nos guió a la sala de estar. Me senté en el sillón y Peter fue en busca de sus padres.

-Mucho gusto señor y señora lancaster- hice la leve inclinación de cabeza, justo como lo había ensayado tantas veces frente a mi espejo.

-El gusto es nuestro Melisa-dijo su madre.

-Bueno- Peter se interpuso entre sus padres y yo- ¿Que les parece si vamos a cenar?

Todos nos dirigimos al comedor. El padre se sentó en la cabecera la madre a su lado y Peter y yo nos sentamos de frente.

-Y bueno Melisa Cuéntanos de ti- dijo el padre mientras se metía la lechuga en su boca.

-Bueno emm...- ¿Que mierda tenía que decir? No habia practicado lo que venia despues, esperaba que Peter me salvara de esta. Incluso ya había olvidado la pregunta.

-Melisa es algo tímida al princio papá-Dijo Peter algo incómodo.

-Ya lo veo- dijo con un tono pesado para mi gusto- ¿Qué quieres estudiar?

Es una pregunta fácil melisa- Estudiaré psicología psiquiátrica- las cejas de ambos se levantaron, al parecer quedaron sorprendidos con mi respuesta- Me gusta todo lo que tenga que ver con el cerebro y esas cosas-Me metí el pepinillo orgullosa de mi respuesta.

-Vaya-la madre parecía impactada- Una chica con un futuro definido, me gusta- sonrió y siguió comiendo.

Peter me guiño el ojo y me alivie. Todo iba bien con sus padres, platicabamos de todo y en ratos nos reíamos, su madre fue por el álbum familiar donde Peter se negó profundamente a que lo abriera. Pero todo lo extraño pasó cuando su padre se paró de la mesa y pidió permiso para retirarse junto a Peter, la mamá aceptó y siguió mostrandome las fotos, y Peter me lanzó un beso.

Al rato la madre fue por otro album familiar, dejandome sola en la larga mesa, el silencio que se apoderaba de la casa era muy inquietante, hasta daba la impresion de la tipica casa embrujada y esas estupideces. Me pare de la silla para ver la enorme biblioteca que se encontraba a mi derecha, que mágica. La biblioteca tenia desde cuentos infantiles hasta grandes enciclopedias. La primera repisa posaban los libros de politica, los valores de los bienes, el capitalismo, socialismo e incluso uno que me causo bastante gracia "¿Acaso seremos esclavos de nuestros propios placeres?".

- ¿Te gusta leer?- dijo la fria voz de la madre de peter.

Me exalte y sentí como mis mejillas se enrojecian- Si, me gusta todo lo que tenga que ver con la literatura- dije alejándome un poco de la enorme biblioteca.

-Peter nos conto algo de eso, nos dijo que prefieres mil veces leer que ir de fiesta, todo un raton de biblioteca segun mi esposo- se rio- Encuentro que una chica como tu tiene harto potencial, mi hijo por fin se fijo en alguien que tiene algo ahí adentro- puso su frio y huesudo dedo en mi frente- Llamado cerebro- dejo el álbum en la mesa y se acerco a la biblioteca- ¿Cual te gusto?- Me miro con sus oscuros ojos que entraron en lo mas profundo de mi ser- Anda, no seas tímida, coge el que más te guste.

Me acerque lentamente hacia la biblioteca, estaba nerviosa y mis piernas eran fideos. Mire el libro de  "¿Acaso seremos esclavos de nuestros propios placeres?" . - Lo tome con mucho cuidado y hubo un momento en donde me arrepentí de haberlo tomado.

- Una muy buena elección - dijo la madre tomando el libro de mis manos- es uno de mis favoritos.

-Si quiere elijo otro, no hay problema- dije aún más nerviosa.

-¿Por que elijiste este?- dijo mientras acariciaba la tapa del libro.

-No lo sé, lo encontre interesante- dije nerviosa por la situación.

-Deja ir por algo, en seguida vuelvo- dejó el libro sobre la mesa, dejándome sola nuevamente. Realmente quería abandonar el lugar, sentía una mezcla de sentimientos, pero en especial miedo.

Seguí inspeccionando el lugar y me encontré frente a la puerta donde peter y su padre habían entrado. Me acerque y puse cuidadosamente mi oreja y lo que escuche superó todo lo anterior sucedido.

-Peter debes hacer que esa chica viaje a splotek para que deje mi importante pedido.

-Padre no puedo hacer semejante cosa, ella no querrá.

-Nadie dijo que ella se enteraría.

-¿A que te refieres?

-Tu iras con ella, le dirás que tienes casa allá, cosa que es cierta, le dices que yo cordialmente les ofrecí mi casa allí.

-¿Y cuando se supone que entregaría la cocaína?

-Paquete hijo, paquete.

-Bueno, paquete.

-Te haces el enfermo y dices que vas por medicamentos a la farmacia.

-Padre, estas loco.

- Desde ahora no se habla más del tema.

-Me llevaré a melisa a su casa y le comentaré del viaje.

Rápidamente me aleje de la puerta y justo cuando me senté la puerta se abrió.

-¿Melisa vamos?

- Tu...- La madre de peter entro apurada al comedor, llevaba una caja muy bonita, donde metió el libro que elegí.

-Toma- me paso la caja, sentí mucha vergüenza de aceptarla en frente de peter y de su padre. La madre se acerco a mi oreja- Cuida con tu vida lo que hay dentro de esta caja, no quiero que peter vea lo que hay dentro- me dio un beso en la mejilla de despedida y me guiño el ojo.

-Adiós señor lancaster, un gusto conocerlo- le di la mano y el la estrecho suavemente.

-El gusto es mio melisa, cuídate- el padre me miro con esos ojos tan fríos que me provoco una especie de electroshock, le temía y el lo sabia.

¿Mi vida? Es un tema complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora