-¡Aurora! –los gritos de su madre la despertaron -¡Abre hija! ¡Por favor!
Se incorporo despacio y miro la puerta de la habitación, la puerta que su madre no paraba de golpear. Pero ella no iba a abrir, no quería ver a nadie. Miro su cuerpo despacio y su dolor se volvió intenso, solo llevaba puesta la ropa interior de la noche de bodas, la liga blanca, el encaje, los restos del vestido estaban en el suelo, bajo ella. Recordó todo lo que paso el día que debió ser el mas feliz de su vida, se había quedado dormida en el suelo sobre esos trozos de tela que ya no significaban nada para ella.
-¡Aurora hija! –Agnes seguía golpeando mientras lloraba -¡Déjame ayudarte!
-¡Nadie puede ayudarme! –su voz salio como un rugido, un rugido del interior de su garganta. Se levanto del suelo y miro su rostro en el espejo, la pintura desecha, las ojeras bajo sus ojos. Incluso se daba lastima a si misma -¡Vete! ¡Quiero estar sola!
-¡Hija por favor! –Agnes no paraba de llorar -¡Escúchame! ¡Tienes que hablar con Cristian!
-¡No! –Ese nombre le causo tanto dolor que sus lagrimas volvieron a brotar de sus ojos como si fueran manantiales y su alma volvió a encogerse con furia. Con el odio emanando de su cuerpo arrastro todo lo que había sobre el comodín lanzándolo al suelo, tiro de la colcha de su cama, abrió el armario y lanzo toda su ropa al suelo. Todo, absolutamente todo lo que había allí le recordaba quien era, lo estupida que era y lo que habian llegado a hacer con ella. Cogio el joyero y lo lanzo contra el espejo rompiéndolo en pedazos -¡Déjenme sola! ¡Sola! ¡Sola!
-¡Dios Santo Aurora! ¡¿Qué haces?! –Agnes se aferraba a la puerta preocupada al oír los ruidos -¡Para hija! ¡Por favor!
Aurora miro los trozos de cristal en el suelo, se agacho y tomo uno, despacio lo acerco a su muñeca ¿Se atrevería a quitarse la vida? ¿Por el? ¿Acaso el lo merecía?
-Ni siquiera mereces mis lagrimas –lanzo el cristal contra la puerta y paso las manos por su cara limpiándola –Juro que me vengare por lo que me habéis hecho.
Con la mirada repleta de odio entro al cuarto de baño, abrió la ducha de agua fría y se metió debajo, sin quitarse la ropa. Libero su cabello de las pinzas bajo el agua y se sentó dejando que su cuerpo se limpiara, con la mirada perdida.
No volvería a ser esa estupida, una ilusa que creía en la felicidad, el amor. Nada existía. Ellos le habian arrebatado su esperanza, su ilusión y si algo podía jurar en esta vida es que nadie, nunca jamás volvería a burlarse de ella. El odio recorría cada parte de su cuerpo, la furia hacia arder su sangre pero aun peor el dolor enfriaba su corazón. Salio de la ducha y se paro ante el espejo del lavabo, se quito la ropa y allí mirando su reflejo se juro que la Aurora que todos conocían no volvería jamás.
Con un pantalón vaquero y una camiseta corta, sus sandalias y el pelo recogido en una coleta salio de su habitación. Solo llevaba su bolso, nada mas. Porque no necesitaba nada mas, dinero, tarjetas y por supuesto los billetes de avión. Cuando bajo las escaleras de su casa se encontró con su madre que la miraba con los ojos llorosos, no la miro, siguió hacia la puerta.
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Luna de Miel
Romance¿Qué harías tu si el día mas importante de tu vida se convierte en el mas desgraciado? ¿Qué harías si en tu misma boda descubres la peor traición de todas? ¿Qué harías si después de decir si quiero, de haber entregado los tres mejores años de tu vid...