Capítulo 9: UN TIEMPO DESPUÉS.

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Pasaron meses desde la última vez que lo vi en el hospital, ese mismo tiempo duré sin salir de casa.

La noticia ya se había expandido por todo Jacksonville, lo que hizo más fácil la búsqueda de los culpables del atropello, ya estaban tras las rejas pagando las deudas, no iban a poder hacerle daño a otra jovencita como lo hicieron conmigo.

Mi vida no era la misma, estuve recibiendo a psicólogos en casa durante dieciséis semanas, trataba de olvidar y fingir que nada había pasado pero era casi imposible.

Un lunes decidí asistir a la universidad, todos fueron simpáticos y amables lo que me hizo sentir cómoda. Seguí yendo todos los días con la esperanza de ver a Dylan pero siempre me iba a casa sin suerte. De camino pasaba por su dúplex, su carro estaba en la acera, indicaba que se encontraba en su residencia, nunca me atreví a ir, y así fue hasta un día.

Estaba sentada en la cafetería y logré reconocerlo entre tanta gente, se acercaba a la fila próximo a mi asiento, fingí no verlo y quise hacerme notable gritando el nombre de Shelsie que caminaba por el otro lado, mi amiga me hizo un gesto de saludo desde lo lejos.

– Hannah ¿eres tú? –Al escuchar su voz mi alma se llenó de regocijo. Me volteé a verlo.

– Dylan, ¡qué sorpresa!–exclamé en tono de sorprendida.

– Me alegra que ya saliste de tu alcoba.

Me pregunté cómo sabía eso.

– Siempre pregunto por ti a la sirvienta de la casa y cuando voy estás dormida.

De verdad se preocupaba por mí, no lo podía creer, todo ese tiempo pensando lo contrario.

– ¡Vaya! No lo sabía- exclamé, pero esta vez si estaba sorprendida. -Te esperaré despierta–.

– Allá estaré todos los días–comentó.

– ¿Es una promesa?–dije en tono de burla.

– Es una promesa Han–dio su palabra.

No puedo describir lo feliz que me sentía, volvería a tener su compañía.

– Ya tengo que irme, adiós linda–se despidió y lo vi alejarse.

Ese día regresé a mi vivienda saltando de felicidad,fue tanto que se me olvidó reprochar a Luma la sirvienta por no decirme sobre lasvisitas de Dylan.    

Hannah BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora