Capítulo 25: LO QUE HABÍA ESCRITO.

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Es duro saber que todo terminará igual o peor, que es la misma historia con principios diferentes y finales iguales.

Sigue ahí luchando por lo que luego vas a sufrir, días y días de dolor y llanto, noches de lágrimas en tu almohada, es en ese momento cuando te das cuenta de que estás solo y de que única amiga es la soledad.

Siempre sufres, pero siempre le das una nueva oportunidad para ver si el final al menos cambia en la forma de lastimarte y dejarte un vacío en el corazón.

Luego de que te destruyen en mil pedazos, vas por el mundo con una sonrisa fingida en busca de alguien que pegue todas tus partes rotas. Llega esa persona que te hace la vida un cuento de hadas, dice que es diferente, tú piensas que ya nada será igual, i ¡boom! Ahí estás tú, en tu fría y húmeda almohada, prometiéndote que nunca vas a volver a confiar en alguien más.

Llora tu alma por algunos días, meses o tal vez años. Entonces llega la destrucción vestida de dulzura y vuelves a caer.

Este era mi pensamiento antes de conocer a Dylan, fue él quien le dio otro sentido a estas palabras, si es duro saber que todo terminará igual o peor, que es la misma historia con principios diferentes y finales iguales, es duro porque aunque no quiso marcharse la vida lo alejó, es la misma historia que inició como de película terminó dejándome devastada. Luché por lo que luego iba a sufrir, días y días de dolor y llanto, noches de lágrimas en mi almohada. Siempre sufres, pero siempre le das una nueva oportunidad al amor para ver si el final al menos cambia en la forma de lastimarte y dejarte un vacío en el corazón, valió la pena dar la oportunidad ya que pude conocer a quien estaba diseñado a mi medida, luego de que me destruyeron en mil pedazos, fui por el mundo con una sonrisa fingida buscando saber que quería la vida de mí, Dylan llegó y me hizo la vida un cuento de hadas, era diferente, pensé y demostró, que nada sería igual , y ¡boom! Ahí estaba yo en mi fría y húmeda almohada, prometiéndome que no volvería a enamorarme. Lloraba mi alma por algunos días y meses. Entonces llegó una luz en mi vida que no pude tener.


Hannah BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora