Boxeo de hermanos

16- Cena pre-competicion

Mañana ya es la competición. Que nervios..... Los últimos días no he visto a John, ni a Marc, ni a Logan. Ellos se han entrenado, igual que Rocco y yo. Estoy nerviosa, son las 5 de la tarde, eso significa que en 4 horas es la cena donde van todos los luchadores. Vienen todos a este hotel. Estoy en la habitación de Lionel y de su madre. Mañana viene Sandra, que ahora es mi mejor amiga, y estoy ansiosa. En la cena es obligatorio ir elegante.
- Amanda, ¿cuándo escucharas? Siempre que te veo estás en tu mundo.- bufo "molesto".
- No te enfades. Es que no tengo que ponerme esta noche, tú madre acaba en una hora así que.....
- Le digo que vaya y te ayude. Sí, sí.- le iba a decir que me iba a bañar, pero el hablo antes- ve a bañarte, relájate. No estés tensa porque, uno- enumeró con su dedo- se te saldrán arrugas- me aguante la risa. Él sacó otro dedo- dos mañana compites y los nervios no te dejan dormir y tres- tiene tres dedos. Te saldrán arrugas..... ¿Tú te has quedado con eso? Sandra le a pegado lo pijo.... - tres.... No hay tres- y yo me reí. Su novia le hace muy bien pero lo vuelve pijo y más tonto de lo que era.- ¿Y la gracia?
- Lo de las arrugas y que te has vuelto más tonto.- él me miró molesto.
- ¡Largo! A bañarte, que eres una cerda.- salí riendo. Como quiero a mi amigo.
Me encaminé a mi habitación cuando entre vi a Rocco, John y Marc sin camisa. Estaban semidesnudos, mostrando sus hermosos abdominales. ¡Wow! ¡Oh mi John! Oh que calor....

- Que guay la gorra- dijo John. Yo me toque la cabeza y efectivamente mi gorra estaba allí.
- Tu sí que estás guay- susurre bien bajito.- Me voy a dar un baño, y después la madre de Lio vendrá a ayudarme.
- ¿Te ayudo a vestirte?- preguntó Marc. Yo negué.
- Imbécil, va para ver qué se pone, peinarse y maquillarse- dijo Rocco. Marc asintió. Hice caso omiso y entre en el baño.
Prepare la tina con agua fría, me metí y me relaje. Casi me duermo si no hubiera sido por qué alguien llamó.
Salí de la bañera y me puse mi ropa interior, y no, no era provocativo. Al salir no llevaba la toalla, pero me arrepentí. Salí y mis ojos se salieron de sus órbitas como los de John, pero el rápidamente se tapo los ojos. Yo me puse roja a más no poder, pero el también.
- Ve- ve- venía a de- decir- decirte. Que....- Este chico está tartamudeando. Yo seguía en ropa interior y él si camiseta. Esta habitación empieza a ser calurosa- que bonita lencería- yo solté un sonido de indignación- No, no era eso. Venía a decirte que mi madre ya está aquí.- se destapó los ojos y me abrazo- lo siento. No quería verte así.
- Yo tampoco quería verte o tocarte los abdominales- dije tímida. Pero era verdad, cuando me a abrazado mis brazos se han quedado encima de su six-pack. WOW, este chico me va a matar. ¿Corazón? Respira.... Inspira.... Es el chico más guapo, inteligente, divertido, ¿nos gusta? Nop, nos enamora. Oh mierda.
- Tranquila, soy todo tuyo- me dijo. No creo que lo dijera a malas.- tu padre a venido a hablar con Rocco. ¿Sabes de qué hablan?- negué.
- No, no sé qué hacen. Últimamente los dos están muy juntos, y me alegro. Pero mi padre piensa que Rocco es malo, que se me llevara. Pero no somos nada.
- Hijo, ¿ya le has dicho?- ¡Su madre! Estamos en ropa interior. Me volví a sonrojar.
- Ya mama, ya sale- John levanto la voz. Se giró me miró y susurro- entra en el baño- hice lo que dijo y me metí en el baño. Escuche la puerta cerrarse.
- Cielo, soy yo- la voz de una mujer que ha sido como mi propia madre. Salí del baño y ella se sorprendió.- No enseñes mucho, serás como miel para moscas- me dijo divertida mirándome de arriba abajo. No sentía vergüenza de ella. Me ayudo con mi periodo, con los sujetadores, con los chicos y hasta me habla sobre el sexo.
- No sé qué ponerme.- dije avergonzada, ella me sonrió.
- Me alegra saber que te vas a arreglar un poco.- río levemente.- ¿qué tienes?- yo le saque toda la ropa que tengo de arreglar. Cosas suyas, de mi madre, mías o regalos.