Zoe abrió la puerta del cuarto de George. Éste estaba leyendo una revista, y al verla entrar levantó la mirada. Su pómulo izquierdo estaba levemente morado.
-Volviste...
-¿Creías que iba a rendirme tan fácil?-arqueó una ceja.
-Todas lo hicieron.
-Pues yo no lo haré.
-Como sea. Quería pedirte perdón por lo de ayer.
-Acepto tus disculpas.-sonrió.
George sonrió también-Ven.-golpeó la cama en la que estaba sentado. Ella dudó al principio, ya que recuerdos del día anterior llegaron a su mente; pero finalmente aceptó.
-¿Puedes darme una opinión sobre una canción?
-Está bien...
George tomó su guitarra y comenzó a interpretar I'm Happy Just to Dance With You. Zoe estaba asombrada de su talento, y su voz al cantar la estemeció.
Cuando terminó la miró, esperando una reacción de su parte.-¿Qué te pareció?
-Es muy linda...
-Gracias. A Pattie le encantará-suspiró enamorado.
-¿Pattie?-lo miró confundida.
-Mi novia.
Aquellas palabras fueron como puñaladas en ese músculo llamado "corazón". Pero eso no tenía sentido, acababa de conocerlo, ¡Y había intentado violarla! ¿Cómo podría gustarle alguien así? ¡No! Se dijo ¡¡Claro que no, imposible!! Reacciona, Zoe! ¡Piensa en Jack, piensa en Jack!
Jack Madwise era el novio de Zoe. Se habían conocido en segundo año de secundaria. Él era alto, rubio, con unos hermosos ojos marrones, prácticamente inalcanzable para ella. Pero estaba equivocada. Su sencillez lo cautivaron, y su dulzura y forma de ser terminaron por encerrarlo en una jaula de amor verdadero de la que ya no pudo salir.
Llevaban juntos cinco largos años. Él se había demorado un tiempo en declararse, y cuando un amigo bromeaba con eso, él se excusaba asumiendo que primero debía lograr la amistad de Zoe, cosa que fue muy sencilla.
De esos cinco años, llevaban dos sin verse. Jack estaba en el ejército, e hizo el servicio desde los veinte. Esto afligía un poco a Zoe, quien extrañaba besar y abrazar a su novio.
Semanalmente se enviaban cartas, y cada mes ella lo visitaba en la base. Pero ¿acaso una hora cada cuatro semanas era suficiente para llenar el vacío de esa alma que clamaba amor?
La verdad era que no. Zoe añoraba que algo rompiera el contrato de Jack en el ejército, cosa que resultaba imposible.
-Ah...qué bien-mencionó en un hilo de voz.
-Oye, ten cuidado. No te conviene andar vestida así en este lugar.
-¿Qué? ¿Por qué?-miró la ropa que traía.
-Es muy...bueno, digamos que no deja mucho a la imaginación.
Ella se cubrió un poco. Era cierto. El traje de trabajo terminaba cinco centímetros por debajo del muslo, y las medias de gasa contorneaban sus largas piernas. Lo único "decente" de ese atuendo era el cuello cerrado que no dejaba a la vista nada especial. Con el comentario de George, los nervios no se hicieron esperar.
-Todas lo usan...Es la regla aquí...-dijo más hablándose a sí misma que al sujeto a su lado.
-Con la diferencia de que a ti...te queda jodidamente sexy-siguió tocando su guitarra, como si el sonido de las notas ahogara las palabras pronunciadas.
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Psicosis
FanfictionMiles de personas gritando su nombre. Llorando de alegría, clamando por más canciones. Sus compañeros lo miran, dando la señal para que tome el micrófono. -Buenas noches, soy George Harrison, y cantaré la última canción de este concierto.-comenzó a...