Capítulo 17- "Días alegres"

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Ethan.

Después de haber dejado a la chica hermosa de ojos verdes en su casa estoy en mi habitación sin cenar pues las palabras de ellas me quitaron el apetito.

Me quito mi ropa que utilicé en el día y me coloco mi pantalón de chándal, me acuesto en mi cama y me pongo a pensar en cada una de las palabras de Eleanor.

Cuando Eleanor habla siempre me deja sin palabras pues sus palabras son duras y profundas, tanto así que te dejan sin aliento. Analizo la situación, padre alcohólico, padres con conflictos, madre problemática, estrés, dolores de cuello y espalda, dolores de cabeza, hermana pequeña y un sofá; no me imagino como es vivir así. Cuando una persona habla sobre sus problemas con otras persona que conoce desde hace poco (como en mi caso que me conoce desde hace apenas cuatro meses) usualmente inicia con los problemas que no son tan profundos en su vida pero aun así no los habla con detalle, eso significa que esos no son los problemas que más agobian la cabeza de Eleanor a diario...no me imagino cuales son los verdaderos problemas según ella.

Para ser honesto mi vida ha sido no tan complicada, sí, me abandonó mi papá. Sí, me rompieron el corazón. Pero esos son los mayores problemas con los que he lidiado en particular además de los que a todos nos pasa como pelearse con un amigo, pelearse con tu novia, pasar vergüenzas y momentos incómodos pues mi madre viene de una familia en muy buen estado económico así que cuando nos mudamos se nos hizo muy sencillo comprar la casa sin hipoteca así que nunca he pasado por problemas económicos aunque mi madre estuviera soltera.

Eleanor, Eleanor. Ella además de decirme algunas de las inconveniencias de su vida también me dijo algo que había estado esperando desde hace dos meses, Eleanor Cole había dicho que me necesitaba lo cual me sorprendió mucho e hizo mi corazón palpitar más que nunca, pensaba que era producto de mi imaginación (pues Eleanor era una chica muy fría al respecto de sus sentimientos) pero en realidad lo dijo, ella dijo que me necesitaba. La primera vez que yo me puse a pensar en cuanto me gustaría que me dijera esas palabras fue justamente después de haberla confrontado por primera vez en la mesa en la que se sientan sus amigos pero ella estaba sola con una manzana y un jugo en mano. Prometo no hacer algo que provoque que ella se arrepienta de sus palabras.

Tengo que aceptar que soy un chico al cual no le importa expresar sus sentimientos y eso se intensifica cada vez que la veo a ella, siempre que la veo me da más y más ganas de decirle lo que siento pero tengo miedo que no lo analice bien y me deje. Hoy estuve al filo de la navaja cuando le dije que la quería pero no podía guardármelo ni un minuto más, ella tenía que saberlo. Tal vez ella no había dicho lo mismo con respecto a mí pero me explicó sus razones y desde ahora me propongo a que ella aprenda y sepa que es querer a una persona.

A veces me preocupo que se me pase la mano cuando nos besamos, pues no sé cómo responderá pero hoy creo que avanzamos mucho y sin que yo se lo pidiera, ella me dejó ir hasta cuanto ella quería, siempre la chica es la que pone el límite. Quería más, bueno, siempre quiero más. Hoy fue glorioso el beso que tuvimos en la biblioteca, me dejó llegar lentamente a su cuello pero no me aproveché tanto de su disponibilidad o si no nunca me dejaría volver a hacerlo. No se que es lo que ella tiene que me encanta todo, absolutamente todo, su figura, su aroma, su cabello, sus ojos, su hablar, todo. Ella me hace sentir cosas que antes no sabía que se podía sentir, jamás en mi vida me había sentido tan ansioso y nervioso como cuando estoy con ella.

Quisiera hablar con mi madre de qué es eso de que Mason vendrá el sábado a la parrillada de bienvenida que hasta cinco meses después de mudarnos pudimos organizar estará presente pero decirlo dejarlo para mañana porque hoy solo quiero pensar en la hermosa chica de ojos verdes.

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