STRESS

Capítulo 20-"Ira"

El reloj marca las diez de la noche pero se me es imposible dormir. Cuando llegué a mi casa vi a mi mamá totalmente aislada en el rincón del cuarto de mis padres, bueno...el cuarto de mi madre. Mis hermanos estaban exactamente como me imaginé que estarían, hambrientos y asustados, cuando los abracé empezaron a llorar en mi hombro con una desesperación inhumana, ellos estaban demasiado confundidos.

Los bañé y les puse los pijamas antes de llevarlos a la cama para que durmiesen, con caricias y cuentos ellos lograron conciliar el sueño. Mi madre al igual que yo no hemos dormido desde el incidente...

Mis cabellos húmedos caen en cada lado de mi rostro ayudando a enfriar esta cálida noche. Mi corazón golpea mi pecho una y otra vez haciendo que me duela con el paso de los minutos, el dolor en mi pecho es incontrolable y feroz, no tengo la menor idea del porque no desaparece esta punzada de dolor sobre mi corazón.

***

El lunes por la mañana ha llegado y aun así no he dormido más que tres horas, esas fueron las peores tres horas de sueño que alguna vez tuve en mi vida hasta el día de hoy.

Me levanto de mi cama de mala gana pues mi mamá ayer me avisó de que tendría que ir al colegio porque no pagó ella el colegio por mero gusto así que tenía que valorar el esfuerzo que ella hacía para pagarnos uno de los mejores colegios del Estado de California. Entro a la ducha y siento como el agua cae fuertemente sobre mi adolorido y cansado cuerpo, un escalofrío recorre mi espalda inconscientemente.

Después de un silencioso e incómodo camino en el carro por fin hemos llegado al colegio, les ayudo a mis hermanos a bajarse y procuro ir atrás de ellos mientras el carro de mamá se aleja lentamente.

Mamá ha estado muy fría y lejana, aunque ella esté enfrente tuyo su presencia se siente como si estuviera a kilómetros de distancia. Después de que ella me dijera que tenía que ir al colegio admito que lloré, lloré abundantemente toda la noche hasta que logré dormir tres horas, en las cuales solo escuchaba gritos y reproches de voces desconocidas pero autoritarias sobre mi subconsciente. Me acuerdo que cuando lloré fue porque no estaba lista, no estaba lista para ir al colegio y ver a las personas que han puesto mi mundo de cabeza, siempre un día antes de ir al colegio me mentalizo en cómo puede ser de grande mi sufrimiento si voy, en cómo posiblemente tenga otro horrible día; así que cuando me dijo que tendría que ir mi corazón se encogió porque no estaba lista para tener otro horrible día.

Poco a poco mis ganas de desaparecer se aumentaron ¿Por qué estar aquí si todo es tan horrible y caótico? Todos dicen que debo tener fe en el futuro pero admito que con cada día que pasa mi futuro feliz se va nublando más y más.

Antes de entrar a la clase de historia aliso mi camisa azul marino con pequeños dibujos de estrellas blancas de diferentes estilos. Al ingresar todos me miran fijamente, claro, ya todos se entraron de la chica de ojos verdes que vio a su padre caer ¿Qué les digo? Pensar siquiera en la palabra morir parece un delito. Siento mis mejillas arder por la rabia que surge de repente en mí, ellos no tienen ningún derecho de juzgarme pero aun así en mi camino hacia mi mesa asignada junto a Kelly oigo sus voces cotilleando sobre Eleanor Cole, murmuran como si yo no estuviera presente o como si yo estuviera completamente sorda. Todo esto provoca un infinito dolor en mi pecho pero lo disimulo bien, finjo no oírlos mientras con la cabeza bien alzada me siento junto a Kelly.

A la hora de la clase juro que por más que intento poner atención se me es imposible, mi mente divaga sobre mil cosas excepto sobre la revolución francesa que está escribiendo en estos momentos la maestra. Pienso sobre en los colores del cielo, en como el universo es infinito, en el futuro de Jace y Violett, en las infinidad de mariposas y hormigas que existen...ya dije, en todo menos en la clase.