Capítulo 18- "Padres"

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Eleanor.

Está bien, ahora sí. Ninguno de los momentos anteriores fue más incómodo que este, ninguno. El padre de Ethan está detrás de umbral de la puerta esperando a que su hijo hable con él justo en el momento menos indicado.

Impulso, lo que tuve hace unos instantes con Ethan puedo nominarlo como impulso. Deseo intenso y repentino que lleva a hacer una cosa sin reflexionar o sin pensar en las consecuencias. Que quede claro, no lo pensé con anticipación cuando le dije que me besara. Es más, no tenía ni idea que estaba diciendo.

-Iré al baño-comento antes de salir del cuarto. Lo siento mucho Ethan pero de esta si no te podes escapar, y no pienso ser la tercera rueda de su conversación.

Me lavo la cara para intentar que el rubor de mis mejillas se esfumé pero es casi imposible. Miro al espejo y veo a una chica de ojos verdes con la respiración todavía agitada y manos sudorosas.

Bajo las escaleras y me encuentro con toda la familia reunida a excepción de la abuela que está sentada aun en la mesa del patio.

Salgo a respirar algo de aire fresco, pues los demás no se han percatado que estoy abajo (o simplemente ya no saben qué preguntarme)

-Hola Eleanor-me saluda la abuela de Ethan-ven, toma asiento conmigo.

-Sra. Hayes no quiero incomodarla-me disculpo debido a que no quiero causar disturbios con mi presencia.

-Bobadas. Ven, todavía queda mucha limonada-dice con una sonría cálida-dime Lauren, por favor.

-Está bien-digo acomodándome en el asiento de su lado. No entiendo porque todos le tienen tanto miedo a Lauren.

-Y cuéntame Eleanor-apunta Lauren mientras me sirve un vaso con limonada rosa. Esta parece la típica escena de suspenso en la que la mamá (en este caso la abuela) le da un soborno a la chica para que se aleje de su querido hijo-Cuéntame quien eres, dime en qué consiste ser Eleanor Cole.

-Pues...yo...-carraspeo, pues es lo último que me imaginé que la solitaria mujer excluida de la reunión familiar me diría-mi nombre es Eleanor Cole. Tengo catorce años y jamás he salido de San Diego. Me encanta leer, no me gusta la lluvia, soy fanática de los museos. Tengo dos hermanos, mis padres relativamente viven juntos. He ido al mismo colegio toda mi vida, no tengo muchos amigos, pero sí los suficientes. Me gustan los sabores ácidos, odio los dulces. Amo las hamburguesas y los perros calientes. No soy la primera en el cuadro de notas pero no voy tan mal, odio religión y matemáticas.

Lauren ríe sonoramente aunque con mucha clase (no sé cómo esta familia hace que las cosas normales se vean más finas y de otro rango superior social)

-Vaya querida, acepto que a mí en mi vida estudiantil jamás reconocí la clase de religión como una necesaria-le da un trajo a su limonada para calmar las risas-bueno ahora me presento yo. Mi nombre es Lauren Hayes, tengo tres maravillosas hijas y seis nietos. Crecí en Virginia pero me mudé con mi esposo (que en paz descanse) y mis hijas, cuando tenía cuarenta y dos años a Manhattan debido a mi trabajo. Soy de las mayores publicistas en el país. Me crie en una granja pero con mucha fuerza de voluntad y ánimos me gané una beca para estudiar en la ciudad lo que quería ser en esta vida, ahí conocí a mi esposo. Amo el viento y odio el sol.

El día es soleado con una brisa agradable y paso el día hablando con Lauren.

Ethan.

Me hierve la sangre a más no poder. Hace unos instantes tenía uno de los mejores momentos con Eleanor y de la nada llega él, y lo interrumpe todo como si fuera suya siquiera la casa o mi tiempo.

STRESSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora