Epílogo

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Se que es muy cruel que un libro se acabe justo cuando empieza lo bueno de este pero para eso estoy yo aquí, para contaros como les fue, no solo a ellos dos, de manera que pueda explicaros todo lo que sintió James en cada momento.

Desde que se reencontraron en el hospital, Anna y él no dejaron de visitar todos los días a Njord. La culpabilidad de James iba disminuyendo a medida que Njord se iba recuperando. Los dos hermanos se alegraron mucho el día en que Njord despertó del coma en el que había entrado, justo un año después del reencuentro.

Ah, por cierto, James también se acordaba de David y a menudo pasaba a visitarlo. Salió del coma, aunque murió a los dos años, por un derrame cerebral. Fue un golpe muy duro para James, pero su hermana estuvo allí en todo momento para apoyarle y ayudarle.

La relación con Njord fue mejorando desde el momento en que James le confesó lo arrepentido que estaba de todo, desde que le prometió que no iba a volver a ocurrir una cosa así. Los dos pudieron ver el verdadero interior del otro y, aunque parezca increíble, acabaron siendo muy buenos amigos a pesar de la diferencia de edad. Y es que había algo que les unía con mucha fuerza: Anna.

El Abuelo llegó a los 101 años, como los dálmatas. James le hizo saber antes de que se fuera lo agradecido que estaba por haberlo cuidado desde que se marchó de casa. Ha sido como su padre y, aunque siempre estuvieran haciéndose de rabiar el uno al otro, se querían un montón.

Anna fue pasando cursos en el instituto, con buenísimas notas, así como Njord y al contrario que James, aunque solo repitió una vez más, que es todo un logro. Los dos primeros se sacaron el graduado de Bachillerato y el día de la graduación, la felicidad de James se podía ver a kilómetros. "Han conseguido lo que querían, después de tanto esfuerzo, cosa que no conseguiré yo en la vida, aunque me alegro tanto por ellos que mi fracaso no me hunde para nada" pensó mientras contemplaba como su hermana subía al escenario a por su diploma, con todo su orgullo reflejado en su cara.

Anna consiguió, después de unos años de universidad, el título de magisterio, y Njord el de médico. James se dedicó a trabajar de bar en bar, llegó a tener hasta tres trabajos a la vez solo para poder ayudar a su hermana con el dinero de la carrera, a pesar de que ella le repetía una y otra vez que su familia adoptiva tenía buenos puestos de trabajo y, por lo tanto, bastante dinero. Hubo una temporada que llegaron a alquilar un piso pequeño cerca de la universidad donde vivieron los dos hermanos. Fue una experiencia inolvidable para los dos.

¡Casi se me olvida! Viajaron a Japón de viaje de fin de carrera gracias a la insistencia de Anna, que era inagotable. James se quedó asombrado por todas las luces y edificios con miles de formas que se podían ver en aquel país, pero sobretodo disfrutó mirando el brillo de los ojos de su hermana al observar cada detalle. La relación James-Njord avanzó de forma positiva en ese viaje, fue sorprendente para los tres.

Njord encontró a una chica que lo quería tal y como era, se les veía muy felices juntos. Anna se enamoró perdidamente de un chico que estudiaba la misma carrera que ella. James se dio cuenta porque su libreta de apuntes estaba llena de corazoncitos cursis con el nombre de "Marc" dentro de ellos. Indagó un poco más y descubrió a un tío apuesto, moreno, bien marcado y con unas notazas que no bajaban del diez, sin exagerar. No le convencía eso de que pudiera romperle el corazón a Anna, pero se alegró muchísimo cuando ella corrió a sus brazos dando saltitos para anunciarle a su querido hermano que ese tal Marc le había pedido salir.

Pasaron unos años hasta que decidieron casarse. James nunca lo admitirá, pero se emocionó cuando Marc hincó la rodilla delante de toda la familia durante una comida familiar. Se le escapó una lagrimilla y se que, si pudiera, me mataría por revelar esto. Pero, ¿quién mejor que vosotros para guardarme un secretillo?

Él, Ella Y ÉlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora