Prodigiosa: Las Aventuras De Ladybug Y Chat Noir (Temporada 2) *Completa*

Capítulo 4

Marinette caminaba por las calles de París absorta en sus pensamientos. Habían ocurrido muchas cosas en muy pocos días y su cabeza estaba atolondrada. No tenía demasiadas ganas de dar clases y sus pasos eran lentos y pausados. Podía permitirse el lujo de andar despacio, ya que, por una vez en mucho tiempo había salido con bastante tiempo de antelación. Aquellos engorrosos pensamientos no abandonaban su cabeza, y lo que más la inquietaba, el protagonista de ellos era Chat, no era capaz de dejar de pensar en su compañero de batalla. Pero... ¿Por qué? Ella estaba completamente segura de sus sentimientos hacia Adrien. El tierno y dulce Adrien que abrió su corazón por primera vez, el chico que, a pesar de estar distanciados en un principio le ofreció su ayuda sin dudarlo, Adrien, el joven por el cual Ladybug está dispuesta a sacrificar todo, incluido sus miraculous. Aunque, ahora con Chat, no lo veía todo tan claro. ¿Sería capaz de sacrificarlo todo por él al igual que con Adrien?

-No lo entiendo... - Dijo la chica cabizbaja.

-¿Qué no entiendes?- Sonó una voz detrás de ella que hizo que se cayera hacia atrás del susto.

Alya comenzó a reír ante la torpeza de su amiga y le extendió su mano para ayudarla a levantase.

-Jo... Alya me has asustado.- Dijo la chica tocándose la cabeza.

-Lo siento, pensaba que me habías visto, pero seguramente estarías pensando en Adrien.- Añadió su amiga irónicamente.

-¡¿Qué?! ¡Claro que no! Bueno... puede que un poco... pero no tanto como otras veces... el otro día casi me estampo con...- Comenzó a decir la chica nerviosa pero fue interrumpida por Alya.

-Está bien ya lo pillo.-Dijo Alya con voz cansada.-¡Eh! ¿Qué está pasando ahí?- Preguntó la chica sorprendida al ver un barullo de gente en frente de la puerta de clase.

Marinette dirigió su mirada hacia donde Alya había detenido sus ojos.

-Parece que regalan rosquillas.- Dijo Marinette haciendo una mueca.

-Sea lo que sea, vendrá de perlas para mi Ladyblog.- Afirmó Alya cogiendo la mano a su amiga y llevándola a aquel barullo de gente.

-No... ¡Alya odio las aglomeraciones!- Exclamó la chica intentando resistirse.

-¡Venga no pasa nada, solo serán unos segundos!- Añadió Alya soltándola y encendiendo la cámara de su móvil para comenzar a grabar.

-Sí, ya claro, solo serán unos segundos.- Gruño Marinette en voz baja mientras se cruzaba de brazos.

-¿Qué es todo este alboroto?- Preguntó una voz que hizo que la chica se sobresaltaba.

-Emm... pues no se... es un barullo muy alborotado... ¡¡quiero decir...!! muy grande, aunque no se que es exactamente.- Comenzó a decir Marinette frotándose las manos con nerviosismo.-Alya está grabando para su blog, seguro que ella sabe algo.

-¡Vaya! Pues es muy raro, normalmente a estas horas está todo muy tranquilo por aquí.- Dijo Adrien extrañado.

Marinette se dispuso ha responder al chico pero una voz desconocida hizo que se detuviera.

-¡Está bien! ¡Está bien! Responderé a todos a vuestros mensajes cuando tenga un rato.- Dijo un chico de pelo oscuro saliendo de aquel tropel de gente.

Marinette se quedó mirándolo fijamente, el joven tenía el cabello corto y despuntado hacia, de un oscuro color negro, unos grandes ojos azules destacaban en su rostro alegremente, su piel era pálida y era alto, de la estatura de Adrien. Todas las chicas de su curso no paraban de reclamar y pedirle su número de teléfono, al parecer lo tenían un poco cansado.