Ha pasado una semana desde que salí corriendo del Starbucks como una cobarde, durante esta semana lo único que he hecho es comer helado y mirar películas románticas con finales felices que solo me produce más tristeza y me hacen llorar hasta que siento que ya no me quedan más lágrimas.
Sé que debo darle una oportunidad al amor, pero cada vez que lo intento aquel doloroso recuerdo me viene a la mente y olvido por completo las promesas que me hago a mí misma.
Estoy viendo Cómo perder a un hombre en diez días cuando Kais entra a mi habitación y se tira en mi colchón con un pote de helado de chocolate, se queda en silencio por un minuto y finalmente comienza a hablar.
– ¿Exactamente qué es lo que pasó en aquella salida? –pregunta mientras se lleva un poco de helado a la boca.
–Nada–me encojo de hombros.
–No creo que verte con cara de pocos amigos y comiendo helado a todas horas después del trabajo sea una buena señal–se voltea y me mira fijamente, como intentando descifrar lo que pasa por mi mente. Me quedo mirando fijamente a la pantalla y suspiro, luego me siento y pongo el pote de helado en la mesita de noche.
–Un acto de cobardía–le digo y ella me mira frunciendo el ceño.
–No comprendo–me dice con la boca llena.
–Pronto lo entenderás.
–Eres rara, pero no te preguntaré nada más, ya entendí que no quieres contarme nada–me dice y se acomoda para poder ver la película, luego voltea bruscamente y sonríe como si hubiese recordado algo.
–Mañana tengo una cita con Stephen–confiesa sonrojada y con una sonrisa del tamaño de una casa.
–Ah–respondo consciente de mi repentina decepción, aunque sé que no tengo razón para comportarme de esa manera con Kais, fui yo quien salió corriendo y quien rechazó al chico que bien podría ser un modelo de Calvin Klein. Luego como soy buena amiga agrego con una sonrisa.
–Me alegro por ti Kais.
–Gracias niña genio–sonríe aún más y yo me siento culpable por haber salido a sus espaldas con el chico que le gusta.
–Creo que es el indicado Coral–por el tono que adquiere su voz sé que está hablando en serio.
– ¿Cómo lo sabes? –pregunto con un hilo de voz.
–Por la forma en que me hace sentir cuando estoy con él, por la manera en que es conmigo, por todo Coral–habla mirando a la nada con si estuviera reviviendo todos los momentos vividos.
–Lo conoces hace una semana y media–Kais me fulmina con la mirada.
–No sabes cuándo llegará el amor niña genio–me reprende Kais.
–Pero sé que hoy será especial–se dice a sí misma y luego se echa en mi regazo.
A las ocho Stephen vino por Kais, al abrirle la puerta me ha mirado con tristeza e indiferencia, y no me ha dicho ni hola, luego Kais ha bajado y él ha sonreído como si fuera el ser más hermoso que ha visto.
Al cerrarse la puerta me he echado a llorar, luego he comido más helado y he visto Diez Cosas Que Odio De Ti, a las nueve me he puesto a leer Yo antes de ti y he llorado otra vez, a la diez ya no tenía nada que hacer así que me fui a mi habitación y me eché en mi cama intentando quitar de mi cabeza la cita de Stephen y Kais.
Despierto al escuchar pasos y una carcajada, luego la puerta de mi habitación se abre y Kais se deja caer bruscamente a mi lado, se echa sobre su brazo derecho y me mira con una gran sonrisa en su rostro.

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Frozen Hearts
RomanceCuatro letras, amor. ¿Qué es el amor? Algunos dicen que el amor es compartir, que el amor es dar todo de ti sin esperar algo a cambio, que amar es sentir que vuelas, que al amar te sientes completa, que el amor no es egoísta, no es temeroso, que el...