"Lo difícil será, que no se maten entre ellas como las perras que son"
- AnónimoMe veía de la peor manera posible, verde? Un vestido verde? Que mierda Kaulitz. Los pechos se me ven aplastados por lo tanto pequeños, una cintura pequeña. Pero eso no iba hacer que Bill se fijara mas en mi. Estaba parado justo frente a mi. Estaba guapo. Y descalzo. No usaba la ropa mas fina. Pero todo le quedaba hermoso. Pero tal vez a el le guste el vestido, el lo debió haberlo comprado para mi. Y si a el le gusta como me veo, lo que yo diga no tiene valor.
- Billy. - Dije dándole una sonrisa
Me miraba, Tomo mi mano y la beso, siempre hacia eso, me encantaba sin duda, pero me seguía sintiendo incómoda con el vestido, era muy esponjado, me llevó de la mano a un comedor enorme, Dios! Era hermoso. Había comida para un mes. Tenía mucha hambre. Pude escuchar como mi estómago soltó un rugido.
- Bueno, al menos se que ahora tienes hambre Gatita.- Dijo acomodando mi asiento
- Lo lamentó.- Dije con la mirada baja
- Te estas disculpando por tener hambre? Gatita yo trago al igual que un lobo.- Dijo riendo - Sólo que yo ya desayune, pero te acompañare. - término para sentarse a mi lado.
- Por que no desayunas con migo?- pregunte
- Gatita, te Dije que ya desayune. - desvío la miradaEstaba nerviosa, un poco triste, Bill no quiso desayunar con migo. Ahora me sentía más triste. Escuche el sonido de una puerta, era una mujer mayor, sus cabellos blancos le delataban, en sus manos una charola con panecillos, su espalda un poco encorvada, pero segura, tendría unos 59 años. Camino y se dirigió directamente a Bill.
- Señor, es Amelia...
Bill, trago con pesar de su copa de vino, era un poco temprano para el vino. Escuche unas pisadas como un tambor, resonaban en eco, hasta que aparesio. Una mujer con cabello ondulado y Dorado apareció. Que rayos! Tenía un vestido del mismo color que el mío, verde esmeralda, corto, totalmente corto, no dejaba nada a la imaginación, sus enormes tacones hicieron que me sintiera incómoda por la forma en la que yo camino con un pequeño tacón. Comenzó a caminar con una gran sonrisa en el rostro, inclinándose y dejando ver sus pechos dejó un poco de crema frente a Bill, El estaba algo rojo, pude notar como trago saliva con pesadez. La mujer se acercó a mi, me miraba con una sonrisa, se inclinó de la misma manera, dejando la crema frente a mi, tomó el jarrón de jugó y sólo tomó una copa, mientras servía una sonrisa salió de su rostro. Menos de un segundo, en menos de un maldito segundo, estaba totalmente empapada de crema, mi rostro estaba blanco de la crema, sólo pude escuchar un grito masculino, a Bill.
- Amelia - Dijo poniéndose de pie.
Pude ver a Bill enojado, la fulminaba con la mirada y ella le sonreía, no sabía que hacer. Estúpida! Estaba en blanco no sabía que decir o como actuar.
- Lo siento señorita, fue un accidente - Mencionó sonriendo y dándome una servilleta de la mesa.
No pude responder, Bill la tomó del brazo, y la jalo hacia la otra habitación cerrando la puerta, me dejó sola aquí, se fue con ella, no pudo ayudarme. Sólo pude sentir una mano en mi hombro.
- Me llamó Miranda. - Dijo mirándome - Ven acompañame o tendrás olor a crema todo el día.
Pude escuchar gritos del otro lado, pero no entendía, era un idioma muy extraño, si estoy bien era Alemán. La voz de Bill, la podía reconocer a cien metros, esos gritos harían que el perro más bravo saliera corriendo. Me puse de pie. Y camine a lado de la anciana, tenía ojos hermosos, podría decir que de joven fue de las más hermosas.
Subimos unas escaleras que no había notado. Estaban viejas era madera antigua.- A donde Vamos?- Pregunte
- a mi habitación. - Dijo tomando mi brazo.
- Bien - bufé
- Como te llamas niña? - preguntó mirándome
- Alicia Moss, me lo puso mi madre, Ella murió hace ya mucho años.
- Sólo quería saber tu Nombre!
Era bonita y amargada, esto era increíble Bill tenía su propia Lu en su casa. Seguro que Lu estaría preocupada por no llegar a casa. Llegamos a una puerta. Miranda sacó una llave de su busto y abrió la puerta, era increíble. Para ser una señora, tenía todo muy limpio. No era como la habitación de Bill, era mucho más pequeña. Pero era acogedora. Sólo había pequeñas relatas en las esquinas. Cerro la puerta y había muchas cosas hermosas. Tenía joyas, y anillos hermosos. Me llamó la atención uno plata con un diamante rojo central. Miranda sacó una maleta de la abertura de una pared.
- Estos son unos trapos que tengo de cuando era joven, no son la gran cosa. Pero los cuidó muy bien. - Dijo mirándome - Toma este vestido - Dijo dándome un vestido verde con flores rosas. - El verde te resalta bien, y luce bien con zapatos que tienes.
- Gracias, Puedo hacer una pregunta? - Dije mirándole
- Que niña? - dijo guardando todo
- por que tienes estas joyas tan hermosas? - Dije quitándome el vestido
- Me los regalo una persona a la que ame mucho en el pasado.- Dijo tomando el anillo del diamante rojo.
- waoo! Es hermoso, y que paso con el? - Pregunte entusiasmada
- Se murió. - Dijo tomando haciendo en su cama
- Lo siento mucho, yo no debí preguntar. - Dije tomando el vestido de Miranda
- Eres tan Inocente... - Dijo mirándome
- Inocente? No, yo no soy así y sí, en realidad no pretendo ser así. - Dije mirándome en un pequeño espejo roto, el vestido era muy de los 80 pero era bonito.
- Quieres un consejo cariño? - Dijo poniéndose de pie tomando mis mejillas - No sólo por querer llamar la atención de un hombre. Tienes que verte como puta.
Que mierda me acaba de decir? La que me tiro la crema encima es la puta no yo. Pero tenía razón, quiero llamar la atención de Bill, pero no lo haré si sigo siendo inocente como lo soy. Pero por otro lado se que no debo ser así. Pero quiero a Billy. Pude escuchar la voz de Bill, gritaba mi nombre.
- Ve con el niña... Dijo dándome la espalda.
Salí de la habitación o de esto, baje las escaleras, y vi a Bill de espaldas. Tenía esa copa de vino en mano, cambiado de ropa, camisa blanca y pantalón rojo, estoy un poco molesta, sólo me dejó en la mesa, eso me bajo un poco el autoestima. Giro y me miró, un poco de vino resbaló de su labio. Camino hacia mi. Su camisa estaba entre abierta.
- Gatita, te vez hermosa! - Dijo abrazándose por la cintura
- Me dejaste sola en el comedor, lo mejor será que valla a México con Elias. - Dije safandome de el
- Que, No Moss claro que No.- Dijo Gritandome y jalando mi brazo
Que mierda, el día inició bien y término mal? Bueno sólo mi mañana, devi irme con Elias, ayer dormir por que el vino me alteró un poco, desperté a las cuatro de la mañana esperando que Elias estuviera a mi lado acariciando mis piernas, pero no estaba en la misma habitación a la de siempre. Bill estaba frente a mi con esa Colonia que hacia que cualquiera se tirara a sus pies, me había lastimado el brazo. Sus ojos se tornaron con Enojo. Pude notar una mancha en su camisa, dios! Amelia.
- Lo que tienes en tu camisa, es el labial Rojo de Amelia?. - Dije safandome de su agarre alejándome de el.
Bill se quedó en Blanco, miró su camisa, dejó su copa sobre el gran piano. El era Novio de Amelia y había dicho que no. Sin duda el ya tiene dueña y no soy yo. Esto realmente me Molesta. Y no dejaría que el fuera de Amelia Nunca.
" Capítulo Dedicado a: AlienMoonKauliz"
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MI POBRE HUMANA ( Bill Kaulitz)
FanfictionJamás me había detenido a pensar en que sería de mi en un futuro, en quien sería el dueño de mi alma, ni en el como sería. Sólo sabía que algo grande estaba por suceder, mi camino, mi vida, mi historia. Pero el apareció... Justo cuando yo tenía a...