Cap. 6 " Sangre"

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Entre a la casa, la sala estaba sola, no había nadie, eran más o menos como las 6 pronto iba a oscurecer, fui a la cocina, tenía mucha hambre, el helado se derritió en mi mano, no me lo pude comer por la presencia de Bill.
Tome lo que había en el refrigerador, estaban las luces apagadas menos las de arriba, tal vez era la que se encargaba del la casa. Mañana llegaría Elias o eso dijo Bill, dijo que tenía una junta importante en cinco días. De donde lo conocerá Bill? Por que pienso tanto en Bill? Seguramente jamás lo volveré a ver.

Termine de comer y deje los platos ahí, tenía mucho sueño para recogerlos. Apague la luz de la cocina y todo se torno oscuro, así que no se me dificultaba encontrar las escaleras, ya que la luz de arriba la alumbraba bien, subí contando cada uno de ellos, llegue arriba eran 12, escuche un pequeño ruido en la habitación primera, de esta salió la señora de limpieza... Algo a mi no se me da para nada.

- Ya llege.- Dije recargándome en la pared.
- Lo note, y la llave la guardaste bien cierto? Preguntó mirándome
- Como crees que entre a la casa. Por cierto cual es tu nombre?
- Sólo dime Lu. Dijo para bajar las escaleras y perderse.

Sabía de sobra que le caía mal, será así con todos? Me incomodaba, en primera esta no era mi casa, segunda el dueño no estaba, tercera... Lu me odiaba. No podría ser peor. Extrañaba los ángeles y a mis amigos, sobre todo a Lucían el chico del salón de alado. El siempre me gusto... Pero a el le gustaba otra. Ley de la Vida.
Llegue a mi habitación, estaba todo bien acomodado, seguro Lu acomodo todo, sin duda mañana le ayudaría con la limpieza, me quite toda la ropa quedando sólo con ropa interior, me mire al espejo, como siempre era exactamente lo que nadie quería, jamás me ah gustado mi cuerpo. Sentí un aire frío a mi espalda, la ventana estaba abierta sólo veía las cortinas moviéndose con el aire.
De pronto vino a mi cabeza Bill, era un hombre muy atento, se veía tan bien cuando se quitó el abrigo, me senté en la cama y eche el cuerpo hacia atrás, Bill tenía algo que me gustaba, por como me trató note que esta un hombre con sentimientos hermosos, Guapo, hermosos ojos hermosa sonrisa, que más podía pedir una mujer.

- Lamentablemente el nunca se fijaría en alguien como yo.

Ahora sólo me dispuse a dormir.

Caminaba por las calles de Londres, pensaba tanto en Alicia, era una niña tonta, sin luz, sin sensualidad, era nada. Pero Bill imagina como se verá desnuda, sus pechos hermosos y redondos, sus pezones cafés al contorno de su cabello, pensar en eso hacia me que pusiera el cien, su hermoso trasero, imaginándola atada a una cama, con todo su trasero en mi cara, mi plato fuerte. El plato de oro. La penetracion. Sólo sentí como mi miembro crecía en los pantalones. Necesitaba saciar ya.
A lo lejos vi una hermosa mujer incluso más hermosa que Alicia, estaba acompañada de un niño, de unos 7 meses a lo mucho. Era carne fresca para mi. Me acerque. Iba detrás de ella, ella estaba normal, me miró, tomó a su hijo en sus brazos las calles estaban solas, empezó a correr. Sólo le di 10 segundos de prueba. Contaba en mi mente. Quieto al centro de la carretera. 1,2,3,4,5,6,7,8,9... Comenzó a correr, la tome por los cabellos largos negros y arrebate al niño de sus manos, comencé a escalar el edificio frente a mi. El niño lloraba, era lo que más odiaba.

Llegue a la cima, el niño me miraba con sus hermosos ojos azules,.... Era una niña. La desnude, comencé a lamer sus brazos podía ver su sangre fluir, dentro de mi sabía lo que sucedía, clave mis colmillos en su estómago bebiendo de aquí toda la sangre. Estaba feliz, tenía que buscar a la mádre. Estaba de rodillas en la carretera. De un salto ella brinco del susto.

- Mirame a los Ojos. -/ le mande.
- Dame a mi Hija monstruo. / dijo mirándome

Comenzaba la casería...

Se puso de pie, me miraba a los ojos, sus cabellos largos combinaban con esas hermosas curvas. Se quitó el abrigo amarillo, desabrochándose botón por boton, comenzó a bailar para mi, tal y como mi mente se burlaba de ella. Se recostó en el suelo frío de la carretera, desabrochó su camisa y la botó a un lado, quitó su falda y metía su mano debajo de esa ropa interior verde. Comenzaba a masturbarse, era una vista preciosa... Era una lástima que hoy no necesitará sexo.

Lamentablemente ella sería la número 3671 en mi lista.

Me puse en cuclillas, toque su sexo húmedo, y ese gemido saliente, comencé a besar sus curvas hermosas hasta llegar a sus pechos, pequeños... Odiaba los cenos pequeños. Subí tenía su cabeza hacia atrás seguía tocándose, el momento perfecto...

El gran grito de dolor...

Todo término, deje al bebé en sus brazos, en la mañana tal vez saldría en la televisión, se que estaría agradecida. Volvería a la mansión necesitó un gran baño con agua fría y hielos, necesitó ver si el Estupido de Tom término con el trabajo que le encargue hace días, pero conociéndole, en este momento estaría en una poderosa Orgia con humanas, penetrando a todas. Pero era de entender, las humanas eran las únicas con calor.

Noches como esta, en las que salgo a caminar, y hasta la luna siente miedo de lo que pasa por mente.

Alicia, mi Alicia aún que no lo sepa.

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MI POBRE HUMANA ( Bill Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora