Cap. 8 " Sexo y Amor"

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El amor es una palabra, pero el odio es sólo un sentimiento...
- Anónimo.

Alicia, mi pequeña Alice, su hermosa figura, su hermosa cadera, su hermosa, sonrisa, sus hermosos pechos, y sus ojos. Ella era lo mejor de Todo, era pequeña y oculta bajo esas sabanas blancas se veía hermosa, su espalda desnuda, boca abajo, sus labios entre abiertos, sus piernas al aire, con aquella sabana sobrante en su hermoso y abultado trasero, sólo podía mirar la mitad de la línea que le recorre. 4:37 de la madrugada, Bill debe estar en la mansión con aquellas cinco hembras en su alcoba, penetrandolas hasta causar dolor, el sólo sabe causar Dolor.

No puedo!

La quiero ella!

QUIERO A ALICIA PARA MI!

Se que Bill no quiso tener el inframundo por ella, se que no la quiere dañar, es un maldito Perro que cree poder enamorar a Alicia, pero yo seré el que succione sangre de esos pechos, yo seré todo de ella, así no tenga que tener Corazón. Alicia no puede ser de Bill. No entiendo y jamás entenderé por que El es el amo, mi señor, odiaba tener un Jefe, un dueño, y sobre todo que este fuese Bill. Pero así tenga que matar a Bill para quedarme con Alicia... Lo haré. Yo si se amar, yo si me puedo enamorar, yo si le puedo dar placer y no dolor...

Salí de su habitación, para dirigirme a la mía en el fondo. Alicia era lo que cualquiera querría para si mismo. A Bill le gusta, y la quiere, pero yo también la quiero. Estaba furioso. Bill podría someterla al sueño y hacerla pensar que ella siempre fue de el... De la misma forma que me quito a mi amada Miranda, que ahora es la sirvienta de su casa, con esas arrugas, no le quedaría mucho de vida, tendría al menos 84 años, 19 cuando yo la conocí, 19 cuando me enamore de ella, 19 cuando Bill me la quito.

A mis espaldas un ruido...

- Elias?...

Su voz, hermosa voz, la mire, con una bata blanca, estaba despeinada, y sin maquillaje, era hermosa como era.
Simplemente ella me exita de tan sólo pensarlo!

- Creí que estabas dormida pequeña! .- Dije acercándome a ella.
- Entraste a mi habitación? - Dijo tapándose del frío
- No amor, perdón si cause ruido, tropecé en la escalera! - menti.
- Elias..
- Si amor.- Dije acortando más la distancia.
- Bill.. Por que dijeron que Bill es Jefe?

Bill,Bill,Bill, maldita diva desquiciada que viste como en el Romanticismo, sólo por eso llamas la atención. Bill, no tiene nada, maldito Perro.

- Bill, es mi mejor amigo, desde hace ya muchos años. Cariño no puedo decirte nada.
- Ustedes tendrían una junta en unas horas, el es Doctor?
- No cariño... Es un tema que no podemos tratar con tigo.
- Secuestran personas? .- Dijo alejándose
- Alicia, por favor, eso eso es una completa tontería.
- Dime o le preguntó a Bill. - Dijo con las mejillas rojas
Alicia es más terca que Tom Kaulitz, Dios, que estabas pensando? Que mierda le voy a decir a mi Alicia, necesitó que deje de ver al Estupido de Bill.

- Bill es el dueño del hospital donde trabajo, al parecer el Hospital iba a ser cambiado de dueño, y Bill nos quería informar que al final del día El se quedó, por eso no existió dicha junta Alicia. - Dije calmado acercándome a ella.

Mi Alicia, como se verá convertida? ¿Que tipo de sangre será su preferida? ¿Que tan bien hará un Oral? Tantas preguntas y poco tiempo para hacer que sea mía. Estaba pensativa por la respuesta que acabó de dar. Que estúpida respuesta Elias. Bill era tu dueño hasta en una simple mentira.

- Alicia... Te gustaría mañana salir a montar a caballo?. - Dije tomando sus manos
Sus mejillas se tornaron rojas, y agachó la mirada en fuga, sus cabellos alborotados tapando sus hermosos ojos.
- aquí hay caballos? . preguntó
- Alicia, yo puedo hacer que allá caballos, ve a descansar amor, mañana te tengo una gran sorpresa, te llevaré a conocer Londres con una condición. .- Dije, tomándola de su quijada.
- Cual?. Preguntó con una sonrisa de oreja a oreja.
- Que mañana, en todo momento... Tomes mi mano.
- Si, si, Si. Mañana quiero salir con tigo. - Dijo dándome un beso en la mejilla con un abrazo, sus pezones puntiagudos se miraban exquisitos. Hicieron que me exitara aún más en ver como brincaba, y esos cenos rebotaban de arriba abajo. Desapareció entrando a su habitación. No podía esperar más...

MI POBRE HUMANA ( Bill Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora