MI POBRE HUMANA ( Bill Kaulitz)

Cap. 3 "Gotas de alcohol"

Por fin en Londres, todo aquí es maravilloso, Elina me dejó en el aeropuerto y se despidió de mi con un tierno beso en la frente. Pero Londres era increíble, todo era lo mejor. Antes de abordar el avión mi mamá me dio un papel con la dirección a la que tenía que ir, al parecer me mudaría con un amigo de ella. Me dio una foto de este y su nombre al reverso. La idea no me gustaba tanto. Jamás eh vivido sola y menos con un hombre.
Tome un taxi a las afueras del aeropuerto, no sabía a donde me dirigía, le di la nota al señor, el me sonreía de forma extraña.

- Pequeña habichuela de verdad iras a esta dirección? . preguntó con una de sus cejas levantadas y una sonrisa de oreja a oreja.
- Si, cual es el problema. Dije firmen.
- Nada mi habichuela, es sólo que estamos hablando de un lugar muy apartado, y el preció será el doble.
- Puede llevarme al lugar o le doy mi dinero a alguien más? . Dije ya un poco molesta.
- sube mi habichuela.

Era increíble que hasta en este lugar tan hermoso, me venga a encontrar con personas tan malas. El hombre era tan Estupido, sus cabellos rubios y aquella piel blanca, brazos como los de un marinero fuerte y firme, pero cerebro de un niño tonto.
Ahora la pregunta era... Por que dijo que la dirección era muy lejos? No se donde estoy, y encima de todo tengo sueño, el vuelo fue largo y no pude siquiera pegar un ojo.

El Señor me veía por el espejo, no ah de tener más de 39 o 40, en la ventana izquierda había una identificación, su Nombre era Cedric y un apellido extraño.

No dejaba de mirarme, a broche mi chamarra y poco a poco mis ojos empezaron a cerrarse...

Que esta pasando? Aquellas dos luces blancas se acercaban cada vez más, pintura roja. Ventanas, un volante... Mamá rogándole a papá que parara el auto, había mucha niebla, ellos discutían. Los cabellos rojos de mi madre, al compás con su hermosa piel blanca... Aquel auto de color rojo... Todo término en desastre por unas gotas de alcohol que pueden hacer que el hombre más fino y distinguido... Pierda la razón.

Mis ojos se abrieron de repente, al sentir un movimiento brusco, alguien gritando que despertara de aquel sueño.
- Despierte hemos llegado...

Todo estaba oscuro, sólo se veía muy poca luz dentro de una casa, que mierda... Pero si era de noche.
- Donde es aquí? . pregunte un poco desorientada.
- Mi habichuela es la dirección que usted me dio, le dije que estaba alejado.  Pero a todo esto usted por que viene aquí?
- Eso a usted no le interesa... Dije sacando dinero de mi mochila.
- Habichuela, acaso tu eres hija del doctor?. 
- El doctor? . Pero de que mierda me estaba hablando este sujeto.
- Si cariño, El doctor Elias Palacios el más conocido en Londres. - Dijo mirándome.
- oh si, el es mi padre. Ahora tome, es de lo poco que tengo de dinero. - dije dándole un rabillo y saliendo del auto.

Tome mis cosas, eran muy pocas, sólo una maleta pequeña y mi mochila, no tenía mucho. Hace frío estoy helada, saque de mi mochila la pequeña foto que mamá me dio.  Al parecer era un hombre alto, el cabello corto de color negro, sus ojos era de color café o miel. Di vuelta la foto era increíble si era Ellas Palacios, el aire azotaba los grandes árboles afuera de la casa... Toque el timbre y también la puerta grande de color blanco. Por la puerta pequeña apareció una mujer mayor.

- A quien busca? . preguntó mirándome de pies a cabeza
- Buscó al señor, ah emmmm Ellas Palacios. Dije tartamudeando por el frío que azotaba a mi espalda.
- Eres Alicia Moss? Preguntó de mala gana.
- Si.
- Pasa y cierra la puerta. Dijo caminando hacia dentro.

Cerré la puerta, y comenzó a caminar. Había enormes jardines, las rosas blancas y rojas, todo estaba lleno de rosas. Era hermoso. Estaba parada frente a la puerta de la casa, estaba entre abierta, toque, espere un momento pero nadie se dispuso a abrirla, así que tome la iniciativa y entre a la enorme casa.
Era hermoso, las paredes blancas, una pared con un espejo enorme, rosas. Más rosas rojas en las esquinas de las casas, una gran sala blanca con rojo, todo combinaba a la perfección. El blanco resultaba para mi paz y ángeles.

Alguien habló a mis espaldas.
- Te gusta Alicia? Preguntó una voz gruesa.
Me di vuelta y vi a un hombre muy apuesto, era mejor que en la foto, era su piel blanca y hermosa, sus ojos miel, y sus labios carnosos color rojo, acompañado de ese cabello negro brillante, aquella camisa color negro ajustado a su gran torso, con un pantalón negro igual. Era apuesto en verdad.

- cariño estoy esperando tu respuesta... - dijo mirándome
- si si. Su casa en verdad es muy bonita. - dije con la cabeza agachada.
- bueno toma asiento, tengo entendido tienes 17 años cierto?
- Si.
- Como esta Erina tu madre? . preguntó serio.
- Ella esta bien. Viajó a México.
- cariño yo también viajaré, tengo una junta importante en 5 dias, así que no te preocupes regreso pronto. Salgo mañana por la mañana ahora sólo te mostraré tu  habitación, me alegra que estés aquí, esta casa esta muy vacía.

Empezamos a caminar, subimos unas escaleras, los azulejos eran de color azul rey, esta casa era muy lujosa y hermosa, caminamos por un pasillo y me llevó a un cuarto muy bonito, las paredes eran blancas como el resto de la casa y las sabanas igual, un armario, y detalles de la habitación.

- Tal vez mañana por la mañana no me encuentres, así que desayuna y hay un centro comercial a unos 20 minutos de aquí conoce gente y diviertete. Te deje un manojo de dinero en el jarrón de la esquina. Suerte cariño... Je! Parece que eres muda... Bueno espero te sientas cómoda.
- Muchas gracias por todo señor. - Dije dejando mi maleta en el piso.
- Sólo dime Ellas. Hasta mañana cariño. Dijo saliendo de la habitación.

Acaso todo el mundo esta el loco y se quiere ir de viaje? - dije para mi misma.

Me recoste en esa cama de un brinco con las sabanas blancas, era muy cómoda, mañana iría al centro comercial si bueno, en todo caso que haría aquí sola... Aparte de todo Londres es hermoso.

Tome me celular eran las 10:27 poco a poco mis ojos se empezaron a cerrar.