Capítulo 1

10K 682 145
                                    

Tobirama no recordaba como había ocurrido todo esto. Desde que había conocido a Madara en aquel río sabía que estaba destinado a odiarlo hasta la muerte. Un odio tan enfermizo hacia el Uchiha que ese mismo odio se había transformado en un calor repugnante hasta el punto de ser excitante. ¿Amor? No se lo creía, aunque no podía negar que el calor que abarcaba todo su cuerpo era maravilloso.
Ese repugnante pero maravilloso calor se volvía cada vez mejor cuando mantenía aquellos encuentros pecaminosos con el hombre que más odiaba en su vida, con ese Uchiha.
Como odiaba a Uchiha Madara...

Desde la muerte de Butsuma Senju y Tajima Uchiha, los líderes de ambos clanes. Ahora sus primogénitos eran los nuevos líderes. A pesar que esos dos primeros, Hashirama y Madara fundaron la mismísima Konoha, siempre había una discusión entre uno de esos dos con un secundario... Siempre había una discusión entre Senju Tobirama y Uchiha Madara. Esos dos no se llevaban en lo absoluto, parecía que no podían ni verse en cuadro.

Desde que Tobirama había tratado de matar a Izuna, Madara le había tomado al albino un odio tan enorme hasta el punto de ocasionar una guerra contra ese. Si bien sabía que Tobirama amenazaba con matar a Izuna para hacerlo enojar, él también tenía sus métodos. A Madara le encantaba pasar suficiente tiempo con Hashirama para ocasionar celos en el Senju menor, cosa que causaba otra guerra entre ambos.
Literalmente ambos eran como el fuego y el agua.

Con el pasar del tiempo, Hashirama e Izuna se daban cuenta que Tobirama y Madara habían dejado de pelearse tan seguido hasta cierto punto en que ya no peleaban. Para ellos era realmente extraño ver a sus hermanos no pelear por lo más mínimo, las dudas y teorías sobre él porque comenzaban a surgir.
Hashirama estaba feliz de ver como su mejor amigo y su hermanito ya no discutían, le daba la esperanza de saber que habían entablado una especie de amistad. Por otro lado, Izuna desconfiaba de lo que estuviese pasando entre esos dos, su punto de vista no era el mismo que el de Hashirama. Ambos no comprendían cuando se enteraron que Tobirama y Madara se veían a escondidas ¿Para qué se encontrarían a escondidas de los demás? Allí comenzó a nacer la preocupación.

Hasta que un día Hashirama entro a la habitación de su hermano en busca de una explicación sobre lo que estaba pasando, era normal en el Senju mayor no tocar la puerta al ingresar a la recamara de su hermano, pero al abrir y ver que sucedía en el interior de la habitación se sorprendió por completo, dando un único paso hacia atrás. Sentía que se desmayaría allí mismo. 

Amantes del OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora