¡¡Hola!! Ya sé que dije que el siguiente capítulo estaría el miércoles, pero he estado atenta en los comentarios y he visto que la GRAN mayoría quiere que Alondra siga con Lucas a sí que... ¡Vuestros deseos son órdenes para mi! jajajajaja Aquí tenéis el capítulo 10, espero que os guste. Intentaré que mañana o pasado esté el siguiente.
Un saludo, Alondra.
Narra Alondra.
El metro me dejó en la acera de en frente de mi casa. Tuve suerte porque no había mucha gente y nadie había parecido percibir la desastrosa ropa que llevaba puesta. Crucé la calle y entré en mi casa. Mis padres no estaban, como siempre, pero la mayoría de las luces se encontraban encendidas. Eso solo podía significar una cosa. Entré en el salón y vi a mi hermano durmiendo, con la boca abierta y medio desnudo, y la mesa llena de comida.
-¡¡Julio!! -grité enfadada para despertarlo.
Mi hermano se sobresaltó y me miró asustado. Pareció relajarse cuando vio que era yo y se tumbó de nuevo en el sofá, apoyando las piernas en la mesa de café.
-Joder Alon, córtate un poquito, que estaba teniendo un sueño con unas tías que me la estaban com…
Resoplé interrumpiéndole y él soltó una carcajada. Me acerqué a la mesa y cogí la bolsa de patatas. Mientras la llevaba a la cocina, Julio seguía protestando sobre su maravilloso sueño erótico.
-Bueno hermanita, -me dijo entrando en la cocina -¿cuándo vienen papá y mamá?
-Estarán a punto de llegar listo, así que ve recogiendo esto.
Él me miró frunciendo el ceño y se cruzó de brazos, haciendo que sus bíceps resaltaran. La verdad es que mi hermano estaba bastante bueno. No pude evitar compararlo con Lucas. “Estás obsesionada, joder.”
-No eres mi madre, no me mandes. -respondió sacándome de mis pensamientos.
Me acerqué a él y le miré fijamente, intentando mostrarme lo más fría posible para intimidarle un poco, cosa que me costaba bastante.
-No, no lo soy, pero si soy la más responsable de los dos.
-¿Y? Yo soy el mayor, te saco tres años. -me dijo con una sonrisa triunfal, a lo que yo solté una carcajada de burla.
-Para ser exactos, tú acabas de cumplir los veinte y yo este año cumplo diecinueve. Solo me sacas un año hermanito, deja de inventarte cosas.
Nos miramos sin parpadear unos segundos. Yo crucé los brazos y le miré arqueando una ceja. Él me miraba extrañado.
-¿Tienes diecinueve? -preguntó al final, mirándome de arriba a abajo, comiéndome con la mirada. Yo empecé a sentirme incómoda y asentí rápidamente. -¿Y habrás follado ya no?
Le miré durando unos segundos, para comprobar si estaba de broma o de verdad quería saber la respuesta. Comprendí que iba en serio y suspiré.
-Sí, me he tirado a unos cuantos.
Julio sonrió con malicia y agarró mi cintura con fuerza, dejándome muy pegada a él. Yo intenté alejarle, pero no dio resultado.
-¿Pero qué haces? ¡Somos hermanos, Julio! -grité un poco indignada.
-Somos hermanastros Alondra… ¿O lo has olvidado ya? -me dijo él en un susurro.
¿He olvidado decir que mis padres se casaron diez años después de que yo naciera? Pues eso ocurrió porque mi verdadero padre decidió que era momento de largarse y dejarnos a mi madre y a mí en la calle, sin nada. En esos días fue cuando mi madre conoció al padre de Julio, y, en fin, ya lo normal. Besos, abrazos, sexo, matrimonio y bla bla bla. Hermanastros.
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No sé qué me pasa.
RomanceAlondra es una chica deportista, salvaje, apasionada, vive la vida al momento y no le importa con quien se acuesta o quien entra en su vida. Hasta que conoce a Lucas, el primo de su mejor amiga, que hace que toda su vida se ponga del revés. ¿Podrá s...