Narra Alondra.
Me desperté cansada, no tenía que haberme dormido tan tarde, pero las películas me entretenían demasiado. Giré la cabeza y miré el pequeño despertador digital, que descansaba sobre la mesa. Las ocho y veinte. Ufff… Demasiado temprano “Daría lo que fuese por ser un objeto y poder no hacer nada el resto de mi vida.”. Pero a verdad es que existía una razón para que mi sueño hubiese sido interrumpido: Me daba la impresión de haber escuchado ruido fuera, demasiado cerca de mi casa. Hice amago de levantarme a mirar, pero mi cuerpo protestó y decidí no le di importancia. Cerré los ojos e, apretando fuerte la almohada entre mis brazos, intenté dormirme.
A los diez segundos de haber entrado en el mundo de los sueños, Rihanna inundó mi cuarto. Me levanté corriendo, maldiciendo por lo bajo y regañándome a mi misma por no haberme acostado antes, y cogí el móvil cortando Stay it a la mitad.
-¿Si? -dije bostezando, dejándome caer en la cama
-¿Te he despertado nena?
Una sonrisa me inundó la cara al escuchar su voz, y la enterré en la almohada para ocultar lo feliz que me había hecho una llamada sin importancia. “Sin importancia y una mierda…”
-Lucas, son las ocho de la mañana, ¿no podrías…?
-¡Sh! Tengo una sorpresa para ti.
-¿Una sorpresa? -pregunté extrañada -¿A las ocho de la mañana?
Escuché que él resoplaba al otro lado de la línea y sonreí con un brillo de diversión en los ojos.
-Ya sé que son las putas ocho de la mañana… -respondió después de unos segundos -Pero si no te despierto ahora, no nos va a dar tiempo.
-Pero… ¿A las ocho de la mañana?
-¡Joder Alon! -me quité el teléfono de la oreja al escuchar su grito y me eché a reir.
-Vale, vale… Era una broma. ¿Qué quieres?
-¿Estás en tu cuarto?
-Sí, claro. -respondí extrañada, pero no pude evitar que un pensamiento pervertido me cruzara la mente. ¿Iba a…? -¿Por qué lo preguntas?
-Vístete. -ordenó.
-¿Qué? -todas mis esperanzas se rompieron en menos de un segundo, pero eso no hacía que estuviera menos interesada en la pequeña sorpresa que tenía para mi.
-Que te vistas.
Y me colgó. Miré el teléfono unos segundos, totalmente extrañada y un poco molesta por el tono con el que me había hablado, y después lo dejé en la mesa de noche. Resoplando, me puse unos vaqueros y una camiseta blanca. Me peiné los rizos y me senté en la cama, esperando impaciente algo que no sabía lo que era. Cogí el móvil, nerviosa, y lo puse en silencio, por si acaso sonaba pera no despertar a mis padres. Al minuto empezó a vibrar y respondí con una sonrisa en la cara.
-¿Ya estás?
Lucas sonó nervioso, impaciente, ilusionado. Y eso solo hizo que mi curiosidad aumentara.
-Sí, pero, ¿para qué quieres que me vista? -pregunté con ilusión.
-Ya lo verás.
La puerta de mi cuarto se abrió de repente y yo, sorprendida, escondí el móvil y me metí en la cama, haciéndome la dormida. Respiré hondo unas cuantas veces para ralentizar mi corazón. La sorpresa me la llevé cuando Lucas cruzó la habitación y se sentó a mi lado.
-¡¡¿¿Qué haces aquí??!! -grité incorporándome.
Él se echó encima y me tapó la boca. Sus ojos verdes se clavaron en los míos, y sentí la adrenalina corriendo por mis venas. “'Por dios, que se quite la ropa y me haga suya…”
-Sshhh… Romeo viene a rescatar a Julieta. -me susurró al oído, haciendo que un escalofrío recorriera mi espina dorsal.
Me guiñó un ojo y cogió mi mano, ayudándome a que me incorporara. Bajamos las escaleras en silencio, procurando no despertar a nadie. Antes de salir, detuve a Lucas, que me miró interrogante.
-Espera, mis padres no pueden saber que he salido, me dijeron que hoy tenía que quedarme en casa, con mi hermano.
-¿Tu hermano no es bastante mayorcito como para cuidarse solo?
-Si bueno, pero…
Él sonrió y abrió la puerta, interrumpiéndome.
-No te preocupes, todo controlado.
Miré hacia fuera, dónde algo me impedía el paso hacia la libertad. Julio me miraba sonriendo, con esos hoyuelos tan adorables suyos. Dio un paso al frente y le estrechó la mano a Lucas, que sonrió agradecido, después, se dirigió a mí.
-Anda vete, yo me encargo de nuestros padres hermanita. No te preocupes por “nothing”
Le miré emocionada y me lancé a sus brazos, le di un beso en la mejilla, y Lucas tosió.
-Ejem… Que es mia.
Julio soltó una carcajada por lo bajo y me soltó. Nos despedimos y me llevó de la mano hasta su moto. Mientras me ponía el casco le pregunté:
-¿A dónde vamos? -todavía me comía la intriga por dentro, y ya casi no lo aguantaba más.
-Ya lo verás. -sonrió divertido.
No me dio tiempo a hablar porque él arrancó y aceleró de repente. Me agarré a él pegando un grito y él soltó una mano del manillar y me acarició la muñeca.
-¡¡Agarra la moto!! -grite asustada.
Lucas se rió y volvió a acelerar. El viento sacudía mi camiseta y me entró un poco de frío. Me pegué más a él, y una idea cruzó mi mente unos segundos. Le soplé en la nuca y le di un pequeño beso, sintiendo como su piel se ponía de gallina, y pasé la lengua por su cuello, sonriendo en silencio. Él se estremeció y me miró por el retrovisor.
-Como me sigas haciendo eso vamos a tener un accidente.
Le sonreí y apoyé mi cara en su espalda. Me encantaba tenerle tan cerca. Paramos en una plaza que conocía muy bien. Nos bajamos y él me cogió de la cintura y tiró de mí hacia el Starbucks. Me dijo que me sentara en una mesa y fue a pedir la comida. Vi como hablaba con un chico y luego entraban los dos en la habitación de empleados. Me quedé mirando la puerta hasta que el chico salió. Ni rastro de Lucas. Le busqué con la mirada. Nada.
De repente, alguien me tapó los ojos. Me deshice de las manos, con canas de buscar a algún agresor y meterle una buena, pero me derretí al ver los ojos verdes de Lucas, que me miraba sonriendo. Una magdalena con trocitos de chocolate había aparecido en la mesa. Era enorme. Realmente enorme. Miré a Lucas con la boca abierta.
-¿Cómo has…?
Antes de que pudiera decir nada mas, Lucas se acercó a mí, cogió mi cara entre sus manos y me besó. Yo me entregué a ese beso. Y sentí que de verdad le quería. De verdad. Cuando nos separamos, él me miró a los ojos. Yo miré sus ojos verdes, me encantaban, me derretían.
-Desayuna amor, después hay más.
¡Hola, hola! Aquí el capítulo 11, ya sé que es un poco más corto, pero mañana tendréis el siguiente. ¿Qué es lo que tendrá preparado Lucas para Alondra? Ya lo descrubiréis. :P
ESTÁS LEYENDO
No sé qué me pasa.
RomanceAlondra es una chica deportista, salvaje, apasionada, vive la vida al momento y no le importa con quien se acuesta o quien entra en su vida. Hasta que conoce a Lucas, el primo de su mejor amiga, que hace que toda su vida se ponga del revés. ¿Podrá s...