Auronplay y tu~

Capítulo 31

Estábamos terminando de ver la película que puso Isma. Bueno, yo casi no me enteré de nada, estuve todo el rato pensando en Pedro, Marisol, Diana y todo lo que estaba pasando. Pero por más vueltas que le daba no llegaba a ninguna conclusión lógica.
Al terminar la película nos pusimos a hablar sobre que era lo que podíamos hacer sobre el tema de Pedro.
— Creo que deberíamos quedarnos aquí hasta que se calme todo —propuso Isma.
— ¿Y Marisol y Diana? —pregunté.
— Seguro que están haciendo cosas malas... Como estudiar matemáticas... —río Raúl.
— Mi puño va a estudiar tu cara si dices alguna tontería en un momento así —amenazó Isma a Raúl.
—Perdón, perdón, solo quería intentar haceros reír un poco... Estáis muy serios.
Esto es lo peor, necesito buscar a Marisol. Esta noche iré a buscarla.
—¿Cuánto le queda a Andrés y a Álvaro? —pregunté para cambiar de tema.
—Supongo que... —sonó el timbre—. ¿En serio? ¿Otra vez me interrumpen? — se quejó Raúl y no pude evitar reírme.
—Voy yo, estad en silencio por si acaso —dijo Isma.
Raúl y yo asentimo.
Isma se dirigió a la puerta, nosotros estábamos en silencio,  escuchando lo que pasaba. Por el sonido supuse que miró por la mirilla de la puerta y la abrió. No se oyó nada más. Estuvimos un rato esperando y al ver que no pasaba nada, fuimos lentamente sin hacer mucho ruido hasta la entrada.

Tenía el corazón en la garganta, no se oía nada, además yo iba detrás de Raúl y olía su perfume. Me encantaba. Llegamos a la puerta, estaba abierta y no había nadie. La cerramos, y al volvernos pegaron un salto Andrés e Isma.

Gritaron tan fuerte que a penas se oyeron mis gritos.

―¿Lo has grabado? ―rió Ándres preguntándole a Álvaro―. Qué risa.

―No tiene gracia... ―le miré con cara de asco.

―En realidad ha sido gracioso ―dijo Raúl.

―Eres muy "asustable" ―dijo Álvaro.

―Bueno, ¿qué os ha dicho la policía? ―pregunté.

―Solo nos han recomendado que no salgamos de casa hasta que lo encuentren. Que han recibido varios avisos de gente que le ha parecido verlo por aquí cerca y cerca de tu casa.

Decidido, esta noche voy a buscar a Marisol, seguro que está con Pedro. No puedo imaginar lo que le estará haciendo pasar...

Pasaron las horas y todos se fueron a dormir, y aproveché ese momento.

Salí a la calle, con ropa oscura y una mochila, con linterna y un tenedor. Sí, un tenedor.

Caminé durante horas por las calles, oscuras y frías. No pasaba nadie, era demasiado tarde. Solo se me ocurrió ir al bar donde nos conocimos después de tanto andar. Y allí estaba, esperándome. Apoyado en su coche negro, con esos ojos claros, que con tan solo mirarlos podían llegar a enamorar.

―Sabía que vendrías a buscarme. Eres lo suficientemente inteligente para haberte dado cuenta de que Marisol está conmigo.

No le dije nada, solo me quedé observándolo. Necesitaba pensar en cada palabra. Debía salvar a Marisol, aunque me costáse la vida.

―¿Dónde está el chico? Raúl.

―Él no tiene nada que ver en todo esto, así que si quieres matar a alguien, mátame a mí. Pero deja en paz a Marisol y a Raúl.

―No voy a matarte aún, no sería divertido, necesito verte sufrir.

―¿Qué vas a hacer?

Se acercó a mí, yo no pude reaccionar, tenía miedo, me quedé quieta.

―Es una sorpreda ―susurró en mi oído.

Cogió mi barbilla y me besó. Acto seguido inyectó una jeringuilla en mi cuello y noté como el líquido lentamente corría por mi sangre y como poco a poco empezaba a marearme y caí en sus brazos.

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Bueno espero que os haya gustado! Un besaso.