Capítulo 30

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Tenía miedo, eso no podía negarlo, pero tarde o temprano debían atrapar a Pedro. Además, es imposible que descubra que estamos aquí, él no llegó a conocer a Álvaro.

Estaba en el sofá de Álvaro, sentada mirando hacia abajo pensando que todo iba a salir bien e intentando relajarme mientras Andrés me preparaba una tila.
De repente noté que alguien se sentaba y me daba un abrazo.

—__, no te preocupes, todo estará bien —dijo Raúl con una media sonrisa.

Inmediatamente me tiré a darle un abrazo. Estaba súper contenta de que no le hubiese ocurrido nada.

―¿Y esta felicidad por verme? ¿Y por qué estás tan calien...

No pude evitar reírme por la última pregunta impidiendo que acabase la palabra.

―Pensaba que te había pasado algo. Y tengo fiebre...

―Tenía el móvil apagado...

―Prométeme una cosa ―le miré a los ojos muy seria.

―¿Qué quieres que te prometa?

―Que pase lo que pase en estos días no te vas a separar de mí. Por favor, no quiero perderte.

―Eso nunca a pasar.

Seguimos mirándonos a los ojos, me perdí en su mirada hasta que él miró mi labios con deseo. Fuimos acercándonos muy lentamente a la vez que iba cerrando los ojos. Hasta que pasó, nos besamos; fue un beso muy dulce, pero muy corto. Necesitaba más, pero no era el momento ni el lugar con Andrés y Álvaro por ahí.

Nos separamos y abrí los ojos. Me estaba mirando y no pude evitar sonrojarme. Él solo me miró y sonrió.

―__... Creo que...

―¡Chicos! ¡Venid! ―gritó Andrés desde la cocina.

¡Me acaba de arruinar el momento! Si no fuese mi amigo lo mataba...

Nos levantamos rápidamente del sofá y fuimos a la cocina.

―¿Qué quieres? ―le dije a Andrés un poco borde.

―Ha llamado Isma, dice que no sabe donde está Marisol. Y que viene para acá él solo.

―¿Cómo que no sabe dónde está? ¿Es el día de los desaparecidos o qué?

―No, eso es el 30 de agosto ―dijo Álvaro.

―¿Y tú como sabes eso? ―preguntamos Andrés y yo a la vez.

―Me aburro en casa...

―¿Y no puedes hacer como la gente normal y hacerte una...

Sonó el timbre interrumpiendo a Raúl.

―¡Ya voy! ―gritó Andrés.

―¿Por qué me interrumpe todo el mundo hoy? ―se quejó.

Y me empecé a reír porque tenía razón.

    • • • 

   Isma nos contó que cuando despertó Marisol no estaba en su casa, y que últimamente estaba algo borde con él.

Y pensó que estaría con el período y por eso no se preocupó mucho.

Después de explicarnos esto, Álvaro dijo que le había pasado algo parecido: Diana se fue por la noche con la escusa de que se había olvidado que tenía que hacer una cosa.

Inmediatamente pensé que las dos tramaban algo juntas. Pero era imposible, se llevaban demasiado mal para hacer nada las dos.

Así que descarté esa opción y seguí pensando en donde podía estar Marisol. Diana me daba más igual, ya que no me caía tan bien.

Por lo que propuse ir a la policía para avisar de las desapariciones, pero Andrés nos dijo a Raúl, a Isma y a mi que nos quedásemos para no correr el riesgo de que Pedro o  Jerry nos viese. Nos pareció buena idea, y nos quedamos en la casa de Álvaro con las persianas bajadas viendo películas.

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Bueno, espero que os haya gustado, ha sido corto pero intenso... Os prometo que los siguientes episodios va a empezar el salseo niveles máximos. Y por cierto, subiré capítulo todos los 28 de cada mes, aunque intentaré subir antes, lo siento pero hasta que no lleguen las vacaciones de verano que tendré más de 3 meses no creo que pueda hacer capítulos tan seguidos. En serio, lo siento. Un abrazo virtual y besitos muak muak <3

Auronplay y tu~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora