Mía, tuya , nuestros

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Es un plus regalo, es la primera vez que escribo algo así, en fin. Besos no olviden comentar y darme estrellitas. Hasta pronto 😘😘😘😘😘😘😘😘😘💕😍💕😍💕😍💕😍😍💕😱🐣😳🙌
LOS EXTRA, SE VIENEN LOS EXTRA.  CUATRO EXTRAS MÁS CON MUCHO AMOR GENTE 💝

(Dominick)


Contuve un suspiro de alivio al entrar de la mano con Emma a las habitaciones ducales. Ya estaba hecho, ella era oficialmente mía. Un temblor de anticipación me recorrió exitandome por completo.

Emma tembló a mi lado. Besé su mano.

- ¿Estas nerviosa, amor?- pregunté en un susurro.

- Un poco- musitó, evitando mi mirada.

Casi sonreí. Ella era muy tierna.

- Sólo somos sólo tú y yo Emma, entregándonos por completo- acaricié su brazo- No me temas.- hablé levantando su barbilla, para poder ver su rostro.

Emma soltó una carcajada.

- No te temo a ti, cariño- sonrió y se sonrojó y me preparé para la verborrea que soltaría, como siempre  hace, cada vez que está nerviosa- temo no gustarte y temo no complacerte, sé que has tenido amantes y siendo sincera mi experiencia es nula al respecto, es verdad que he leído mucho sobre ese tema, porque toda jovencita siente curiosidad, y he visto a algunos animales en las granjas y la verdad tengo muchas dudas al respecto y pues no estoy tan segu...

No pudo terminar su frase, porque mi boca se posó suavemente sobre la suya. Con mi lengua recorrí su labio inferior, para morderlo suavemente. Cuando ella soltó un gemido, vi mi oportunidad para entrar en su boca. La exploré y saqueé todo lo que pude, hasta que fue necesario para ambos respirar un poco de aire.

La apreté de la cintura atrayéndola a mi cuerpo, eliminando cualquier otra barrera que no sea nuestra ropa. Emma jadeó en respuesta al sentir la prueba de mi excitación presionándose contra su vientre.

- ¿Me sientes, nena?- pregunté en su oído, suspirando en él- estoy ardiendo por ti, y no hiciste nada más que besarme, mi cuerpo te desea tal y como eres.- tomé el lóbulo de su oreja con mis dientes- no necesitas ser una experta en el tema para tenerme temblando por ti.

Emma jadeó nuevamente. Bajé mis labios hasta su barbilla y seguí un camino hasta su cuello. Ella olía enloquecedoramente a fresias. Restregué mi nariz contra su fina garganta y deposité suaves besos, haciendo una ligera presión. Los gemidos de mi duquesa no tardaron en aparecer, tampoco sus manos sobre mi cabello.

- Me pareces hermosa tal y como eres, y no necesitas una clase teórica sobre hacer el amor.- susurré - voy a enloquecerme cuando entre en ti- acaricié sus muslos con mis manos- Haré que grites mi nombre cuando llegues justo a la cima y luego te tomaré de nuevo, hasta que ambos olvidemos la realidad- susurré contra su garganta.

Di un paso hacia atrás, separándome de ella.

- Ahora vamos a quitarte este precioso vestido- murmuré con voz ronca y agregué- ¿te mencioné lo irresistiblemente hermosa que te veías hoy.?

- Sólo un par de veces- susurró sonriendo.

Me dirigí hacia su cabello para soltar las horquillas que sostenían algunos mechones de este, el cual cayó con suaves ondas sobre sus hombros.
Con dedos temblorosos me deshice de las amarras y los botones del vestido. De pronto era yo quien me sentía repentinamente nervioso. L a prenda cayó sobre los pies de Emma. Me hice a un lado para poder contemplarla.

Su visión  me dejó sin respiración. Llevaba un transparente camisón que dejaba muy poco a la imaginación, y en un gesto tan impredecible y sensual, Emma miró mis ojos lentamente para disponerse a deshacerse de su femenina prenda, lentamente desató las cintas de sus hombros y dejó que se deslizase como agua por su cuerpo.

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