—¿Por qué demonios nunca mencionaste que tenías una hermana?
Klaus mira a Hayley con el ceño fruncido.
—Porque no es mi hermana –responde de la misma manera.
—Es tu hermana, no de sangre, pero lo es -brama molestó.
Hayley se cruza de brazos.
—¿Y a ti qué diablos te importa?
—Me importa porque nunca lo dijiste, Hayley –gruñe–. Ella chica es tu hermana, lo quieras o no.
—No es mi hermana.
—Hayley, Niklaus tiene razón –interrumpe Elijah.
La híbrida chasquea la lengua.
—No se metan en mis asuntos, si–dice–. Ustedes no saben nada de ella.
Justo en ese momento, el canturreo dulzón de Aisha se escucha. Pasan segundo hasta que la joven entre de lleno a la habitación.
— ¡Hola! –saluda alegremente cuando los ve. Meneando en sus manos el mango del cuchillo.
—Aisha, larg-...
—¿Qué haces con ese cuchillo? –pregunta Elijah al ver como gira en mango entre sus dedos.
La joven se encoge de hombros mientras sigue jugando con el artefacto. La verdad era que estaba aburrida y una vocecita en su mente le dijo que sería divertido jugar con un cuchillo, y ella, como hacia habitualmente, le hizo caso a la voz.
—Nada, sólo juego –inesperadamente lanza el cuchillo al aire, atrapándolo entre sus manos cuando esté cae.
—¡Qué demonios! –chilla Klaus.
—Aisha –llama el trajeado–. ¿Por qué juegas con eso? –pregunta suavemente, acercándose a ella–. Podrías lastimarte, cariño.
La oji-azul frunce la boca en un puchero.
—Pero es divertido –murmura.
—Puedo enseñarte hacer otras cosas que no impliquen cuchillos –sugiere extendiendo una de sus manos–. ¿Podrías dármelo?
—No –se aparta de golpe, abrazando el cuchillo en su pecho, este de lo largo que estaba, rozaba la punta con el principio de la quijada de la joven. Si bajaba la cabeza, iba a enterrárselo.
—Dame el cuchillo, Aisha -ordena Hayley, parándose alado de Elijah.
—No.
—¡Que me des el cuchillo, mocosa! –gime jalándola del brazo.
Klaus y Elijah abren la boca sorprendidos por el arrebato de Hayley y por el grito que suelta su hermana al ser cortada levemente con el cuchillo.
—¡Hayley! –Elijah la aparta, para poder estirar la mano y alzar la quijada de Aisha, quien lloriquea a todo pulmón.
Una pequeña línea de sangre empieza a escurrirse entre su cuello.
—Demonios ten más cuidado –Klaus le dice–. La pudiste haber lastimado.
—La lastimó, querrás decir -interrumpe el original mientras toma el pañuelo de su bolsillo-. Aisha, cariño, alza la cabeza, por favor.
La nombrada niega lentamente.
—Me duele -se queja intentando apartarlo.
—Lo sé, pero si lo haces dejará de dolerte.
—¿Lo prometes?
—Obviamente no, mocosa –Hayley deja el cuchillo lejos de su hermana. Le quita el pañuelo a Elijah y toma con fuerza la cara de la joven para alzarla con brusquedad. La oji-azul suelta otro chillido por la fuerza que hace Hayley.
—¡Me lastimas!
—¡Hayley! –gritan ambos originales.
Pero la híbrida se hace oídos sordos. Pasando el pañuelo por el cuello de Aisha. Limpiando la sangre.
—Detente–la mano de Klaus la detiene. Hayley le hace caso, mirándolo con molestia–. La estas lastimando.
—¿Es que no lo entiendes? –dice exasperada–. Tienes que tratarla así para que entienda –suelta el pañuelo mientras Elijah aleja a Aisha–. Ella no es normal, va a volver a hacerlo una y otra vez, hasta que termine muerta.
— ¡Yo entendí que está mal jugar con cuchillos! –chilla Aisha abrazando a Elijah.
La híbrida rueda los ojos. —No, no has entendido –se da vuelta con intensión de acercarse, pero el agarre de Klaus se lo impide
—Tienes que calmarte, no es su culpa.
—Suéltame –exige–. Suéltame, Klaus.
—No hasta que te calmes.
—Estoy calmada –escupe–. Suéltame ya, no voy a hacerle nada –el híbrido dudoso la suelta. Hayley le echa una mirada a su hermana antes de volver a hablar–. Va a volver hacerlo y si no quieren que la golpee, más les vale encargarse ustedes.
—Mentira –murmura Aisha, repentinamente calmada.
—Yo se los advertí –le dice a ambos vampiros y seguidamente deja la habitación con un portazo.
—Se ha vuelto loca –chista Klaus–. Sólo exagera.
Y con eso todos se van hacer sus respectivas actividades. Cabe mencionar que ese día fueron interrumpidos por risas y lloriqueos de Aisha, quien termino con más heridas de cuchillos en el cuerpo.
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GHOST ➳ The Originals.
Fanfiction❝- ¿Por qué hiciste eso? Pudiste lastimarte o romperte un hueso. La oji-azul hace morritos con su boca antes de contestar. -Tu dijiste que era un ángel. Y yo quería volar.❞ La primera parte de la canción había em...