final; parte uno.
Había una historia que leyó en el libro que Elijah le había regalado. Una historia que relataba un escenario de amor y odio, de venganza que crecía como el retoño de una diminuta planta hasta que finalmente se convertía en un árbol que daba frutos envenenados, una historia donde solamente gobernaban aquellos sentimientos, donde dominaba más la venganza y el odio, sentimientos enfermizos, que el propio amor. Y quizás no supiera o sintiera de aquellos sentimientos como lo hacían esos personajes, pero si bien no estaba plenamente consciente de aquello, la historia no se alejaba mucho de su realidad.
Se preguntaba constantemente si ella podía ser capaz de albergar todo eso junto. Y supo que podía cuando la respuesta le llegó en forma de susurros pausados, susurros que revotaban en todos los recovecos de su cabeza. Fue entonces cuando creyó estar atrapada en el libro de aquella historia, historia que poco a poco se había tornado una pesadilla. ¿Se merecía todo el daño que estaba haciendo y recibiendo? ¿Realmente era tan mala como para almacenar odio y venganza hacia una familia que no le había hecho nada?
Lo era.
Un jadeo y sus ojos se abren.
Por un momento pensó que todo fue en sueño, rogó que todo el ardor que sentía sólo hubiera sido un sueño espeluznante, una horrible pesadilla, pero no era así. Sabe que todavía seguía en su propia historia llena de resentimientos, lo sabía porque los susurros todavía seguían en su cabeza, tan malos, tan demandantes.
Se sentía extraña, porque por primera vez no sólo había voces, si no también rostros, miles de rostros, personas que le miraban con empatía y pequeñas sonrisas, mientras susurraba que al fin todo estaba listo mientras la miraban desde lo alto de un altar que parecía no tener fin. No podía descifrar la manera en que esos rostros jugueteaban entre sí, señalándola con sus dedos larguiruchos y pálidos.
Se acabó. Se acabó.
Quiso gritar, quiso levantarse del piso en donde estaba y salir corriendo de ese lugar para refugiarse en los brazos de su madre que nunca la habían abrazado, quiso correr para sentirse protegida con la calidez que su hermana le brindaba al estar tomadas de mano. Eran tantas cosas que quería.
Las brujas le miraron y en un parpadeo repentino fue el momento en que todas habían dejado de mirarla para dirigir sus ojos y dedos hacia atrás de ella, más allá a donde podía ver. No quiso girar para comprobar que era eso que había robado su atención, pero lo hizo, volteo la cabeza y juro que cada una de las venas de su cuerpo ardieron mientras se frotaban entre sí como si fueran una lijas, la desesperación, las ganas de llorar y gritar incrementaron cuando vio aquella figura acurrucada en lo que parecía ser la esquina de dos paredes, no podía ver su rostro, porque el espeso cabello lo cubría, pero eso no impidió que viera todas las heridas sangrantes, todo ese aspecto de putrefacción que le causaba una sensación de querer acabar con todo en ese momento, como si estuviera viendo un pedazo de ella misma siendo torturado.
No lo recordaba así.
Lo peor fue cuando la figura levantó la cabeza en su dirección y se dio cuenta que hilos de espesa sangre caían del lugar donde debía de haber un par de cuencas porque no había ojos, ni nariz o cejas, simplemente una boca con finos labios que se manchaban con los hilos de la sangre. Pudo sentir que aunque no había ojos que la miraran, efectivamente la estaba viendo como si estuviera esperando un final inevitable, seguidamente sólo presenció cómo sus labios se abrieron y la voz que escucho le causó escalofríos junto con un dolor infernal en el corazón.
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GHOST ➳ The Originals.
Fanfic❝- ¿Por qué hiciste eso? Pudiste lastimarte o romperte un hueso. La oji-azul hace morritos con su boca antes de contestar. -Tu dijiste que era un ángel. Y yo quería volar.❞ La primera parte de la canción había em...