♙35.

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Klaus la miró escéptico, impresionado. Las palabras habían entrado a sus oídos de una manera que logró calarle en cada rincón de su cerebro y la extraña sensación de pesadez que su cuerpo sentía en los últimos días incremento.


Delante de él estaba la viva prueba de que realmente esas voces existían, de que manipulaban a su antojo como si fueran simples muñecos de arcilla que podías hacer, deshacer, ensuciar y tirar al antojo que quisieran. Delante de él estaba Hayley, la persona a quien anteriormente quería ahorcar con sus propias manos hasta dejarla inconsciente y que ahora, parecía tan indefensa que no sabía que pensar al respecto.


Había admitido que lo engaño, le admitió en la cara que no había sido por voluntad propia y no estaba del todo consiente, sin embargo, aunque no entendiera en lo más mínimo la situación y tampoco confiara plenamente en la híbrida porque nada le aseguraba que eso sólo fuera un juego más, ambos estaban en un camino extraño, un camino con miles de atajos de los cuales no sabían cual tomar.

—Tu madre está viva –dice después de mantenerse callado, dando un paso hacia atrás.


—Al parecer –sonríe con amargura sirviendo su nariz–. Ella está viva, sé lo que vi, no fue sólo producto de mi imaginación.


— ¿Que tan segura estás de ello? –desconfiado le lanza una mirada.


Hayley aprieta los labios, mirándolo de la misma forma, salvó que sus ojos estaban rojos por la irritación que el llanto provocó. Sabía que Klaus tenía sus razones para desconfiar de ella, pero estaba segura de que las cosas que estaba diciendo eran verdaderas.


—Como jamás lo he estado en mi maldita vida –responde con amargura, limpiando las lágrimas de su cara con un movimiento de manos grotesco–. Estoy diciendo la verdad, Klaus.


— ¿Que tan segura estás de ello? –repite con el mismo tono–. Hace no más de una hora estabas llevando mi culo a un lugar que no era el que estaba buscando, Hayley.

— Ya lo sé. Soy consciente de ello.


—Que bien que lo sepas –granza–. Estoy en todo mi derecho para desconfiar de ti, ¿qué me asegura que esto no es sólo uno de esos juegos de lo que hablas?


—No es más un juego para mí –presiona sus brazos a cada lado de su cuerpo–. Yo he salido del tablero y deberíamos considerarlo una ventaja para lo que sea a que quieren.


—Una ventaja que no se si nos hará ganar o perder.


Ambos se quedan en silencio, la tensión en el cuerpo de Klaus es notable al igual que el aura desastrosa que rodea a la híbrida.


—No me crees.


No es una pregunta, Klaus lo sabe.


—No he dicho eso, pero ya estoy harto de estar en la misma posición sin poder dar un paso más porque no sé a dónde demonios ir, Hayley. Sin poder diferenciar lo que es verdad y lo que es mentira.

GHOST ➳ The Originals.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora