GHOST ➳ The Originals.

♙26.

Comienza a tropezar con sus propios pies mientras recorre los pasillos, tiene que sostenerse de la pared para no irse de boca o caer de plano al piso. Las voces empiezan a cantar el inicio de la canción conforme se va acercando hacia el estudio de Klaus y lo único que quiere es dar media vuelta y correr hacia los brazos de su verdadera madre, refugiarse y quedarse dormida hasta que cuando abra los ojos de nuevo de cuenta que sólo fue un sueño, un horrible y tortuoso sueño.

¿Por qué tenía ella que hacer esa parte? ¿Por qué tenía que contarle todo a los Mikaelson? Tenía miedo, mucho miedo y no quería hacerlo. Pero el simple hecho de que ellos no había hecho preguntas a lo largo de su estadía aquí por su actitud o sus ataques, no significaba que no iban a hacerlo ahora que había tenido otro episodio donde parte de su naturaleza había salido a la luz. Era tonto si lo pensaba ahora, toda su vida supo quiénes eran los Mikaelson ya que todo ser sobrenatural los conoce, sin embargo, no pensó que fuera a convivir con ellos, así como tampoco creyó que la dejarían entrar a sus vidas así como así, sin mendigar sobre el pasado.

Se ríe entre dientes, divisando la puerta del estudio. Quien diría que las personas que desconfían de cualquiera, no lo hicieron con ella.

Un escalofrío le recorre el cuerpo entero cuando la canción en su cabeza finaliza con el tono y las voces tan sombrías que le dejan un mal sabor de boca. Se sostiene del marco de la puerta con una mano e inhala hondo, intentando lucir confiada de sí misma y no asustada.

—Hey

Llama con voz ligera a las tres personas dentro de la habitación. Estas voltean la cabeza por inercia, Elijah y Klaus le miran preocupados y el otro vampiro, que conoció hace poco rato, tiene la vista pérdida en algún punto de su persona.

— ¿Amor? ¿No te llevo Freya a tu habitación? –Klaus se pasa las manos por la cara rápidamente.

Niega con la cabeza, abriendo la boca para buscar las palabras exactas y sin embargo, no sale ninguna. Las voces empiezan a cantar de nuevo, tensándola y siente que en cualquier momento va a salir corriendo de ahí por como los tres vampiros le miran.

Da un pequeño respingo cuando siente unas manos posarse en sus hombros. Y apenas gira la cabeza un poco se topa con la mirada azul de Dena, quien le mira sonriendo y dándole alientos.

—He cambiado de idea –murmura dirigiendo su vista hacia el frente–. Voy a estar contigo en todo momento.

Aisha le agradece silenciosamente, sintiéndose un tantito mejor. No se preocupaba por que alguien de la habitación pudiera ver a la mujer, pues efectivamente nadie a parte de ella, podía verla.

—Llamen a Freya –dice adentrándose con paso pausado–. Ellas no quieren que hable con ustedes. Pero tengo que hacerlo.

Es notable la cara de ambos originales cuando la información llega a sus oídos. Ambos hacen una mueca de sorpresa y después sus facciones se vuelven sombrías. Ninguno dice nada al respecto, sólo se quedan en silencio por unos segundos procesando sus palabras.

— ¡Freya! –Elijah dice en voz alta mirando hacia la pared continua–. ¡Freya!