El ataque

1.3K 5 1
                                    

Esto era exasperante. ¿Cómo podía pasarme una noche entera divagando sobre Dylan?

Lo odiaba. Y me odiaba aún más a mi misma por no poder dejar de pensar en él. Y ahora tenía un sueño terrible por su culpa.

¡Ah, no! Y aún había más. Me pasé veinte minutos pensando en qué demonios me iba a poner antes de decidirme por una blusa negra suelta con un cinturón que me ceñía la cintura, unos shorts desgastados casi blancos y mis tacones en color nude.

¿Cómo era posible que conociera a ese chico ayer y hoy ya me preocupara por si me veía guapa? ¿Enserio? ¿Es que había perdido la cabeza? Preferí cortar bruscamente ese hilo de pensamientos antes de que los muebles de mi habitación empezaran a volar y chocar contra las paredes con furia (cosa que siempre pasaba cuando estaba furiosa) y me dediqué a ayudar a Iris a prepararse para el colegio.

Antes de entrar en la escuela paré en una cafetería y me pedí dos cafés cargaditos, así, por lo menos, aguantaría hasta por la tarde. Me los bebí en unos pocos tragos mientras caminaba a la puerta de la escuela, pero en cuanto entré supe que algo iba mal. Muy mal.

Los pasillos estaban muy agitados, llenos de alumnos que se susurraban unos a otros con miradas asustadas. Unos cuantos hablaban por el movil, y por lo alcancé a captar, querían irse a casa.

Busqué con la mirada a alguno de mis amigos, y los encontré en una esquina susurrando también.

-¡Hey! ¿Qué ha pasado aquí? Parece que hubieran visto al Dragón siendo amable.

-Mel, han atacado al director. Lo han... matado - Lara tragó saliva. -Ningún profesor sabe que ha pasado, al parecer lo han encontrado muerto en su despacho, que estaba totalmente destrozado, como si hubieran estado buscando algo. 

Me quedé de piedra.

¿Alguien había matado al director? ¿Cómo era eso posible? ¿Y qué se supone que andaban buscando?

Abrí la boca, pero no dije nada. Últimamente tenía demasiadas preguntas en la cabeza, primero con Dylan y ahora con el director. ¿Qué coño está pasando aquí?

Y hablando del rey de roma, pensé cuando vi aparecer a Dylan por la puerta. Estaba condenadamente guapo, tanto, que debería estar prohibido. Sacudí la cabeza y me di una bofetada mental. ¿Qué haces Melissa? No se te ocurra pensar en-quién-tú-sabes.

Pero fracasé estrepitosamente. Por más que lo intentaba, mi mente no paraba de re-dirigirme de nuevo hacia él.

-Hola -saludó a todos, pero solo me miraba a mí.

Aparté la mirada antes de que empezara a pensar en cosas como "¡Dios, que bueno está!" o "¡Qué ganas de besarle!" ...

-Alumnos -anunció la voz del Dragón por toda la escuela -como ya sabréis, nuestro director ha muerto. Los profesores hemos decidido que yo le sustituya, y dado que todos nosotros estamos muy afectados por estos hechos recientes, hoy no daremos clase, pero si tendréis que ir a vuestra aula de tutoría y quedaros allí hasta que hayamos avisado a vuestros padres.

El Dragón, ¿director? Puff, esto se iba a poner muy feo por aquí.

Me dirigí lentamente a mi aula con mis amigos, Dylan incluido.

Nuestra tutoría era el aula más alejada y solitaria de toda la escuela. Y nuestro tutor, cómo no, era el Dragón.

HechizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora