Capítulo 4
Llegamos y Adriana nos recibió en la segunda puerta (la privada) como la primera vez. Esta vez traté de verme más normal y empezó mi actuación.
La salude con una sonrisa y seguí con tranquilidad a mamá quién está vez no se dirigía a la puerta donde entró el día que me presentó aquel video perturbador.
Entramos a un ascensor y bajamos un piso, cuando la puerta del ascensor se abrió, salimos y el aire que circulaba en el lugar empezó a erizar mi piel y me provocó un hormigueo en los pies, caminamos hasta llegar a una puerta de vidrio y entramos, no podía creer lo que estaba viendo, era el laboratorio, y estaba subterráneo, oculto, habían como mil vasos transparentes con aguas turbias que tenían algo adentro.
Mamá, quien había permanecido callada, tomó unos guantes y me los dio y tomó otros y se los puso, agarro uno de los frascos y me dijo:
- Gloria, éste es uno de los sitios más importantes de este lugar, no es un simple laboratorio, significa vida y esperanza para todas nosotras, en los frascos que vés aquí se encuentran los espermatozoides que permiten que la vida humana siga. Por eso es que a diario mujeres vienen aquí, para llevarse dentro de ellas uno de éstos.
+++ En ese momento recordé, hablaba de los espermatozoides, los de su libro, los que extrajeron a los hombres antes de lanzarlos al mar+++
- Ya veo mamá, - fue lo único que pude decir.
- Ven, te presento a algunas encargadas del lugar – me dijo, mientras caminaba.
Me presentó a tres mujeres, Verónica, Marcia e Isabel. Ésta última fue a quien ordenó mamá me llevara al otro lugar, creo que escuché que le dijo al "lugar de las reglas".
Entramos al ascensor y subimos al primer piso. Salimos del ascensor y caminamos hasta una puerta negra de metal que había al fondo del pasillo, Isabel abrió la puerta y había un jardín, bancas y una fila como de 10 casas, cuatro de ellas eran de dos pisos.
Isabel tragó grueso, aclaró su garganta y me dijo:
- Éste es el lugar más secreto del laboratorio de las guerreras y aquí solo entra personal autorizado por tu madre Beatriz.
- ¿Por qué? –pregunté ansiosa y perpleja, éste había sido el lugar más normal de todo este laboratorio, qué podría ser, lo único que imaginaba es que fuera un lugar acondicionado para que durmieran las trabajadoras o algo así.
- Aquí.... -Se detuvo por un momento- aquí es donde se les enseña a ellos las reglas- apuntó mientras hablaba a una de las casas de dos pisos. – vamos, para que comprendas mejor- me dijo y caminamos hacia esa casa.
- Mientras subíamos las escaleras, Isabel me dijo, que ese lugar era lo mejor que podían tener, y que gracias a mi mamá el futuro de las mujeres sería mejor, que ya no volverían a ser mujeres sumisas y sometidas por los hombres.
- Cuando estábamos arriba me invitó a ver desde la ventana lo que ocurría adentro del salón, habían como 10 chicos, todos con uniformes azules y estaban con los ojos fijos en la clase que estaba impartiendo una mujer, quien me resultó conocida.
- Ahh es ella – dije en voz alta, cuando recordé que la había conocido en la sala donde vi aquel video.
- ¿La conoces? – me preguntó Isabel- es una de las 12 - me dijo.
- Sí -le dije mientras me daba cuenta de que Isabel había clavado su mirada en uno de los chicos, el último de la fila, tenía como 20 años y su mirada era fría y apagada. Isabel lo miraba de una forma peculiar e intimidante, y no comprendía por qué, el chico no estaba haciendo nada extraño, solo estaba en clase como los demás.
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Espermatozoides Congelados
RandomEsta es una novela corta sobre algo que muchas sueñan; Un mundo sin hombres.. sigue leyendo y descubre si te gusta este mundo Crédito de foto actual de portada: http://www.azoospermia.es/wp-content/uploads/Ausencia-de-espermatozoides.jpg