Enséñame

Record Guinness

Me detuve a firmar el papel donde estaba mi nota.

Tomando la pluma entre mi mano derecha.

Aun en ropa práctica.

Tal como lo había ordenado mi profesora.

Sato verifico el pasillo junto a la hora

Asegurando la puerta.

Yo me erguí.

Ella se acercó.

Abrazando mi cuerpo por detrás.

Haciéndome temblar de ganas.

Cuando observo mi extremidad izquierda.

Regaño mi cambio de vendaje.

Renovación que hice muy pronto.

Para evitar que se viera sucio el material al ir a verla.

Luego.

Colocando su boca muy cerca de mi oído me pregunto.

"¿Me haz extrañado Korra?".

Acariciando mi abdomen por debajo de la franelilla.

Dirigiendo los labios calientes desde el lóbulo de mi oreja.

Hasta el comienzo de mi espalda.

Mordiendo.

Saboreando la parte trasera de mi nuca.

Dibujando un camino de labial.

Dejando de palpar mi grupo muscular anterior.

Para pasar al posterior.

Delineando todo a su paso.

Con tacto experto.

Trapecios.

Deltoides.

Romboides.

Supraespinosos.

Infraespinosos.

Redondos.

Dorsales.

"Como la luna al sol en cada amanecer Asami".

Le respondí.

"Claro que te extrañe, mi cuerpo te puede dar fe de eso".

Liberé sutilmente.

Asami agarró mis glúteos.

Estrujando.

Clavando sus uñas.

Lijando la piel.

Apretando.

Masajeando el placer.

Cobrando lo que no pudo hacer libremente minutos antes.

Me fascinaba que ella me tocará.

Que detallara cada parte de mi cuerpo.

Agraciándose con el resultado de arduas horas de entrenamiento o regaló de la genética.

"Korra me encanta tu espalda ancha y abdomen cincelado".

Se le escapo.

Me volteé.

Para dar un discurso de premios Oscar detallando todo lo que también me gustaba de ella.

Devolver el halago.

Pero Asami me calló con un beso.

Rápido.

Agregando una interrogante.