Esposas

4.9K 403 63
                                    

Ella empezó a vestirse.

Desconcertando mi mente.

"¿Qué harás el sábado en la tarde Korra?"

Interrogó.

Ignorando por completo mi necesidad.

Alegue que no tenía nada planeado para ese día.

Según recordaba.

Entonces mi profesora me aconsejó estar pendiente del teléfono para vernos.

"Aún debo limpiar tu herida".

Expresó.

Sacando un espejo pequeño de su bolso Gucci negro.

Para arreglarse.

Mientras yo movía mis piernas impaciente.

Aún caliente.

Esperando.

Un milagro.

En el silencio.

Ella dejó un pañuelo sobre el escritorio y me dijo.

"Limpiate bien, me tengo que ir se me hace tarde".

Agradeciendo con un beso cortó por lo del día.

Caminando hacía la puerta.

"¿En verdad pretendes dejarme en éste estado Asami?".

Articule.

Exponiendo la exigencia que ella provocó.

La llamarada que encendió.

Sato ignoró mi demanda.

Desviando su camino.

Acercándose a la ventana.

Acomodando su precioso cabello azabache.

Contra el viento que dejó entrar al deslizar el cristal.

Suspire tolerante.

Captando que a un seguía presa.

"¿Por lo menos me podrías quitar las esposas?".

Señale un poco frustrada.

Ella volvió a reprocharme.

"Esa no es la forma correcta de pedirme algo Korra".

Rayos.

De nuevo pase por alto su importante título.

Ventaja.

Rango.

"Disculpe mi atrevimiento profesora Asami".

Enmendé.

"¿Cree que me pueda dar la llave de éstas esposas?".

Rogué moviendo mis brazos atrapados.

Ella hizo un gesto aprobatorio.

Sacando mi libertad de un bolsillo.

Mostrando la pieza.

Un llavero.

Generando que mis labios dibujaran una sonrisa.

Que pronto desapareció al ver como dejaba caer al vacío mi salvación.

Tirando por la ventana la llave de mis esposas.

"Arréglatelas Korra, llama a tu amiga en traje de baño para que te las quite".

Enuncio.

Sonriendo.

Tomando sus cosas.

Se despidió.

EnséñameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora