Juego

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Opal pareció entristecer a lo dicho.

Bajando la mirada.

"Pensé que me comentarías cuando estuvieras con alguien Korra".

Dijo.

"¿No recuerdas que prometimos contarnos todo?".

Sumo tras una pausa.

Recapitulando el convenio.

Un acuerdo cierto y lógico.

Pero no podía confesar lo que pasaba con Asami.

Era demasiado peligroso que alguien se enterara.

Sin importar quien fuera.

Por eso opte articular una mentira piadosa.

"Estas marcas son solo una burla de mi prima Eska, ya sabes que ella juega rudo con sus bromas".

Un tiempo corto de silencio sumado a la convicción que afinque en la oración dieron frutos.

Opal aparento comerse el cuento.

Cambiando el semblante.

Volviendo el color a su rostro.

"Bueno, eso suena lógico".

Habló.

Indique que resuelto el problema.

Podría bajarse de mí.

Antes que su madre entrara a la habitación.

Malinterpretara todo y le diera un infarto.

Por ver a su hija semidesnuda sobre una amiga.

Opal sonrió ante el chiste diciendo.

"No te preocupes Korra, la puerta tiene seguro podemos hacer lo que queramos".

Opinó deslizando sus manos bajó mi camisa.

Posando su humanidad sobre mí.

Haciendo cosquillas en las zonas sensibles.

Toques que me mataban de risa.

Entre el alegre momento.

Le rogué que lo dejara que se me hacía tarde.

Necesitaba irme.

Opal acerco su boca a mi oído y sopló.

Haciendo temblar mis sentidos.

Un punto débil.

"¿Con que jugaras sucio?".

Señalé.

Buscando su abdomen para empezar con mi venganza.

Ahora era Opal quien luchaba por no morir de risa.

Tan inconsciente que dejó caer su paño.

Haciendo que cerrara mis ojos con rapidez y volteara mi rostro.

"Lo siento, no fue mi intención".

Expresé.

Opal no lo tomó mal.

Acepto la disculpa sin complicaciones.

Dando segundos después el visto bueno para que abriera los parpados.

En ese momento me levante de la cama.

Alzando a Opal conmigo.

Generando en ella un pequeño susto.

Para colocarla de pie en el suelo con una sonrisa en el rostro.

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