Amigos con derechos (Sebastián Villalobos y tu HOT)

Capítulo 49-Debemos hacerlo

Ya habíamos salido del hospital, me hsbian bañado y dado una faja para que mi "gran cuerpo" no se pusiera al de una señora de 50 años después de eso me dieron a la bebé y tenerla todo el tiempo en mis brazos realmente era bastante hermoso, Sebastián la cargaba y le daba de besos con demasiado entusiasmo, al llevarla a casa entré a la habitación que sería para nosotros y en ella estaba una hermosa cuna que contenía demasiados juguetes a lado de ella una carreola y cobijas dentro.

-¿Quién ha traído esto?- dije sosteniendo mi maleta.
-Los chicos compraron juguetes,la ropa y cobijas, tu mamá compró la carreola y yo pues la cuna- contestó poniendo a la pequeña Sofi en nuestra cama.

Me acosté a lado de ella me quedé observandola un buen rato en lo que Sebastián quitaba todos aquellos juguetes y los acomodaba en alguna parte del cuarto.
Mirarla me gustaba incluso más que mirar a Sebastián tal vez porque se parecía a él,tenía aquellas cejas un poco más marcadas que las mias y esa boca que volvía locos a todos, pero aparte de todo eso también era yo tenía una nariz tan pequeña y unos ojos grandes como los mios. Estaba dormida se mostraba bastante relajada, puse mi dedo índice entre su mano y ella lo agarró con tanta fuerza que me hizo sonreír.

-No se donde poner tantas cosas- Dijo Sebastián sentándose en la orilla de la cama despeinado su cabello.
-Dejalas mañana las pondré en orden- dije sin quitar la mirada de Sofi.
-¿No es grandioso? Como le explicaremos a nuestra hija que nos conocimos en un hotel de Hawai y una semana despues tuvimos sexo en el sillón de tu casa.
-Podemos omitir esa parte,podriamos traumarla- reí

Quite mi dedo de su agarre y empecé a jugar con sus manos haciendo incluso el signo de paz y rock con sus pequeños dedos, sentía la sonrisa de Sebastián.

-Debemos hacerlo- Dijo repentinamente
-¿Qué? - volte a verlo.
-Casarnos, debemos hacerlo ya- Dijo levantándose de la cama.
-¿Ahora?
-No ahora pero pronto, lo más que se pueda, quiero que seas mi esposa.

No se si era porque no había dormido mucho o estaba emocionado por el nacimiento del bebé pero se veía entusiasmado con la idea de casarnos, yo no podía decir que no pues también deseaba con casarme con él hombre de mi vida.

-Si, nos casaremos.
-¿Te parece en 1 mes?
-Me parece.

Era totalmente una locura.