Amigos con derechos (Sebastián Villalobos y tu HOT)

Capítulo 42-Te amo

-¿Querías hablar conmigo? - dijo cerrando la puerta y sentándose al borde de la cama con las piernas abiertas y sus dos manos entrelazadas en medio de ellas.

No sabía que decirle, estaba entre un si y un no, Mi cabeza me daba vueltas sentía su mirada en mi.

-¿Es cierto que te vas a casar?- lo miré yo también a los ojos.
-Si, creo que si, aún no lo sé.
-No puedes hacerlo- dije sin pensar, me deje llevar.
-¿Porqué?- noté un pequeño brillo en sus ojos pero reaccione.
-Porque.. porque tienes que seguir con tu carrera como Youtuber.
-Eso no detendrá nada, seguiré haciendo lo mismo de siempre.

La plática no era congruente, el sabía que ese no era exactamente el tema del que quería hablar, pero tuve que decirle algo.

-Lo que quería decirte es que me iré del Estado probablemente del país solo no queria que salieras a buscarme y no estuviera.

Mi mente me decía "Y como porque saldría a buscarte, idiota"

-¿Porqué? No te puedes ir.
-Si puedo, dentro de una semana volverás a Colombia según esa revista yo ya puedo hacer mi vida como sea, no sirvo aquí.
-Debes quedarte conmigo- se paró y se acercó.
-No, no puedo- puse mis manos en su cuello y recargue mi cabeza en su pecho.

Ni yo sabía lo que hacia, no me contuve y lloré, lloraba no porque sabía que lo extrañaría, lloraba porque sabía que mi hijo crecería sin el, sin un padre a quién admirar, me dolía.

-¿Porqué lloras?- alzó mi cara y me observó con cada detalle.
-Por nada, sólo me da felicidad que empiecen mejor como pareja- sonreí y me separé - Te deseo lo mejor, esto a tenido ya un fin.-vaya mentira
-No quiero que me dejes, no me deses lo mejor, no digas fin. Promete que nos volveremos a ver.
-Lo prometo- Levante mi mano en forma de promesa.

Nos dimos el último abrazo y nos separamos, se despidió haciéndome prometer que nos volveríamos a ver tarde o temprano.
No sabía si cumpliría esa promesa lo único que quería era olvidarlo y hacer una nueva vida.
Al irse me asomé por la ventana y vi como caminaba hacia el auto, volteó y me dijo adiós con la mano. Gritó algo pero no lo escuché así que abrí la ventana y el volvió a gritar.
-¡Te amo!
No sabía que decir, sólo la verdad podía salir ahora mismo.
-¡Te amo aún más!

Sonrió y se subió al auto.