El diario de un pensamiento

Capitulo 1. Un recuerdo

El lugar era completamente blanco, el suelo, el cielo, no habia nada, solo aquel color que se tragaba todo...

Caminé por aquel sitio, esperanzada en hallar algo de ruido entre tanta calma.

Pero solo hallé un borde, y la caida te conduciría hacia donde mismo... a la nada.

-Tu mente está muy tranquila hoy- soltó una voz profunda y un tanto grave

Chillé del susto

-¡¿Qué haces aqui?!- tomé aire- ¡Deberias estar en otro sitio!

-Es muy reconfortante... tu mente.

Me dirigí a él, quien se hallaba sentado en aquel borde, con ambas piernas columpiandose.

Aquel vestía de negro y yo de blanco... como todo en este lugar tan solitario.

-¿Por qué estas aqui?- volví parpadeando un par de veces

-Para evitar que hagas una tontería- volvió tranquilo- Tuve que darte una mano cuando aqui mismo, casi te matas.

-Resbalé- me defendí.

-¿Resbalaste o te empujaron?

No tuve fuerza para mirarle a la cara.

-Lo siento...

-Tu tontería es confiar, estoy aqui para ponerle color a este lugar, me he cansado del blanco.

-Pero es bonito...

-¡Lo es cuando no simboliza la nada!- exclamó exasperado

-¿Que puedo hacer para devolverle el color a este sitio?

Aquel tomó mi mano y sonrió ladino

-No confíes... sólo cree, cree en lo que tus manos pueden tocar, el perdón que puedes aceptar... haz todo lo que yo... yo... no hice...