Destruido

186 14 2
                                    

-Mucha suerte, Rob -le digo.

-Gracias tío. Me debes una, ¿eh?

-Por supuesto.

-¡Demuestra tus dotes de actor! ¡Tienes que darlo todo, Robert! -le anima Alex.

-Bueno, ahora que lo pienso, hay algo que quiero pedirte, Nick -me dice Rob.

Se acerca a mi oído para que ni Alex ni Vi le puedan escuchar.

-"Secretitos en reunión es de mala educación" -recitan las chicas casi al unísono.

-¡Lo que vosotras digáis! -les contesto para hacerlas rabiar.

-Esta noche tenía pensado declararme a Victoria, pero necesito un poco de ayuda -me susurra con mucha vergüenza.

-¿Qué necesitas? -le pregunto.

-Quiero que cojas la caja que tengo guardado bajo mi almohada y se lo dejes en la suya sin que te vea, ¿vale? -se pone colorado.

-Sin problemas. Ahora ve al despacho de Alex, Alfa te está esperando.

Nos damos un abrazo. Es un tipo genial. Vi tiene mucha suerte. Es, sin duda, mi mejor amigo en este mundo. Bueno, en los dos, ya que perdí mi único amigo hace mucho.

-Gracias -consigo decirle antes de que se vaya con Alex hacia su despacho.

Alex sale de éste a los cinco minutos de entrar. Rob se queda dentro más tiempo.

-Oye, Nick -me llama Vi- ¿Qué te dijo Rob?

-No puedo decirlo, es un secreto de hombres -bromeo.

-No te habrá dicho por casualidad que va a declararse, ¿verdad?

-¿Qué? ¿Cómo lo has adivinado? -pregunto extrañado.

-Nunca cambiará... No se le da bien guardar secretos, ¿sabes?

-Ya veo, ya.

Reímos y charlamos un rato más. Alex estaba casi dormida, era tarde, así que se fue a dormir. Vi y yo nos quedamos aguardando la salida de Rob, aunque no daba señales de vida.

Una hora después, muy cansados y preocupados, decidimos que Vi fuera a mirar, no quería asumir el riesgo de que me viese y todo el plan se fuese al garete.

Observo desde lejos. Vi abre la puerta, y pocos segundos después, suelta un grito desgarrador. Cae al suelo de rodillas, gritando y llorando.

No me lo pienso dos veces. Acudo a ella corriendo. Cuando llegó a su lado, miro dentro del despacho. Rob esta en el suelo, rodeado de un charco de sangre. No se mueve.

No... Rob... No... Tú no, por favor... Grito y caigo de rodillas, al lado de Vi. La rodeo con mis brazos. Lloramos los dos, hasta que llegan los médicos. Se que son ellos, pues lo levantan, lo suben en una camilla y se lo llevan en ella. Lo sigo con la mirada hasta que dejo de verlo al girar una esquina.

Alfa... Juro... Que te mataré...

Dos versionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora