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Disgustado sé quedaba corto con mi reacción, volví a golpear la piedra con la punta de mi zapato mirando de vez en cuando a los estudiantes qué tomaban esté rumbo para ir a sus casas.

<<¿Por qué todo lo vergonzoso me pasa a mi? ¿Habré hecho algo en el pasado?>>

Si es alguna especie de karma enserio debí haber dañado a alguien. Aún puedo sentir la mirada de mis compañeros, creo que por esto  se van a burlar los próximos meses.
Aunque no haya sido a propósito, tan sólo en pensar lo sucedido me apena, afirmé bien mi mochila para meter las llaves de mi casa en la cerradura. Después de algunas burlas y risas al terminar la clase lo único que se me ocurrió fue salir corriendo, si fuera más fuerte en varios sentidos podría, al menos, haberlos callado. Me acerqué a la contestadora que reprodujo el mensaje de mamá.

-Nathaniel quería decirte que he salido esta mañana a un viaje de negocios con mi jefe , puede que vuelva en unos días.

Te amo cuídate.-

Me hacía una idea de la relación que tenía con su jefe, no debatía aquello, al final era mi mamá y estaba soltera, podría salir con quién ella quisiera, suspire antes de continuar por los peldaños, la casa para mi solo.
Es más aburrido que de costumbre, saqué mis cosas y de entre mis libretas resbaló la lista de obras, fantaseando un poco con la idea de participar. Leí nuevamente la hoja y con un lapicero marque "La caperucita roja".

Es una obra infantil pero podemos participar todos en ella, me di el lujo de sonreír por la idea de verme actuando sobre el escenario.
Miré las casas del vecindario por mi pequeña ventana, hace tiempo que no iba al pequeño lago que está a los pies de la torre eiffel, por lo general está acaparado por muchos turistas y ratas pero ha estas horas las personas no transitan mucho.

Acaricié mís hombros después de cambiar la camisa llena de sudor, mientras más alejado de pensar esté, sería mejor, estaba tomándolo como terapia desde lo que sucedió, pero aveces no faltaban noches en las que las pesadillas me atacaban, manos salían de la oscuridad llevándome a una parálisis de sueño. Ya iba dos en ésta semana.

En el camino hacia la torre pensé un poco sobre la rara actitud del obstinado rubio, debe ser por los malos momentos en que nos encuentran, lo más probable es que hayan sido simples coincidencias y se de ante mano por las disculpas apresuradas de él que no fue adrede lo del gimnasio.

Adrien era un buen alumno, siempre con el horario apretado, bastante popular, debería quitarme ese mal hábito de juzgar antes de conocer. Pero por personas equivocadas me forme con esta personalidad un poco retraída.

Al llegar sólo se podían divisar algunas parejas caminando de la mano junto con uno que otro artista callejero llamando la atención de los visitantes, me recargue en el barandal del lago las luces de la torre hacían un hermoso reflejo del monumento sobre el agua que se movía de vez en cuando.

- No sabía que venías aquí my lord.

Di un respingo del susto, a mi lado Chat Noir me miraba de una manera divertida mientras se recargaba sobre mí, restregó su mejilla a modo de saludo contra mi hombro, acto propio de un gato, no de un muchacho.

- Los colores del atardecer te hacen ver tan espléndido y súper tierno.


- y a ti súper tonto.- dije por inercia, intimidado por esos felinos ojos de quién pronto soltó una divertida carcajada, no todos los días recibes el alago de un superhéroe muy "llamativo".

Dedicando la mirada a el lago, pude sentir la reconfortante temperatura qué me proporcionaba el chico con su hombro. La presencia de Chat era para nada desagradable, minutos más de silencio recurrieron antes de soltar las palabras qué tanto pesar guardaba desde aquella noche que me atacaron.

- ¿Porqué?- obteniendo su total atención me interrogó con ambos ojos fosforescentes al atardecer.- ¿Porqué aún sin ser animales el más grande devora al más débil?

No respondió al instante, sin embargo, tomó su barbilla mirando el cielo cómo sí fuera lo más interesante en éste mundo, podía ser la pregunta más lógica y estúpida pero quería la respuesta de mi salvador, de alguna forma trataba de buscarle una respuesta a lo sucedido, agradecí que contestará lo más serio posible, sabiendo a lo que me refería.

- En esté mundo las personas intentan satisfacer su codicia temiendo a perder el poco mandamiento qué tienen sobre los demás, superándose de manera
egoísta para no ser él más débil de su "horrible" vida en la sociedad... Aún sí mí trabajo circula en torno a los akumas sigo siendo un superhéroe y no dejaré de lado el bienestar de los ciudadanos... Incluyendote a ti muchacho, recuerda que no estás solo.

Mostró sus incisivos en una leve sonrisa, acarició mí pelo antes de utilizar su bara desapareciendo de mí vista y de los asombrados turistas quienes no paraban de tomarle fotos a la masculina figura de Chat Noir, de alguna forma estaba un poco más tranquilo por su respuesta. Aunque el miedo no se fuera si logró apaciguarlo, creo que yo también debería irme.

El cielo empezó a tomar un bonito color azul marino y pequeños puntos blancos se esparcían en el, regresé a casa para retomar la lectura de un libro que abrí tiempo atrás, dejándolo en mi escritorio empolvado con el transcurrir de los días.

"Amar una sola vez"

Las dudas aumentaban por la protagonista Regina, secuestrada una noche en la calle por Nicolás, un arrogante seductor. La imágen mental de Nicolás siendo el típico chico que seduce a cualquier chica que se le cruce me trajo el vago recuerdo de alguien más, Chat recargado en una pared como muchas veces se mostraba ante los televidentes.

Negué a la absurda imaginación, vamos qué no es normal en mí pensar en de esa manera con los hombres de dichas aptitudes, pero el chico gato salvaba vidas, no las atormentaba.

Dejé el libro en mi mesita de noche y retire mi ropa para quedar con mi pantalón de mezclilla, nuevamente la tristeza se quedó en una esquina de mi cuarto, no se sabe cuándo volvería a atacar, apague la lampara de trabajo que usualmente esta en mi cómoda para las noches de lectura, cerrando lentamente los ojos antes de caer en brazos morfeo.

Dejé el libro en mi mesita de noche y retire mi ropa para quedar con mi pantalón de mezclilla, nuevamente la tristeza se quedó en una esquina de mi cuarto, no se sabe cuándo volvería a atacar, apague la lampara de trabajo que usualmente esta en mi...

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Publicado a las 7:18 pm

Portada y separadores editados por @Dylan_Romero

Creditos a los respectivos autores de las imágenes.

Reedición del libro "colores" publicado en 2016

COLORES [Book #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora