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Mi cabeza dolía horrores y las náusea no se hicieron esperar, era feo despertar como un enfermo después de una salida sin paraguas en medio de la lluvia. Como pude me senté en la pequeña colchoneta muy bien arreglada, de nuevo el olor peculiar de incienso me bañó junto al traqueteo de un par de objetos.

Por un momento mi cabeza dió vueltas, la habitación no parecía ser de marinette, aunque sin duda tuviera ese estilo oriental y misterioso.

- Que bueno que despertaste, dormiste mucho tiempo.- Él hombre no despegó la vista de una caja entre sus manos y a su vez parecía susurrar palabras en chino que me confundieron un poco, no él dialecto si no, la forma en que las empleo y habló rápidamente.

-Maestro Fu ¿Qué sucedió?.- como si fuera una máquina, las preguntas salían, una tras otra. Un kwami inusual se acerco muy veloz regañando me con la mirada.- Deberías dar por lo menos las gracias, has causado un gran problema para plagg y tu compañera.

-Wayzz.- tan solo con nombrarlo, él pequeño amigo se poso a un lado del maestro, dejó la caja en la mesita al centro de la estancia y me miró con una sonrisa cálida.

- Plagg estará bien, La Xīnzhōng de fēnlí fue muy difícil, incluso cabe destacar que aun no toma por completo su forma física.

-¿Aún?- Tomó un espejo de mano con él ceño levemente encogido, lo colocó de frente reflejando la cabeza, mi rostro palideció como las hojas de un escrito para un buen libro de suspenso.- ¡No! ¿Qué es esto?

Tomé las extremidades puntiagudas de mi cabeza levemente resentida, la base de estas aun dolía y parecían moverse con escuchar cualquier sonido, sobrestimuladas por los ruidos del ambiente, ahora si no hay duda en que me llamen chico gato, ambas eran de un color claro, como si el haber dejado la forma física de Plagg hubiera retirado la melanina del pelaje.

- Al pasar de las horas se irán pero hasta entonces él anillo debe estar contigo, así resultara mas fácil para Plagg él poder materializarse completamente.

- ¿Él sigue ahí adentro?- interrogue con miedo.

- Así es.

No se que haré, por lo que veo faltan unas horas para entrar al colegio y seguramente tendré que dar una buena explicación a los profesores y a mi padre - imaginando el peor escenario con mi rostro pegado en varios postes de luz junto a la policíaen mi búsqueda- nada fuera de lo común, estoy frito. Miré nerviosamente a Maestro Fu pero me robó las palabras dejando una gran calma en mi pecho.

-Tu padre piensa que has estado haciendo un proyecto importante y los profesores que estas enfermo, sabíamos que algo así pasaría por lo que, Marinette se encargó de eso tan pronto como pudo, sabe actuar rápido.

-Muchas gracias, de verdad.

  Con la capucha sobre mi cabeza, regresé a casa un poco nervioso mientras acariciaba él anillo de mi bolsillo derecho, solo faltaba rezar para pensar que papá aun no llegara a aqullas horas y me lo encontrara

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Con la capucha sobre mi cabeza, regresé a casa un poco nervioso mientras acariciaba él anillo de mi bolsillo derecho, solo faltaba rezar para pensar que papá aun no llegara a aqullas horas y me lo encontrara. Miré a ambos lado antes de correr escaleras arriba pero mis planes se vieron interrumpido por la asistente ejecutiva de mi padre, Nathalie. Al verme desde la cocina acelero de igual manera el pso y me detuvo con su severo tono de voz.

COLORES [Book #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora