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La atmósfera se volvió terriblemente más seductora y caliente. Su pequeña boca era tan deliciosa que no quería separarme de ella, Nathaniel tenía una figura preciosa; lo noté cada ves que lo miraba disimuladamente en los vestidores o él tiempo que estuve con él me bastara para crear muchas imágenes en mi perversa imaginación.

No es como si fuera un santo, incluso llege a verme varias noches por culpa de los sueños húmedos, en los que los protafonistas eramos nosotros. Con sus suaves manos intentó apartarme pero lo impedía​ acercando su pelvis a la mía, todo esto era tremendamente caliente y mi tomatito no era la excepción.

- ¿Ves cuanto me prendes? por tu culpa estoy duro y ahora deberás hacerte cargo.

Mi voz acariciaba las palabras con tanta calma que yo mismo me sorprendía de lo vulgares que sonaban, ronroneando lo último en su oído terminé lamiendole. No respondí a sus suplicas entre suspiros, todo esto parecía tan irreal y a la vez lo más normal del mundo, este no era yo por supuesto, de todos modos era peligroso y aquella voceta en mi cabeza llamada culpa trata de hacerme entrar en razón.

Él de un intento vacilante correspondió y a pesar de la forma algo brusca en la que lo sujetaba, él parecía disfrutarlo tanto como yo, porque aunque inicié bastante rudo, dejó de empujarme a jalar mi nuca para profundizar nuestros fogozos besos.

- Adrien.- su voz temblaba y podía percibir ambos bultos frotarse entre si, además de la incomodidad de estar parados lo guíe hacia él escritorio, sentando su lindo trasero en el inmueble. Ahora acompañado de sus brazos alrededor de mi cuello, seguí con los movimientos pélvicos en un intento de incrementar la excitación.

Una de las cosas que amaré a partir de ahora serán los hermosos suspiros de Nathaniel, la gorra no hacia mas que lastimarme la base de las orejas pero, no sería correcto que Nath se metiera más en él asunto de, identidad secreta. Su aroma me volvía loco por lo que pase de sus labios a su fino cuello, podía mirar él movimiento de algunos de sus cabellos por mi respiración, Nath era mío.

-No es correcto ~ah nos van a escuchar.- sus palabras no eran firmes y el vaivén de su cadera buscando más de aquella fricción me decían lo contrario.

- Disfruta el momento.

Succione, lamí y mordí su cuello lentamente en un intento de que cediera. Al pasar de los segundos la ropa fue estorbando por lo que me di la tarea de liberar nuestros falos que lagrimeaban pre semen. Tomé ambos y los frote con mi mano tratando de hacernos sentir mejor, sus largas piernas abrazaban mis caderas y en ningún instante aparté mis ojos de sus zafiros que brillaban de forma especial, para este momento su empalda terminó por usar de cama el escritorio obligándome estar encima de él.

- Eres tan hermoso Nathaniel.- un jadeo salió de mi boca y él pelirrojo tembló.- ver tu rostro de placer no tiene precio -De sus labios unos gemidos casi imperceptibles hicieron click en mi cerebro para acelerar los movimientos

- No ~Ngh digas cosas vergonzosas y date prisa.

Continuando con él movimiento, apreté su muslo izquierdo y mordí su labio inferior, era como una de esas fantasías eróticas que tanto he imaginado y era jodidamente mejor, más de lo que pudiera pensar.
Su respiración se volvió pesada, en tan sólo unos minutos, de ambos brotaba nuestra semilla.

Nuestras respiraciones eran él único sonido que impedía él silenció incómodo, acomode su ropa con un gesto tímido y abroche mi cinturón. En tan solo pensar que yo hice algo pasional con mi chico subían los colores a mi rostro,<<¿Como debería disculparme?>>, antes de abrir la boca Nathaniel me robó la palabra.

- Adrien... ¿Qué somos?

Creí poder responder esa corta pregunta, pero él significado era demasiado grande y no sabía con exactitud que responder, mis manos temblaron por una milésima de segundo, era cierto que no nos conocíamos del todo, mi padre nunca aceptaría mi relación con Nathaniel e incluso si lo supiera me mandaría lo mas lejos de Francia para impedir esa relación, la pregunta perfecta sería ¿Qué es para mí Nathaniel?

COLORES [Book #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora