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Mis muñecas dolían y mi estomago pedía comida, hace dos días asistí a casa de Adrien, la tarde junto a el me resultó más agradable de lo que pensaba pero tuve que retirarme al poco rato,  por otro lado, quería terminar antes lo de la obra, tampoco es cómo sí la señorita Lanet se encontrara radiante, dirigir un grupo de chicos revoltosos y hormonales es difícil para variar.

- ¡No! ¡no, no y no! - grito con desesperación -chicos, no tienen él mismo animo desde que empezaron y recuerden esta obra tiene que ser perfecta, demuestren su animo en la actuación por favor.

- Profesora, disculpe que la interrumpa pero esto es demasiado cansado ¿no cree que deberíamos tomar un descanso?

Chloé propuso lo que muchos habrían tenido en mente, por lo visto pero él brillo en los ojos de los demás se opaco por la severa mirada de la profesora, desde qué se convirtió en nuestra tutora no habíamos visto esa faceta suya <<¿por que será tan importante esta obra?>>

- Si quieren sacar un 5 en mi materia por mi no hay problema, pero él mal se lo están haciendo ustedes jóvenes...no quería decirlo hasta que fuera él día de la primicia pero es mejor que lo sepan. Ese día frente al escenario estará Dominic kurtzberg él director de la academia de arte más famosa en Alemania, quién evaluará nuestro trabajo para darnos la oportunidad de visitar su academia en este ultimo año, tengan en cuenta que es una oportunidad que otros estudiantes no tendrán y si lo piensan bien, les podría abrir el panorama para cuando decidan entrar a la universidad.

El nombrado llamó mi atención, dejé de escuchar los comentarios de algunos compañeros para pensar un poco, sentía la extraña sensación de conocer ese nombre y repetirlo varias veces de mi boca, tal vez por ser famoso ya lo había visto en alguna revista o blog. Negué sonriendo una vez la pequeña junta con la profesora sé terminó, con ambos brazos cargando la escenografía para acercarla a las ventanas del gimnasio y que terminaran de secar.

- ¡hola! Nat... ¿Qué tienes? -me preguntó marinette a un lado mío a lo que yo solo negué sin darle importancia.- No me convences... ¿te gustaría ir a la panadería de mis padres esta tarde?

- es que.-  quería disculparme pues hoy pensaba adelantar la ultima escena, aún así no estaba en mis planes ser descortés, a lo lejos un chico bajaba de las gradas salía de él gimnasio a paso febril y rostro mezquino, Adrien parecía enfadado por lo que me disculpe con mi acompañante y fui tras él.

<<¿Qué estoy haciendo?>> no puedo parar mis piernas- ¡Adrien! -él aire se me va y espero llegar junto a él pero ¿No me había detenido ya?

- ¡Oye espera!

- ¿Sí?- volteó hacia mi y si no fuera gracias a él ambos estaríamos tendidos en el suelo.

- Perdóname... yo - ¿por que lo he perseguido? ¿ahora que digo? ¡piensa rápido!- ¿Te gustaría que lo hiciéramos mañana?

Su silencio duro unos segundos antes de alzar una ceja, esperaba una respuesta pero al ver una sonrisita asomarse en sus labios me sonroje al instante por el descuido de mis palabras.

- ¡El proyecto!

- claro, no hay problema, aún nos falta el material visual, supongo que no lo avanzaste.

- No disculpa, las escenografías me consumen la tarde.-caminamos por él pasillo directo al salón de literatura donde la profesora nos pidió que dejáramos nuestras mochilas, en él trayecto hablamos sobre lo gracioso que seria si alguno de los integrantes terminará por olvidar sus líneas en medio espectáculo o simplemente creando escenarios desastrosos, porque eso hacemos los jóvenes a veces, reírnos de nuestra fortuna.

COLORES [Book #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora