Capítulo 13. [Editado √]

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Fin sel maratón 3/3 (LEAN LA NOTA POR FAVOR)

Fué entonces cuando levanté la mirada para encontrarme con todas saliendo ordenadamente por el corredor. No quería salir... O más bien, Me negaba a hacerlo.

-Ela, ya ven por favor, no hagas esto más difícil-. Evie me toma de la muñeca para llevarme al interior de ese lujoso pasillo.

Estaba muy poco iluminado y la poca iluminación que se distinguía era de luces enfocadas en chicas con poca ropa bailando enrolladas en un tubo de metal.

Nos alejamos un poco más al interior y en este lugar habían luces de colores, un mostrador de bebidas con una bartender y chicas con vestidos cortitos de tirantes y delantales, al parecer esas eran las meseras.

Más allá había una fila de chicas alrededor de una puerta. Pasé la cabeza por el hombro de alguién para situar mejor mi vista allí.

¿Qué habrá detrás de esa puerta》

-Ahí es donde los clientes hacen... Ya sabes-. Nicole pareció leerme la mente pero aún así no lograba entender-. Dinero, chicas, prostíbulo, eso.

Oh cierto, que idiota soy.

-Sígueme-. Me hizo unas señas con las manos para después desaparecer entre la multitud de personas.

Pude notar mejor mi alrededor. Chicos ebrios, repugnante olor a cigarrillos y tabaco, algún que otro mediocre intentando coquetear.

-Bien, es aquí-. Me tiró un delantal para después ella ponerse uno-. Pontelo, por ahí hay algunas mesas sin atender-. Observo hacía atrás.

-¡Oye chiquita un vaso de whisky por aquí y si no es mucha molestia tú junto con la bandeja!-. Grita uno silvando en nuestra dirección aparentemente ebrio mientras que el grupo de amigos (Ebrios también) explotaban a carcajadas.

La miré suplicante.

-¿Nicole te falta mucho?-. Pregunta una chica a nuestras espaldas haciendole una señal de desesperación-. La miré confusa.

-Lo lamento Ela, Tengo que sustituir a Kaitlyn en el puesto de bebidas-. Bajé la cabeza decepcionada, Lo que faltaba-. Toma esto, y recuerda se amable y mantén una sonrisa-. Dijo entregándome una bandeja con botellas de alcohol para después irse a toda prisa a socorrer a la muy agitada chica.

¿Cómo quiere que mantenga una sonrisa, si en este momento eso es lo que me falta?

Trago saliva, debe haber una manera de salir, pero eso es algo que averiguaría más adelante. Necesitaba tiempo, y eso era justo lo que haría, pero antes tenía que deshacerme de esos tipos.

Tomé la bandeja con nerviosismo y me encaminé hacía la mesa.

-Wao, pero mira nada más, aún no es navidad y ya tengo mi cena de noche buena-. Intenté ignorar el comentario dejando los vasos con hielo encima de la mesa para después vertir el líquido de la botella-. ¿Como te llamas preciosa?-. Lo seguí ignorando completamente esperando hechar el líquido en los tres vasos para salir lo antes posible-. ¿Así qué te haces la difícil no? Pues a mi me encanta que se pongan así conmigo gatita-. Sentí una mano subir por mis piernas, mis manos temblaron.

《Vamos, un vaso más》

Mis manos empezaron a sudar al sentir la mano un poco más arriba, entonces derramé un par de gotas en la mesa y parte del piso.

-Parece que tienes problemas-. Sonrió.

¡Tonta, tonta, tonta!

Tomé una servilleta del mostrador para secar la mesa y una vez terminada continué a secar el piso con cuidado de que no se viera nada debajo de este corto vestido. El cabello se me entraba en los ojos y no sé si era yo, pero había un calor horrible, ya estaba comenzando a irritarme.

-¿Aún no me has dicho tu nombre linda?-. Y si más imbéciles faltaban para arruinar mi día, ya se cumplió.

-Tupu.

-¿Tupu qué?

-Tú puta madre-. Respondí arrepintiendome al segundo al sentir como me halaban del pelo.

-A mi no me hablas así.

-¡SUELTAME!-. Mi cráneo dolía más y más, ya era suficiente con la paliza de Cleytom. Me sujetó más fuerte.

-¿Qué piensas hacer sabandija?

Entonces no medí el tiempo en que ya tenía mis dedos pintados en su mejilla, me cubrí la boca con ambas manos. Una perfecta abofetada.

《Oh no, ¡¿Qué mierda has hecho Ela?!》

-¡MALDITA HIJA DE PERRA!-. Se puso de pie frotandose la zona afectada.

-Y-yo... Y-yo N-no quis-se-. Tartamudeé.

-¿Algún problema señor?-. Un guardia. Estoy perdida.

-¡Esta estúpida acaba de abofetearme!

-Oh, lo siento mucho de verdad, le juro que esto no volverá a pasar-. ¡¿QUÉ?!, ¡Pero si fué él el que me manoseó!-. Tomese una bebida de su preferencia gratis de parte de la casa, espero y nos perdones. Mike-. Miró a uno de sus acompañantes-. Enseñale a esta rata como se tratan los clientes.

Entonces unos fuertes brazos me alzaron y por más que grité y intenté morderlo me dejó en un salón atada en una silla.

-Ahh, por fin me quité esta comadreja de encima, me traía todo arañado.

-No seas nenita Mike, vele el lado bueno-. Él otro lo miró con frustración-. Ahora tenemos a esta pequeña basura para nuestro antojo, "La pequeña protegida de Cleytom"-. El otro sonrió.

¿Qué? Entonces es enserio... Sabe quién es mi padre.

-Sí claro, no nos podemos acercar porque si no Cleytom se enojará, ¿pero adivina niñita mimada?, Cleytom no está aquí para protegerte.

Los miré con horror, ¿Qué me van a hacer?

Uno de ellos se me acercó lentamente, me miró por unos segundos para después darme una sonora bofetada en la mejilla, lloriqueé, él rió.

-¿Qué piensas hacer ahora nenita?-. Sonrió con malicia mientras mis lágrimas rodaban por mis mejillas-. ¿Golpearme?

-Ella no, pero yo sí-. Entonces mi corazón se paró sobresaltado al percatarme de un Cleytom enojado apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados sosteniendo su bate de béisbol.

¡Esto no puede estar pasando!

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Inocencia Destruida.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora