No podía creer lo que estaba pasando; ¿Qué hubiera pasado realmente si no hubiesen entrado por la puerta?, definitivamente no quiero nisiquiera imaginarlo.
Estaba, no sé... ¿Asustada...?, Tal vez esa no era la palabra correcta para definir: estuve a punto de ser violada por un sádico asesino secuestrador de chicas para prostituirlas. Ahora que lo pienso... Soy mucho más suertuda de lo que pensé.
Una fuerza invisible me inmovilizaba. Como si mi sistema nervioso aún no pudiera procesar lo que estaba pasando.
Me observé mis muñecas, aún tenían los dedos del agarre de Cleytom marcados. Mi mente sólo podía pensar en la forma que me acorraló fuertemente contra la pared, como un animal salvaje capturando a su presa. Esos pensamientos exitarian a muchas mujeres pero supongo que ninguna de ellas estarían en el peligro de muerte al estar tan cerca de él.
Me avergonzaba imaginar en la posición tan comprometedora en las que nos encontró aquel sujeto. La imagen viva de nuestros cuerpos encima de la cama y sus suaves manos apresandome contra el colchón me llenaban de remordimiento al no poder hacer nada para impedirlo.
Pasé mis manos por mis muslos y mi vientre reviviendo el tácto acelerado de Cleytom recorrer lentamente por mi frágil piel. Su suave tácto, su fragancia varonil, su enloquecedor pelo. Eran esos los pensamientos que me negaba a recordar, pero no porque sabía que eran pensamientos prohibidos y divinamente exitantes, sino, porque me causaban cierto desorden emocional que no era capaz de mencionar con las palabras adecuadas.
Mi cuerpo y sus dedos...una perfectamente cruel combinación de lujuria y pecado.
Podía sentir el recuerdo de mis uñas clavadas en su espalda y mis manos juguetear con unos cuantos mechones de su brillante cabello mientras el lamia de manera pausada mi cuello.
He leído que a muchas mujeres les excita el peligro, pero eso no tenían nada que ver conmigo, más bien el peligro me atemorizaba. Así que dejé de darle tantas vueltas al tema y simplemente supuse que eran pensamientos locos de chicas vírgenes.
Vírgen...¿todavía contaba como eso?, es decir, él no me hizo nada fuera de lo común pero tampoco hizo algo que yo haría con todo el mundo, ¿es decir que ya él me había tocado pero no me habia dado mi primera vez?, era tan inexperta en este tipo de cosas que hasta parecía una estúpida obsesionada sexual. Pero la confusión me llenaba de curiosidad, y eso podría llegar a ser lo más preocupante del caso.
Despejé mi mente de aquellos lejanos pensamientos y después de vestirme nuevamente levanté mis rodillas posicionadolas sobre el frío suelo bajo mis pies, caminé hacia la puerta y con cuidado de no hacer ruido, giré el cerrojo para salir hacia la habitación de las chicas que no tenía idea en cuál de todas estaban.
Después de mil ochocientas setenta y nueve mil quinientos veinte puertas (Okay, exageré un poco), en la sexta puerta las encontré junto a otra magnitud de chicas viendo un programa en una pequeña televisión.
En las alfombras predominaba el color rojo en todas sus tonalidades en comparación al de las paredes a rayas en colores blanco y el negro. Habia lámparas de lava y muchas campanas de las que hacen un tintineo al atravesar una puerta, el pasillo era muy colorido y a decir verdad, por los muy provocativos y extremadamente cortos atuendos que vestían aquellas chicas me llevaban a pensar: ¿Cómo no me dí cuenta antes de que esto era un prostíbulo?.
Caminé sin captar la atención de ninguna de ellas hasta un lugar en la esquina, pero cuando iba ya casi a la mitad del camino mis pulmones no resistieron y estornudé centrándose de inmediato todas las miradas en mi.
》¿Dios porque?, ¿no te bastó con dejar que me secuestraran, y ahora quieres que me fulminen con preguntas?. 《-¿Qué te dijo Cleytom?-. Preguntó una de ellas con curiosidad.
-¿De qué hablas?-. Respondí tratando de sonar lo más normal posible, lástima que nunca fuí buena en la actuación.
-Sabemos que debes estar traumada y prefieres evadir nuestras preguntas pero si necesitas desahogarte sólo dilo, no te juzgaremos-. Dijo esta vez una morena que estaba a mi lado izquierdo.
-Esta bien... No las conozco y no sé dónde estoy pero haré lo que pueda-. Mencioné dejando escapar una lágrima que había mantenido escondida.
Les conté TODO y absolutamente TODO lo que pasó, (Exceptuando la parte en la que me gustó, claro) sus rostros impactados eran todo un poema, luego de contarles todo desde que estaba en el aeropuerto hasta que llegué, se acercaron a mi y me abrazaron con fuerza. Parecían quererme preguntar pero cada vez que abrían la boca la cerraban instantáneamente.
-Esperen, esperen, esperen-. Exclamó una chica en el fondo del cuarto-. Hay algo que no entiendo... ¿Entonces dices que no te violó?-. Asentí frenéticamente.
Se miraron las unas a las otras confundidas mientras se murmuraba cosas que no llegué a entender; me observaron de arriba a abajo, una chica pelirroja suspiró exasperada y luego bufó al resto para explicarme pacíficamente lo sucedido.
-Ella merece saberlo-. Le dijo a las otras para luego girarse hacia a mi-. ¿Te has dado cuenta del bate de béisbol que siempre lleva Cleytom en la mano? -. Asentí sin saber exactamente que tenía que ver con el tema-. Verás... Según los mitos, ese es la única arma que él utiliza para matar, es decir, que si haces algo malo él te golpeará con el bat hasta que mueras en un tiempo indefinido.
Tragué fuerte sintiendo mi corazón acelerado por el horror que me causaban esas palabras. ¿Matar personas lenta y dolorosamente?, eso era de personas asquerosamente enfermas.
-Algunos dicen-. Continuó-. Que es tan conocido en este negocio que cada vez que hacen un nuevo secuestro todos sus guardias se ponen una máscara para que no los reconozcan pero a Cleytom, le basta con su rostro para atemorizar a los otros líderes-. Parece que él era muy poderoso-. Y que el puede notar las emociones a través de tus ojos,-. Eso me aterraba-. También si eres virgen o no y si lo eres, te conviertes en una de los diamantes de este negocio, a los hombres mayores les gustan las chicas que no han sido tocadas por nadie más, tanto así como un auto necesita combustible...
》Que no sea lo que estoy pensando...《
-Si Cleytom no te tocó, no fué porque había una reunión como casi siempre organizan... Sino, porque pudo notar tu miedo a través de tus ojos; Eso quiere decir... -. Me tomó con fuerza de las manos-. Te exportarán a otro continente para venderte a alguién por ti.
Esas últimas palabras
hicieron un choque en mi sistema como rayos de electricidad, atravesando como dagas afiladas cada uno de mis órganos.Adiós última esperanza de ser rescatada.
Adiós libertad a la que solía conocer.
Adiós Inocencia Destruida.
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Inocencia Destruida.©
De TodoRozó mi cuello y dejó un último mordisco en mis labios para dirigirse a mi oreja haciéndome gemir descaradamente por su agitada respiración sobre mi. -Espero que te gusten los animales... Porque soy totalmente una bestia-. Me susurró de manera sens...