Capítulo 8. [Editado √]

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Sentía la sangre deslizarse fluidamente por el costado de mi hombro. No tenía fuerzas siquiera para moverme, agua, frío y sangre era lo único que sentía en este momento por mi cuerpo. Escuché pasos acercarse y intenté mover los pies pero mis músculos estaban acalambrados e inmóviles.

Dos figugas masculinas se plantaron en frente de mi.

No tenía que ser una genio para identificar que se trataba de Cleytom y otro sujeto, de cabello largo hasta el cuello como si de un rockero se tratara, pelo castaño, ojos verdes. Su rostro reflejaba indiferencia y nostalgia, mi postura era incorrecta pero notablemente visible.

Cleytom le hizo unas señas extrañas con las manos que tiempo después el le devolvió con el mismo gesto antes de sentirme ser elevada entre unos fuertes brazos.

<<ESTOY FLOTANDO>> Mi cabeza estaba divagando falsas opciones porque se negaba a acojer la idea de que fuera quien menos deseaba. Pero la curiosidad de una persona puede aumentar a medida que se dé la situación. Observé hacia abajo...

Cleytom.

¿Pero porque él?, ¿Después de haberme maltratado física y verbalmente?, ¿Después de usarme como un saco de boxeo...?

Podré ser tonta, pero no masoquista.

Este es el momento en que me lleno de impotencia y odio hacia mi misma por no poder hacer nada al respecto. Mi cuello palpita y esta a punto de irse toda la sangre a mi cabeza, y sin previo aviso tomandome totalmente desprevenida él apoya mi cabeza en su pecho.

Siento los suaves latinos de su corazón que de alguna manera me tranquiliza. Aprieto los puños, ¡Soy una idiota! Me acaba de disloquear el hombro además de averme llamado patética. Tal vez jamás salga de este horrible lugar y sólo pienso en sus lentos y relajantes latinos mientras prácticamente me estoy desangrando en sus brazos.

Hay un punto de mi que se pregunta porque me lleva en sus brazos, ¿Sus guardias estarán durmiendo a esta hora? Claro que no, él es un desalmado, no me sorprendería que los despertara dándoles golpes con su bat.

¿Entonces hay una pequeña posibilidad de que...?

Mejor descarto esa ridícula idea, soy hija de un rico empresario que ni siquiera se preocupa por mi y de una madre que abandonó a su hija hace ya seis días para irse a Italia con su nuevo esposo. Se lo que piensan, "No hay nada como el amor de madre".

Si antes yo era nadie en ese lugar ahora soy nada. Soy el único motivo de que mis padres tengan algo de comunicación entre ellos, después de todo, ni siquiera saben que estoy viva.
Salgo de mis pensamientos al ver unas señas de parte de Cleytom hacia el sujeto para después tomar una mirada de preocupación hacia mi. Frunce el ceño, ¿Acaso tienen un idioma clave o algo así?

Él parece leerme la mente al ver la expresión en mi rostro.

-Alex es sordo mudo-. Responde-. Dice que has perdido mucha sangre y es posible que te desmayes dentro de poco.

¿Desmayarme? Ni que estuviera tan grave, no me siento mal... tan solo un poco agotada , y con nauseas, y tal vez un poco mareada pero eso es todo.

El miedo que antes había sentido vuelve a apoderarse de mi al entrar a una habitación llena de luces blancas, y muchas agujas de diferentes tamaños y texturas, mi rostro se ilumina repentinamente con temor.

Alex me toma del hombro y lo examina por unos segundos para después volver a hacerle esas señas extrañas con las manos a Cleytom.

¿Cuántos idiomas sabe este chico?-. Pensé para mis adentros.

Cleytom me miró.

-Dice que te va a doler pero es necesario.

Mi rostro se tornó confundido.

-Espera, qu...

No hablo. me paralizó. Un sin fin de mis lágrimas sale sin ni siquiera pestañear.

Me colocaron el hueso en su lugar. ME COLOCARON EL MALDITO HUESO EN SU LUGAR. ME COLOCARON EL MALDITO HUESO EN SU MISMO LUGAR!!!

-AYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY-. Ese incómodo momento cuando crees que has despertado a los muertos con tus alaridos merece un aplauso, Más o menos, como el mismo alarido que acababa de hacer.

Demonios ,me arde el hombro. Qué digo me arde ¡ME QUEMA!

Mis ojos se mueven a ninguna parte en especifico mientras me retuerzo como pez en la camilla. Si antes no podía moverme digamos que me acaban de obligar a hacerlo.

Me pesan los ojos.

Ya no hay lágrimas.

No siento mi cuerpo.

¿Acaso se está poniendo borroso?

¿Porque me están quitando la ropa...?

Diablos...

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Inocencia Destruida.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora