4. Los pecados de mi poesía.

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No sé si fue antes el truco o la magia; pero llegaste tú, después de mis cien mil saltos y ahora que te has ido, tengo miedo a las alturas.

Después de saber que te quiero, sé lo que quiero ser, feliz - junto a ti.

Quiero que sepas que soy capaz de frenar cualquier terremoto que se cuele en tus piernas. Que tengo veintiuno y veintisiete motivos para correr al revés del mundo y ser tu salvavidas en cada caída; darte mis alas en cada salto y que nos miren y yo me haga grande, enorme.

Vivimos más de ilusiones que de amor, y por eso nadie nos entiende y al amor lo dejamos un poco de lado. Pero yo tengo claro, que eres la tinta de mis mejores poemas y todos lo saben.

A veces pienso, que eres droga de otro mundo, por eso que dices que nadie es capaz de entenderte, pero es que pequeña, te quedan unos cuantos años por aprender, conmigo, digo. Cuando te alejes de mí, odiarás a los poetas y las canciones de amor, odiarás los versos y los besos que yo no te dé - querrás ser más dura que nadie.

Me quedaré de ocupa en tu corazón, tendrás dos pies izquierdos y por las mañanas te levantarás conmigo, por eso soy tuyo, aunque a veces no esté.

Porque esos son los mandamientos de mis bailes y tú los todos los pecados de mi poesía.

Dreams of the HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora