16.Difícil de olvidar a alguien, con quien olvidabas todo...

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Dedicado: 3lianny

Escribir y borrar. Y es que desde hace tiempo ya ni siquiera sé cómo sentirme. Qué pensar. Qué sentir. Ni siquiera sé qué esperar de todo esto. De ti. De mí. De lo que casi llegamos a conseguir juntos. De aquel nada en el que nos convertimos y a su vez, de todos esos recuerdos que, no sé para ti, pero para mí llegaron a ser reales, a pesar de todo.

He caído demasiadas veces por esta mierda, bueno, mierda, llamémoslo así por no decir lo mejor que me ha pasado en la vida. Sí, mierda. Y es que echo de menos eso de venir a contar lo feliz que soy; a tu lado y no esta rutina de contar todos los segundos que llevo sin ti y lo muchísimo que echo de menos escuchar tú voz.

He caído y esta vez no vengo para decir que no volverá a pasar, mis palabras y promesas sobre pasar página dejaron de valer hace mucho. Y sí, me lo propongo, pero creo que no entiendes el hecho de que cuesta demasiado eso de seguir tu vida cuando te has acostumbrado a ser feliz gracias a alguien. Cuando llega alguien que te cambia la vida y te hace ver lo mejor de ésta. Y puedes decirme todo lo que quieras que hay que ser feliz por uno mismo. Que no es bueno acostumbrarse a nadie y todas esas chorradas que se aprenden de memoria para mentalizarnos de que así todo irá bien, pero no es cierto.

¿Vas a compararme la felicidad de levantarse una mañana y verlo dormido al otro lado de la cama con la felicidad de uno mismo? ¿Vas a decir que es lo mismo quererse a uno mismo que el hecho de que haya alguien que te repita cada día que eres lo mejor que le ha pasado? Que sí, que quererse no está mal, pero que te quieran... Joder, que te quieran por cómo eres y pase lo que pase es lo mejor del mundo. Es tener la seguridad de que si te caes, van a ayudarte a levantarte. Es poder ser tú sabiendo que siempre estará ahí.

Yo sentí eso. Yo tuve la sensación de que era el amor de mi vida. De que iba a ser la persona con la que iba a compartir mis mayores secretos y la que descubriría cada milímetro de mí, y se enamoraría de ellos; como me pasó a mí. Pensaba que igual que yo daba la vida por él, él sería capaz de darla por mí. Pero que jodidas las ilusiones que al final, para variar, he vuelto a ser yo la que se queda parada en la estación esperando a que llegue ese tren en el que va montado. El mismo en el que me monté aquel día, por casualidad, y me hizo conocer a lo mejor de mi vida. Nuestro tren.

Ahora solo quedan un puñado de recuerdos, miles de llamadas y todos esos te quiero que gritábamos al mundo para presumir de todo lo que nos queríamos. Todas esas promesas de que nada nos podría y las mil y una noches pensando cómo sería verte dormir. Han quedado atrás las canciones, los planes de futuro y esos paseos por el parque. Los viajes solo por amor. Los abrazos en aquella estación de tren y la primera vez que le vi sonreír. Hemos dejado atrás eso de decir 'nosotros', eso de hablar en plural y sonreír cada puto día especial del mes, ya sabes, en el que empezó todo esto. Y sin embargo hemos querido quedarnos con todos esos errores que acabaron con lo mejor que tenía. Con las discusiones, los bajones y los agobios. Hemos preferido coger el camino fácil para así creer que no seguiríamos haciéndonos daño. ¿Y para qué? Si creo que desde que no te tengo las cosas duelen el doble. Mi habitación parece más grande y los días cada vez son más largos. Si ya ni siquiera me apetece sonreír si no eres tú el motivo. Si las canciones ya no suenan igual y todas parece que hablan de tu marcha. De tus ganas de dejar de luchar por esto, por mí. De esa cobardía, la mía, de no pedirte que te quedaras un poco más, por si las moscas.

Dreams of the HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora