34. Recuerdos.

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No sabría por dónde empezar quizás cuando publique esto sea demasiado tarde, o quizás simplemente este texto se quede en un borrador, en una anécdota, quien sabe que pasará.

Pero quería decirte que he soñado contigo. No recuerdo qué, pero otra vez me he levantado con una sonrisa, que no sabía que tenía. A veces echo de menos que me mires y me hagas reír. Y que me follaras también. No sé qué es lo que vienes a buscar. No pienso devolverte nada, esas miradas me las guardare en mis recuerdos, ya que quizás tú las olvides con las prisas. Bueno, ya sabes que la poesía no es lo mío. Pero a veces te imagino por mi pasillo, con tú jodido tanga de encaje negro, sí. Y aquí se queda a no ser que quieras enseñarme lo que llevas puesto para que te lo arranque con los dientes bajo el pantalón. Joder, qué me atraes bastante; estás como para morderte y aprender la geografía de esas dunas tuyas entre el oasis de tu boca. Con la lengua. Pero qué más dará, no creo que vengas a otra cosa que no sea hacerme el lio en mi cabeza, e irte sin más.

Podrías desabrocharte el sujetador ese que te corta la respiración, mientras beso tu cuello. O sentarte, también. Qué importará ahora. Me da igual lo que hagas mientras no grites más que conmigo. Sí, me gusta que me toques pero no para que te olvides de mí. Que no te acerques, que no me beses, joder, que te he dicho que me beses. Y que te acerques. Y que no me olvides. Que yo no me olvido. Déjame. No te vayas. Que te quiero.

A veces te quiero como se idolatra a los dioses, veces te quiero con la lengua, implorando que maldigas en un grito mi nombre, y me hagas esclavo en tu eternidad.

Quiero profanar el sagrado templo de tu cuerpo y pecar en todas tus esquinas; blasfemar en acto y poesía , robar tus besos y ofrecer mi vida.

A veces pienso el tiempo que llevo deseando cada esquina de tu cuerpo, cada arista del espejo que es tu mirada, esa tan perfecta.

Confesarte que muchas veces he soñado con tus labios rosas en mis labios - que me he olvidado del sabor de tus besos -y me resulta difícil vivir sin eso: sin tu piel cerca de la mía, a base de los sucedáneos que encuentro en las sábanas, entre las que no te hice el amor.

Me has devuelto la vida; soy esclavo de todo lo que digas.

05*08*2016

Dreams of the HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora