Quiero estar contigo |Bryan Mouque| #QSTCM2

Capítulo 6

"Cuando veo tu sonrisa, lagrimas bajan por mi cara, no puedo reemplazarlo. Y ahora que soy fuerte he comprendido como este mundo se vuelve frío y atraviesa mi alma, y sé que dentro de mi encontraré que puedo ser el único..." – Your Guardian Angel [The Red Jumsuit Apparatus]

_____ Díaz

Sábado 03 de Junio del 2017

Puebla, Puebla

Habían pasado exactamente cuatro días desde que di mi primera presentación en el concierto de CD9. Cuatro días desde que por poco casi beso a Bryan Mouque.

Y no, no me siento demasiado bien desde eso. Tuve una especie de ataque de ansiedad después de que se fue de mi lado antes de pedirme disculpas. Incluso podía decir que volví a lo de antes, a esas noches largas en donde dormía después de un llanto silencioso.

En estos cuatro días había comenzado, junto con Carlos y Aborito, a planear que sería de Michelle y como sabrían quién era realmente ella, porque no fingiría por mucho tiempo. Y aunque trataron de convencerme en hacerlo, me negué rotundamente a ser parte por más tiempo de una farsa.

Así que para el cuarto concierto todos ya sabrían quien era la chica detrás de Michelle.

− Michelle, querida, ya tenemos que irnos− escuche la voz de Sandra llamarme desde el pasillo.

−Ya voy.

Me levante de la cómoda cama del Hotel donde nos quedaríamos por dos días. Alise mi ropa y me di una última revisión en el espejo para después salir completamente de la habitación.

Revise el pasillo y pude divisar a Sandra algo malhumorada hablando por el móvil. Camine hacia ella sin hacer demasiado ruido y me detuve a su lado.

−Sí, claro. Si, entiendo... voy saliendo con los chicos para allá... No, eso no.... Entiendo... No... ¡¿Sabes qué?! ¡Voy para allá! – Dijo en voz alta para segundos después colgar –Inútiles− maldijo guardando su móvil en su bolso y dándose la vuelta hasta quedar frente a mí. Dando un salto de la impresión. –Cariño, no sabía que estabas aquí.

−Bueno, lo estoy− sonreí un poco incomoda.

−Oh...− sonrió quedándose callada − ¿Te puedo pedir un favor, querida? – Asentí –Puedes despertar a Bryan, tengo que irme corriendo con los chicos al ensayo para arreglar unas cosas. Le diré a Aborito que los espere abajo para llevarlos al lugar. – menciono dándose la vuelta y caminando al elevador, apretando el botón en cuanto llego− ¡gracias, querida! – grito a lo lejos entrando al elevador lo más rápido posible − ¡Por cierto, esa es su habitación! – apunto a la puerta que estaba justo al lado mío.

Suspire sonoramente en cuanto las puertas de elevador se cerraron. Observe la puerta a mi costado y respire profundo tomando el pomo de la puerta para abrirla con lentitud.

Me adentre poco a poco, tratando de no hacer demasiado ruido. Aunque es estúpido porque se supone que debo de despertarlo.

Me encogí de hombros restándole importancia a mis pensamientos y emprendí mi camino en pasos lentos y silenciosos hasta la cama en donde dormía cómodamente Bryan.

Sonreí mientras tomaba asiento en la cama y lo observaba con detenimiento recordando los viejos tiempos, aquellos que hace más de dos años habían sucedido, en cámara lenta.

Acerque mi mano a su rostro, permitiéndome acariciarlo con demasiada parsimonia. Detallando delicadamente cada uno de sus rasgos, desde su frente pasando por su nariz y parpados y terminando en sus dulces labios y la línea de su mandíbula.