Epilogo (Bryan Mouque)

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Bryan Mouque

Domingo 12 de marzo del 2017

México.

―Estoy feliz― menciono con felicidad, _____, mientras veíamos como el automóvil, en donde había llegado Susana, se alejaba poco a poco junto con los novios.―No puedo creer que esto finalmente este sucediendo, ¿sabes?

― ¿El que, exactamente? ― pregunte abrazándola por la cintura, mientras la acercaba a mí.

―Mi madre, Gustavo, la boda, ¡por fin está casada! ― menciono risueña―principalmente, por fin todo está mejor, ¡felices!

Entendía a sobremanera por qué tanta felicidad en ella. Había pasado ya un tiempo desde que descubrió todo lo que su madre había escondido con tal de no arruinar el complejo de familia perfecta que tenía sobre ellos. Claro no todo es tan simple como en las películas de cuentos de hadas que se ven siempre en televisión.

He aprendido que en la vida nos toca sufrir un poco, vivir cada una de las experiencias que podamos sobrellevar, aunque parezca imposible. Todos somos personas y sin importar nada, todos estamos destinados a cometer errores para reaccionar, a vivir las peores experiencias para abrir los ojos y realizar cosas diferentes, para ser quienes somos. Y cuando estamos realizados completamente, agradecemos a la vida por las oportunidades que estamos en su momento teniendo y por lo que nos hizo atravesar.

Y no era tan diferente para Susana, su madre y mi suegra, principalmente porque ella lo supo desde hace más de ciertos años atrás y a pesar de eso decidió seguir ahí, aguantando todo y fingiendo no saber absolutamente nada, ¿era lo mejor, no? Tener ignorancia total al tema, para estar "feliz", al fin y al cabo hay dos formas para encontrar la felicidad, y una de ellas es la ignorancia o por lo menos eso es lo que dice la mayoría. Aunque siendo sinceros, no era ignorancia lo que ella tenía y ella lo sabía perfectamente, solo fingía ser ignorante respecto al tema.

Pero, después de todo lo que había pasado decidió cambiar, arreglar las cosas o por lo menos buscar lo mejor para ella. Por eso esa noche, concluyó que era mejor salir y renovar las cosas para ella y para sus hijas; convirtiéndose en la razón principal por la cual ______ se sentía sumamente orgullosa de su madre.

―Yo igual― bese su frente con cariño ― Estoy feliz, por ella y por nosotros.

― ¿Y eso? ¿Por qué? ― acaricio mi mejilla con parsimonia.

―Por... ― detuve mi hablar por el pequeño tirón que hicieron a mi pantalón, y sabia de quien era aquella acción por lo cual solté la cintura de _____ y rápidamente desordene el cabello de mi pequeño Matías ― ¿Qué paso campeón? ¿Ya no quieres estar con tus tías? ― negó ― ¿Entonces, pequeño?

Alzo sus bracitos hacia mi dirección, dándome a entender a su manera que quería que lo cargara ―Po favo― pidió.

Y sin más, lo levante entre mis brazos haciéndolo sonreír.

―Mis dos amores se ven perfectos en traje― menciono ______, pasando su mano por la cabellera castaña de Matías.

―Por esto ― me miro sin comprender lo que decía ―Estoy feliz por esto, por lo que hemos logrado, juntos.

Y era cierto, me alegraba demasiado lo que estaba siendo de nosotros, lo que a pesar de todo lo que nos había sucedido en este tiempo habíamos aprendido a superar; y admito que no había sido un buen comienzo el de nuestra historia, y que tampoco el cómo volvimos a reencontrarnos unas horas más tarde, pero de algo de lo que estaba más que seguro: no me arrepentía de lo demás que nos vino a los dos juntos.

No me arrepiento, no me arrepiento de nada, de ninguna de las horas que pase en llanto o en las cuales cuestionaba constantemente mis actos, mis sentimientos o incluso lo que sucedía a mí alrededor. Nada, completamente y absolutamente nada hacía que me arrepintiera, pues tarde o temprano llegaría esto que apenas estoy comenzando a vivir.

______, fue, es y será mucho más de lo que yo pudiera haber merecido en mi vida. Ella simplemente me hizo darme cuenta de la realidad y me hizo vivir momentos tan especiales que nunca creí pasar. Me hizo entender que lo mejor que te podía pasar en la vida, era estar con aquellos que quieres, haciendo lo que más te gusta y por mucho más importante disfrutar de esos pequeños e insignificantes momentos que por más chicos que sean, marcan tu vida de forma inigualable; como el simple hecho de estar acostados abrazándonos o esa pequeña charla antes de dormir.

Aunque eso no es lo más importante que ella pudo haberme enseñado, sino que junto a ella aprendí lo que realmente amar a una persona. Aprendí que el amor va más allá de los límites físicos de una persona. Aprendes a amar todos aquellos defectos que marcan al prójimo, convirtiéndolos en aquellas pequeñas perfecciones por las que sueñas cada noche; va incluso más lejos, porque te empieza a importar muy poco el físico que la sociedad está convencida en criticar, comienzas a amar al alma que está dentro, a los sentimientos de esa persona especial.

Amor, un concepto tan abstracto, que conserva sin fines de significados. Se convierte prácticamente en una manera de vivir, se convierte en nuestra fortaleza y en nuestra debilidad, en nuestra lucha y nuestra perdición. Y realmente no me importa depender de ella, porque cuando encuentras el amor, es lo último que quieres dejar ir y no estaba ni estoy dispuesto a dejarla irse de mi vida otra vez.

Aquellos días, semanas, meses, años en los que ella se fue de mi lado fueron los peores y creo que no es nada necesario volver a revivir todos aquellos momentos que pase. Aunque después de todo, la reconciliación fue lo mejor. Desde que descubrí que había –de cierta manera- que ella me estuvo mintiendo en la cara, y lo que menos me importo fue eso; para mí fue una completa alegría tenerla cerca de nuevo y haber logrado arreglar las cosas fue verdaderamente increíble.

Y... durante este tiempo, durante este casi año junto a ella, logramos avanzar. Calmamos nuestras dudas, hablamos, reímos, nos enojamos y nos arreglamos como toda pareja normal. Un tiempo después, nos permitimos vivir juntos, para ser aquella familia que había deseado tener.

Y cada vez que la veía junto a Matías, me sentía tan afortunado de tenerlos a mi lado que incluso en algunas ocasiones quería llorar de felicidad por ser exactamente ellos los que estaban haciendo de mi vida algo más interesante, por ser...

―Mi familia― murmure acercándolos más a mí ―Mi pequeña y linda familia― sonreí.

No podía estar más agradecido con Dios por la oportunidad que me estaba dando.

Porque antes solo quería ser su chico malo y ahora solo hay una cosa que más anhelo...

―Quiero estar contigo― le di un beso en la frente y la vi con una sonrisa genuina ―Con ustedes, para siempre y por siempre.


Quiero estar contigo |Bryan Mouque| #QSTCM2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora