EXTRA

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Todos creen en los finales felices o por lo menos la mayoría de la gente desea tener en su vida ese preciado final de cuento de hadas, tal vez lo estés negando, diciéndome en estos momentos que tú, una roca sin ningún sentimiento, lo que menos deseas es un final feliz cómo estos y aunque es alguna, muy poca la cantidad de personas que no creen en algo como los finales felices, no estamos hablando de ellos sino de esta historia.
Y si, te hablo a ti, pequeña roca que es parte del mundo y a la vez de nada. Sé que aunque lo niegues, tu como los demás desean un final de cuento como el de las princesas de Disney en donde obtenían lo que más querían y no es que esté en contra de estas historias si no que es la vida real de la cual hablamos, en donde hay mucho más que subidas y contamos con bajadas, donde no todo es de color de rosa y experimentamos hasta del negro.
Entonces... si, siempre hay algo más después de ese "final feliz"; porque no existe un final feliz, sólo es donde cada uno de los autores o escritores deciden terminar su linda narrativa, donde uno quiere decir e imaginar que el resto fue únicamente flores y corazones.
Así que, ¿Qué existe? Bueno, déjame decirte que existe una vida plena y completamente abarrotada de felicidad y tristeza, de risas y llanto y demás sensaciones que lo hacen sentir real y no un sueño.
Y si no me equivoco, mi vida no es tan diferente a la real, en donde tuve que superar las diminutas y enormes piedras que se atravesaban en mi camino, donde, también, aprendí cada una de las lecciones que la vida me ha dado y, por más importante, encontré a mi razón de ser, a mi felicidad.
Ahora, puedo comenzar como nunca la hice.
Hola, soy Bryan Mouque y actualmente tengo veinticinco años. El mundo me conoce como el cantante perteneciente a una grandiosa banda de chicos y algunos otros me conocen como el novio de _________ Díaz. Por otra parte, yo me conozco como el esposo de ________ Díaz y el padre de un hermoso niño.
Esposo, vaya, me encanta esa denominación, pertenecer a alguien y que ese alguien pertenezca completamente a ti.
Nunca creí verme casado, pero ahora me encanta la idea de decirlo incluso en voz alta. Fue lindo, así lo recuerdo; desde el momento en el que me dije a mi mismo que ya era tiempo de dar el paso más grande que se puede en una relación, hasta que estuve de rodillas frente a ella.
El lugar estaba hermoso, en verdad, bellísimo. Estábamos en una especie de campo con una gran laguna. No estábamos lejos de la ciudad y era demasiado tranquilo, en realidad, era un perfecto escenario para hacerlo.
Cerca del lago se encontraba un gran y viejo sauce llorón el cual junto los chicos decoramos para mejorar a un más el ambiente. Un par de luces colgadas en las ramas es todo lo que adornaba el lugar en el momento en el cual arribamos.
Estaba nervioso, por dios, cualquiera en mi lugar lo estaría. Pero lo hice, aun con los miles de pensamientos que golpeaban mi mente, me coloque de rodillas frente a ella y saque la pequeña caja de terciopelo.
Sus gestos y la manera en la cual reacciono ante la sorpresa, siguen grabados como un tatuaje en mi mente, desde el modo en el que abrió sus labios en sorpresa en lo que se obligaba a formular algo con ellos hasta la impresión que se marcó en sus ojos al momento de comenzar a lagrimear en exceso, pero algo de lo que nunca podré olvidar será el preciso instante en el cual ella comenzó a asentir velozmente y formulo un pequeño, frágil y casi inaudible "Si".
Desde ese momento puedo decir que me convertí en el hombre más feliz del mundo, si es que mi felicidad se pudiera catalogar dentro de una escala. Lo demás que sucedió, entre darles la noticia a cada parte de la familia y amigos cercanos, organizar todos los detalles de la boda -en los cuales no tuve tanto que ver, en realidad- y la boda en sí, es algo que tal vez tiempo después contare con lujos y detalles, pero algo si mencionare: fue lo mejor que me pudo suceder en toda mi vida.
― ¡Papá! ¡Papá!
Aparte la vista del libro que tenía en las manos −el cual se supone que estaba leyendo desde hace ya unos minutos atrás, pero que en realidad seguía abierto en las mismas páginas porque me había envuelto en mis propios pensamientos−, y mire con una gran sonrisa en el rostro al pequeño niño que corría hacia mí.
― ¿Qué sucede campeón?
Sonrío, mostrando aquel par de ventanas en su dentadura, subiéndose sobre mi regazo e intentando rodear mi torso con sus pequeños brazos.
― ¡Feliz cumple, papi! ― me miro a los ojos, con los suyos casi cerrados por la gran sonrisa que pintaba su rostro― ¡Te quiero!
―Yo también te quiero mucho pequeño― lo rodee con los brazos ―Gracias.
― ¡Qué lindo momento padre e hijo! Lástima que haya llegado a interrumpirlo.
Negué con la cabeza y una gran sonrisa, mientras que el pequeño Matías se sentaba en mis piernas mirando a su tío.
― ¿Qué se siente tener veintiséis― sonrío burlesco―...abuelo?
―Ya deja...
― El señor ya se volvió gruñón, ¿te está afectando la edad?― carcajeo.
―Freddy...― gruñí.
―Espera... espera― murmuro entre risas que se mezclaban incluso con lágrimas― abuelo.
― Por dios― murmure en voz baja mientras escuchaba la risa de Freddy― ¿Qué quieres?
―Uh... tranquilo. Me mandaron por ti para comenzar a cenar, y en verdad Alonso se está quejando del hambre que tiene y sabes que puede llegar a ser tan insoportable cuando quiere, además de que se ve realmente apetecible el sushi que prepararon las chicas.
Asentí.
―Abuelo.
Y bueno, que Freddy terminara en el piso boca abajo, con Matías y yo sobre de él, quejándose de que no volvería a burlarse sobre mi edad... fue la primera de las travesuras que haríamos durante toda la noche.
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Todos se mantenían comiendo y conversando de diversos temas en la mesa, degustando los distintos tipos de sushi que habían preparado y poniéndose al día sobre las cosas que cada uno había pasado.
Y me permití observar a cada uno de los que me rodeaban.
Alonso parecía no haber cambiado en todo este tiempo, aunque ahora era un chico completamente rubio, seguía siendo aquel joven que me invito a formar parte de su más grande sueño y al que de igual manera le debo demasiado. Pensaba que de igual manera quería aun llevar su vida de lo más tranquilo, puesto que aunque lo había intentado con Carmen, una relación entre los dos no se había desarrollado con total maravilla, causando nimiamente su rompimiento. Y aunque nunca menciono el porqué de su repentina separación cuando habían cumplido un poco más de cinco meses de noviazgo formal, nunca lo presionamos a hacerlo. Hasta ahora seguía soltero, esperando -eh de suponer− a quien sería su otra mitad.
Alado de Alonso, platicando con una suma alegría, estaba Jos. Ese chico tan hiperactivo como tan tranquilo que podría ser, no sabía con exactitud que había decidido acerca de Montse - con la cual llevaba saliendo formalmente por un poco más de un año− puesto que últimamente se habían presentado algunos problemas que afectaban su relación pero con los cual están trabajando para no complicar las cosas y regresarlas a la normalidad. Muy en parte de su relación, últimamente se pasaba más tiempo junto con nosotros y con Alonso, con quien salía con más frecuencia últimamente, por lo que lo asumíamos al hecho de sus pequeñas discusiones.
Por otro lado, Alan -quien había sido uno de los últimos en conseguir novia en ese entonces− estaba más que listo para conseguir dar el paso más grande a su relación o por lo menos eso fue lo que comento hace un par de días atrás, mientras veíamos un partido de futbol en la sala de la casa de Alonso. Y perecía ser ayer cuando, mirando al televisor fijamente pero sin mostrarle la más mínima atención, soltó aquel par de palabras de la manera más emocionada pero a la vez más ida posible; 'le pediré matrimonio' eso dijo, aunque en realidad parecía no haber querido soltar nada para cuando se dio cuenta que el partido había sido dejado de lado para prestarle nuestra total atención. Ahora faltaba que el día llegara para con ello saber la respuesta de sus anhelos.
Julianna y Freddy eran una cosa completamente distinta. Esos chicos que ahora más que nada son parte de mi familia, tenían una relación de lo más extraña y única posible. Pareciera que estaban más que hechos para ser la pareja perfecta de por vida. Eran tan parecidos y a la vez tan contrarios que se completaban de manera única y sorprendente. Incluso su relación paso a siguiente nivel, casándose aproximadamente un año antes que nosotros, con una fiesta sumamente sencilla y familiar. Ahora el chico de crespos castaños y la chica pelirroja se encontraban a un mes de tener a su primer hijo...o hija, decidieron no querer saberlo para que sea por completo una sorpresa.
Estaba más que feliz por ellos.
― ¡Es momento de los regalos! ― exclamo con una euforia muy grande el pequeño Matías. Estaba por completo seguro que lo que más quería era ver qué cosa llamaba su atención para después lograr convencerme de dejarlo jugar con él.
________ asintió y pronto me vi sonriendo ante los pequeños y significantes obsequios que me entregaban, sorprendiéndome con algo que realmente me encantaba o que tanto quería. Sin olvidar agradecer a cada uno de mis amigos por tan increíbles regalos.
De pronto cuando ya había abierto todos los regalos, ________ se colocó a un costado de donde me encontraba sentado, quedando de pie y sonriéndome con completo amor, como siempre lo hacía. Le devolví el gesto en cuanto ella acerco lo que parecía ser un libro y sin olvidar susurrar un 'gracias' en el momento en que lo tome con mis manos.
Me maraville en cuanto me di cuenta que era una especie de libro hecho a mano, una copia exacta del que salía en mi serie/ caricatura favorita, esa que amaba observar en mis tiempos libres junto con Matías. Parecía haber sido sacado de Gravity Falls, con el mismo acabado y aquella mano con seis dedos en la pasta.
Lo abrí, demasiado curioso por observar su contenido, maravillándome cuando entre páginas del libro original encontraba alguna fotografía de nuestra familia, de algunas vacaciones o incluso momentos divertidos que pasamos en casa.
Todos me observaban atentos de cualquier reacción aparente que tuviera, puesto que no podían observar muy bien el contenido del libro. Pare en cuanto encontré la primera nota del libro, con la letra más linda y prolija, característica se __________.

"Estoy buscando algo con lo cual inspirarme para escribirte una linda dedicatoria, pero mi cerebro parece haber olvidado como escribir algún poema digno para la ocasión. Ni siquiera puedo pensar en una mínima metáfora para comenzar.
Tal vez debería de empezar por lo que siento, siendo del todo más sincera contigo, debo de agradecerte por todo el tiempo que has estado a mi lado, a pesar de las caídas que hemos tenido.
Aún recuerdo como nos conocimos, un momento que debo de admitir fue en ese entonces el peor de mi vida, ¿sabes el miedo que plantaste sobre mí? Por dios, que manera de comenzar nuestra historia, ¿no lo crees? pero tal vez, el hecho de tener un comienzo del todo diferente a los demás sea un buen significado de todo lo que nos podrá esperar.
Te amo ¿lo sabes? Cada día que paso a tu lado es un día en el que mi amor por ti crece más, de la manera más sencilla del mundo y a la vez tan complicada. No sé cómo lo haces, no sé siquiera como lograste no salirte de mi mente desde el momento en que saliste de mi habitación aquella noche y como nunca lograste escaparte de mis sueños cuando lo nuestro se complicó.
Ahora que estás conmigo, sé que no quiero atravesar de nuevo aquellos ventarrones grises que nos separaron tanto tiempo y mucho menos volver a pasar las frígidas noches llorando tu ausencia, nunca más.
Te amo, no me cansare de repetirlo, porque ahora se lo valioso y esencial que eres en mi vida. Lo importante que te has vuelto no solo en la mía, sino también en la de nuestro pequeño que cada día va creciendo ante nuestros ojos.
¿Qué más importante puedo recalcar?
Te amo, como sé que también me amas. Sintiéndome completamente alegre al momento que sé que también lo haces. Y agradezco a cualquier ser ancestral el haberte colocado en mi camino, por haberme convertido en la mujer más agradecida por tener a alguien como tú a mi lado.
Porque contigo es con quien quiero pasar hasta el último día de mi vida.
Porque sé que estaremos juntos incluso después de la muerte, volviéndonos a encontrar, burlando cualquier cosa que busque separarnos por completo.
Porque sé que estarás a mi lado cada día y cada noche, compartiendo mis alegrías como mis desdichas.
Porque te amo y siempre, a pesar de las adversidades, lo hare."

Sonreí, ya con algunas lágrimas empapando mi rostro y nublando mi vista. Mire a ______, quien seguía ahí, de pie, a mi lado, sonriendo con completo cariño y amor. Le susurre un inaudible 'te amo' con tantas emociones dentro, con todo aquello que no podía decir, y ella como respuesta ensancho aún más su sonrisa.
Seguí leyendo.

"Y ahora, quiero que me prometas algo. Quiero que prometas que este regalo que te daré lo cuidaras como si fuera tu propia vida de la cual se tratara, que lo compartirás con todos tus seres queridos y amados, que lo amaras de la misma manera que amas a tu familia, en la que amas a Matías o incluso a mí. Que lo protegerás de cualquier situación, que compartirás tus alegrías con él y estarás a su lado por siempre.
Si es que aceptas prometerme esto a mí, por favor da vuelta a la página."

Y sin más, algo confundido por las palabras de _______, di la vuelta a la página, leyendo rápidamente las dos palabras escritas en toda la hoja. Ahora llorando con demasiada fuerza y con una alegría que parecería salir de todo mi cuerpo en cuestión de segundos, abrazando a ________ tan fuerte como me era posible. Agradeciéndole el bello regalo que tendría conmigo.
Y agradeciendo la fortuna de tenerla a mi lado.
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Y entre miradas confundidas, sobre la mesa, se encontraba aquel libro cerrado que contenía el porqué de la alegría de nuestro pequeño Bryan Mouque.
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En aquella página en donde quien la abriera podría leer esas dos sencillas palabras.
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"Estoy embarazada".

Quiero estar contigo |Bryan Mouque| #QSTCM2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora