"Eres más simpática de lo que aparentas..."

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CAPÍTULO 5

Corrí a abrir la cerca y pasé. Hace días había querido hacer eso.

Empujé el skate en el suelo y me monté.

Los árboles, los pájaros y las pocas personas que caminaban por las veredas comenzaban a pasar con rapidez a medida que empujaba mis ruedas.

Decidí pasear por un parque que había visto cuando estábamos en automovil con todo esto de la mudanza. Tenía sendas para andar sobre ruedas, perfecto para mi patineta.

Al ver la esquina en la que tenía que adentrarme, apoyé el peso en mis talones y segundos después ya estaba allí.

Un parque se extendía en toda una gran manzana.
Empujando con mi pie el skate tomé un caminito con escasez de personas, me gustaba. El canturreo de las aves acompañaron mi recorrido.

No sabía donde llegaría, pero si sabía que quería estar así al menos un rato más.

No recuerdo si han de pasar unos diez minutos o media hora, pero había llegado a un terreno pavimentado. Allí había unos pocos chicos con sus skates, rollers y bicicletas.

Estaba sedienta. Rebusqué con la mirada por el gran lugar y encontré mi salvación. Rodé hasta ahí, tomé mi tabla del suelo para sostenerlo entre mis piernas. Con mucho cuidado de no mancharme con los charcos que rodeaban el bebedero, bebí agua. "Haahhh"

Sin previo aviso, cuando me había erguido nuevamente escuché un "¡Cuidado!", y sentí cómo alguien chocó contra mi espalda y me hizo prácticamente volar al suelo.

-¡Pero quién puede ser tan idiota! -grité girándome aún en el suelo- Ja, tú, cómo no.

-Perdona -se disculpó el muchacho tendiéndome su mano para levantarme- ¿Emily?

Me impulsó hacia delante con su potencial fuerza. Aquella sonrisa pícara me hizo rodar los ojos. Sus ojos malditamente claros me miraban con un brillo de diversión. Llevaba puestos una camiseta gris desgastada y unos pantalones negros.

-¿Qué haces aquí? -me preguntó y luego vió mi skate tirado a unos metros de mí- Oh, ya veo...

No pude evitar soltar una carcajada histérica.

-Ajá, pero no me viste cuando ibas a chocar conmigo -dije enfadada.

-Perdona... -se disculpó- Y también perdona por eso... No fue mi intención... -señaló mi camisa empapada de agua sucia.

Bajé la vista hacia mi ropa. Estaba literalmente apestosa, con mierda, y la camisa se me pegaba a la piel.

-Descuida -respondí sin mas remedio-. Gracias White por chocar contra mí y hacerme caer en este apetitoso charco de mugre -dije señalando sarcásticamente el lugar el lugar de mi humillante accidente, él rió. Me quité la camisa y me la até a la cintura, quedándome en una camiseta de tirantes negra.

-No te ves tan mal -repuso Noah muy divertido por la situación en la que me encontraba.

-Sí claro, es lo mejor que me puse en mi vida -dije, tratando de ignorar el "cumplido" que me había acabado de hacer, si es que lo era, claro.

Con un gran talento en sus movimientos, con el pie hizo que mi patineta saltase hacia sus manos, como todo un experto.

"Ya te digo la cantidad de moratones que me quedaron por tratar de hacer eso mismo..."

-Qué lindo. El skate -lo señaló.

Sonreí forzosamente y lo tomé. Quería y tenía que irme a casa. Apestaba y digamos que no me sentaba para nada bien estar así frente a él. Me encontraba incómoda mostrando tanta piel. Sí, díganme exagerada, pero yo no era una sinvergüenza.

Black&WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora