Emily era Emily y punto.

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CAPÍTULO 11

Doce de la noche del día domingo. Estaba segura de que podía hacer cualquier cosa menos dormir. En ese momento, el sueño no era mi aliado.

"Ciento ochenta y ocho ovejas... ciento ochenta y nueve ovejas... ciento nov... A LA MIERDA LAS OVEJAS, esto no sirve." refunfuñé dentro de mi cabeza a la vez que buscaba una posición más cómoda sobre mi colchón.

Y de repente una tentadora imagen hizo un zumbido ante mis ojos: Un mensaje proveniente de mi teléfono. ¿Las chicas? No, ellas respetaban las horas de sueño.

Entonces quién...

Inconscientemente mi mano fue hacia la pequeña pantalla y dándome a ver un número desconocido. Desbloqueé el móvil, y me desconcerté aún más al ver lo que decía en aquella viñeta verde claro.

Número desconocido: Oye, fea! (00:11)

Hice caso omiso y escondí el teléfono bajo la almohada, auto-convenciéndome de que aquello era solo una broma de mal gusto, y seguramente no insistiría más la persona detrás de ese número. Recosté mi rostro en la almohada y cerré los ojos en un nuevo intento de conciliar el sueño.

Y otro mensaje más llegó acompañado de un silbido... Ya iba siendo hora de cambiar ese tono para mis notificaciones.

Molesta ante el casi acoso de aquel desconocido, cogí el móvil y leí rápidamente lo que ponía en la viñeta verde.

Número desconocido: Hola?! Contestas o qué? (00:13)

Emily: ¿Quién eres? (00:13)

Número desconocido: Cómo que no sabes quién soy! (00:14)

Emily: No estás en mi lista de contactos, idiota. (00:14)

Número desconocido: Relájate, era broma...! Soy Noah. (00:15)

¿White? QUÉÉÉ.

¿Cómo demonios había conseguido él mi número? Nunca se lo había dado, y tampoco tenía intención de dárselo en un futuro próximo.

Seamos sinceros: Él y yo no éramos amigos ni nada parecido. Debíamos hacer un trabajo juntos, y probablemente cuando lo terminásemos ya todo acabaría. Él se iría con gente más... -cómo decirlo...- "Guay" y se olvidaría de que en algún momento, cuando la Tierra aún tenía algo de hielo en los polos, nosotros en el pasado habíamos hecho un trabajo extraescolar juntos.

No me estaba infravalorando con respecto a él, sino que simplemente pensaba que éramos muy diferentes como para olvidarnos del otro y seguir por nuestro lado. Al fin y al cabo eso es lo que ocurre en esta vida. Muchas personas eligen no quedarse.

No muy convencida, le puse el nombre a su número y lo guardé en mi lista. Pero sabía que lo terminaría borrando en algún momento.

White: Estás ahí?? (00:19)

Emily: ¿De dónde has sacado mi número? (00:20)

White: De la hoja de datos que nos dieron en la escuela, ponen nuestros números por seguridad. (00:21)

Emily: Ah... (00:23)

White: Tranquila, si te quisiera acosar o algo, esta no sería la vía. Sé dónde vives, recuerdas? Hahaha (00:24)

Emily: Solo espero que nunca se te ocurra venir a mi casa con esa intención. haha.. (00:25)

White: Claro que no! (00:25)

Noah podía ser lo que quisieras, pero no un acosador. No hacía sentir a las personas inferior a él, al menos no de ESA manera. Es decir, era algo egocéntrico, pero no se iba a meter con nadie porque le diese la gana.

Black&WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora